En un verdadero partidazo, Barcelona se impuso al Real Madrid y todavía sueña con quedarse con La Liga. Un encuentro que tuvo de todo, pero Lionel Messi se llevó todos los aplausos.
El Tata Martino y sus pupilos salvaron el "Match Point" de Madrid y se meten de lleno en la lucha por el campeonato. El Real no ha podido vencer a los restantes dos aspirantes en los cuatro enfrentamientos ligueros. Una Liga que a falta de nueve partidos está más viva y emocionante que nunca, con un claro beneficiado en la jornada 29: el Atlético del Cholo Simeone que se posiciona como líder tras la victoria (0-2) en el Benito Villamarín.
El Tata Martino y sus pupilos salvaron el "Match Point" de Madrid y se meten de lleno en la lucha por el campeonato. El Real no ha podido vencer a los restantes dos aspirantes en los cuatro enfrentamientos ligueros. Una Liga que a falta de nueve partidos está más viva y emocionante que nunca, con un claro beneficiado en la jornada 29: el Atlético del Cholo Simeone que se posiciona como líder tras la victoria (0-2) en el Benito Villamarín.
Fue un derby intenso, de dominio alterno y con muchos momentos de vértigo por culpa de las malas coberturas y el juego a las espaldas de los laterales de ambos elencos. Un cotejo con grandes actuaciones individuales, y jugadores que han quedado claramente en deuda con sus hinchas. Jugadas polémicas, algún que otro encontronazo entre los protagonistas y mucha magia en el césped de un Santiago Bernabéu lleno a rebozar.
Errores clamorosos
Como apuntaba con anterioridad, el encuentro nos dejó siete goles pero sensaciones agridulces debido a los fallos que dejan tocado a el equipo de la capital, que se mostraba muy equilibrado e inexpugnable en labores defensivas hasta hoy.
La apertura del marcador se engendra en una combinación de uno y dos toques máximo, gracias a la superioridad numérica en el medio con Cesc. Sergio Ramos intenta interceptar un pase por el carril central y dejó descompensada la zaga, que para mayor inconveniente contó con un Bale pasivo a la hora de auxiliar a Carvajal que se encontró cerrando la posición del defensa de Camas. Messi abrió para Iniesta, y el manchego sin oposición cruzó un disparo alto para el 0-1.
La pasividad clamorosa de Bale... |
Pero también hubo errores groseros en la defensa azulgrana, el empate y el 2-1 madridista son similares. Di María desbordó constantemente a Alves por banda derecha (el brasileño recibía un 3vs1, con Ronaldo, Marcelo y el interior argentino), los centrales defendieron en zona dentro del área con el balón en movimiento y observaron al receptor en ambos goles. Dos goles de Benzema (el primero de cabeza y el segundo con un gran control y posterior ejecución a Valdés), en donde Piqué y Mascherano no fijan la marca. En el 1-1 Valdés llegó pero no tuvo la destreza de envíar el esférico a córner y en el 2-1 Mascherano midió mal.
Piqué salvó el 3-1 en otra jugada calcada, de fallos repetitivos en el área. Hubiese sido el hat trick de Karim, de magnífica actuación. Con el match a favor de los locales 3-2, una asistencia mágica de Messi a Neymar dejó otra vez en evidencia al sector izquierdo de la defensa blanca (Ramos-Marcelo). Una filtración interna de otro planeta, dejó a Neymar delante de López. El brasileño tras un gran control orientado, se posicionó delante de Ramos y obligó a éste a cometer penal y por consiguiente expulsión por ocasión manifiesta de gol.
Messi igualó y con otra pena máxima, le dio la victoria 3-4 sobre su eterno rival. Los laterales de ambos clubes siempre estuvieron descolgados por su vocación ofensiva, normal en un equipo grande, pero una asignatura para corregir pensando en futuros partidos de máximo nivel ante rivales de entidad.
Di María, Messi e Iniesta, a otro ritmo
El primer tiempo del ex Rosario Central es para enmarcar, sacrificado como pocos, desordenado a veces pero siempre mejorando el juego colectivo y creando muchas dudas en el rival. Un primer acto épico del rosarino, que dejó una imagen para el recuerdo cuando tuvo que ser atendido fuera del terreno de juego, por el gran desgaste y explosión en unos minutos para el infarto.
