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Es un estado anímico

En condición de visitante, el Liverpool venció 3-0 al Southampton. Tuvo buenos 15 minutos y luego sufrió mucho en defensa, aunque en el segundo tiempo terminó por reafirmar un rendimiento que lo anota entre los de arriba.




El fútbol depende mucho de los estados de ánimo; un equipo puede cambiar su forma de juego y actitud según el contexto en el que se desarrolle el partido. Suele pasar en numerosas oportunidades. Y una de ellas ocurrió en el St. Mary’s Stadium este sábado, con el encuentro en el que Liverpool visitó al Southampton. Entre idas y vueltas en el trámite del juego, las maneras de ambos fueron cambiando y todo decantó en una profunda diferencia a favor del visitante.

Sin llegar a desarrollar su juego, y sin ser del todo superior a su rival, los Reds lograron ponerse en ventaja cuando se cumplía el primer cuarto de hora. El uruguayo Luis Suárez, que en una nueva función hoy arranca más desde el costado, quiso combinar en el ingreso al área con Daniel Sturridge. No prosperó, pero un rebote en un defensor habilitó al charrúa, que había quedado por delante de la línea de la zaga rival. Con la pelota nuevamente en sus pies, no perdonó. Definición certera al palo más lejano de Artur Boruc. Luisito volvió a convertir después de cinco partidos.

Parecía que el gol comenzaba a jugarle a favor. El equipo empezó a tomar ubicación en el campo, se fue haciendo dueño del medio, y tenía buenas transiciones. Aunque los últimos 20 minutos de ese primer período corresponderían al local. El Soton se animó, atacó a su rival y le creó muchos problemas. Fue Jay Rodríguez una vez, Lambert otra y, por último, Lallana. Pero el marcador no se quebró.

Aparecieron otra vez los problemas defensivos del Liverpool, esos mismos que también lo habían amenazado en Anfield Road ante el Swansea. Los laterales perdieron casi siempre en esos 45 minutos de arranque, y Skrtel muchas veces salió a destiempo. El arquero Mignolet resultó importante en un par de intervenciones, pero los dirigidos por Brendan Rodgers dieron facilidades y perdieron en muchas ocasiones incluso dentro de su propia área, sin ejercer el mínimo de autoridad en su territorio.

De todas maneras, la visita conservó la ventaja. Pese a que el local lo mereció, no lo consiguió. Y en el segundo tiempo, los movimientos tácticos de Rodgers acabarían por darle definitivamente el partido a su equipo. Teniendo en cuenta las continuas trepadas por su andarivel de Luke Shaw –el prometedor lateral izquierdo inglés que fue convocado por primera vez a la Selección- durante el primer tiempo, ordenó a Henderson a abrirse más sobre la derecha para ayudar a Flanagan. Extrañamente, este último ocupó la banda diestra y Johnson la izquierda. Igualmente, Glen no sufriría contratiempos; la decisión de Pocchetino de colocar por su banda a Gastón Ramírez en el complemento pareció beneficiarlo, ya que el uruguayo se cerraba siempre y le daba la posibilidad de quedar perfilado con su mejor pie, el derecho.

Liverpool salió más tranquilo al segundo tiempo. El descanso lo ayudó a corregir varias cuestiones, por ejemplo el retroceso. Y en la primera ocasión llegó el segundo tanto. Suárez se abrió por banda, lanzó la pelota al medio, Sturridge atrajo marcas y Sterling apareció solo para convertir. Era la primera que tocaba Raheem, que recién había ingresado, en otra de las decisiones del entrenador que resultaron fundamentales para el destino del encuentro.

Amplió la ventaja, y el Southampton se derrumbó por completo. Todo lo bueno que había hecho antes no le sirvió, ya no tuvo claridad. Al contrario, concedió muchos espacios y transiciones ofensivas del adversario, y salió mal desde el fondo en algunas oportunidades. Suárez, que estuvo imparable en toda la noche, tuvo otra oportunidad y se fue al lado del palo. También la tuvo Sterling, pero tampoco pudo meter su doblete. Liverpool acumuló situaciones y no aumentaba, pero ya todo estaba liquidado, dado que en el arco de Mignolet no había sufrimiento alguno.

Sobre el final, con los de Pocchetino totalmente abiertos, el ‘7’ uruguayo volvió a encarar a José Fonte, a quién volvió loco toda la tarde, recortó en el área y sufrió la falta. Penal que Steven Gerrard se encargó de anotar, con una magistral ejecución al ángulo. Resultado de 3-0 como visitante, y cada día que pasa los de Rodgers se hacen un lugar más grande entre los de arriba. En el segundo tiempo hizo méritos para finalizar con este marcador. Ahora, Old Trafford lo espera, la semana próxima enfrentará al Manchester United.

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