Destrozó la banda derecha culé con desequilibrio y un amplio repertorio de gambeta, desborde y conducción. Su constante aparición en banda izquierda, fue una causa de la desaparición de Ronaldo.
Estaba en todas partes, era un libertinaje exagerado, una vorágine; su juego precipitado hoy fue perfecto porque las imprecisiones y malas decisiones (muchas veces aliadas a su radicalismo) brillaron por su ausencia, una pesadilla que provocaba desconcierto y terror en sus rivales.
Lio también estuvo un punto de velocidad mental por encima de sus compañeros (salvo Iniesta). Su posición de extremo pegado a banda, ya forma parte del recuerdo -aunque a veces caiga allí por su constante movimiento-, ahora es un jugador mucho más maduro, quizás menos goleador (no es el mejor día para comentarlo por sus tres goles) y más en el papel de asistente.
Así se besó el escudo tras uno de los goles... |
Tiene más contacto con el balón y hoy fue un quebradero de cabeza para Pepe y Ramos que no pudieron anticiparlo nunca. Los cuatro goles llevaron su firma (falló uno de los que no suele desperdiciar), en el primero la asistencia a Iniesta tras desacomodar la defensa rival, el segundo le sirvió el gol a Neymar y no contento con ello buscó con intención y nervio el rebote para definir cruzado al palo izquierdo de Diego López. En el tercero otro regalo a Neymar, obligando al rival a cometer un penal y quedarse con un hombre menos. Anotó los dos penales con una tranquilidad que estremece, con la jerarquía que han tenido uno o dos en toda la historia.
Iniesta tiene su propio ritmo de juego y lo lleva a cada estadio que juega. Es el invitado al cumpleaños que lleva su cd preferido a la fiesta y no descansa hasta que logra escucharlo tras la aprobación del cumpleañero. "Cansados" como el del cumpleaños, de ver como siempre se sale con la suya. Nunca defrauda, todos sabemos que se va a frenar, se va a girar, o va a flotar sobre el verde césped, y su mérito es que cada día nos enamora más (la pelota se sonroja al verle).
Decisiones de Martino
El Tata ha acertado hoy en la inclusión de Cesc como interior, y ha sorprendido pero sin resultado con Neymar. Cesc Fábregas aparecía en el once titular minutos antes del comienzo, todos imaginábamos a Iniesta de interior y el ex Arsenal de falso 9. No fue así, el interior fue Cesc y Andres, el extremo.
El ingreso de Francesc fue claramente ideado por Martino para asociarse en el medio con Xavi, Busquets e Iniesta, para crear superioridad en la medular y así conseguir la posesión por encima de los posicionales: Alonso y Modric.
Si bien Cesc no ha tirado desmarques, siempre fue un pie de apoyo para sus compañeros y en muchas ocasiones un nexo con Messi, para que Lio no estuviese mucho tiempo inactivo, o no hiciese el sacrificio de bajar a recibir demasiado lejos de la portería rival.
Otra decisión del ex Newell`s fue cortar en seco con las subidas innumerables de Alba y Alves. Sólo el brasileño realizó algunas incorporaciones, pero cuando el rival se encontraba con diez jugadores, en la segunda parte. Aún así no frenó la sangría constante en banda derecha, aunque por izquierda no sufrió por el poco participativo Bale y la desconfianza en aumento de Carvajal.
La modificación en el 78' de Alexis por Fábregas fue para buscar más profundidad y apertura en banda, para intentar diagonales con un Madrid en inferioridad numérica y encerrado atrás. Pese a las buenas transiciones y repliegue del rival, el gol de la victoria llegó tras un penal, tras intentos de disparos lejanos de Mascherano por encima del larguero y Alves que dio en la base del poste.
Por último, Pedro partía para muchos en el once inicial por su buen momento de forma, antagónico al de su compañero Ney. Lo cierto es que el nacido en Brasil no aprovechó la ocasión, oportunidad quizás en búsqueda de una reacción en el mejor escenario o una muestra de confianza.
Cabe destacar la poca reacción en el banquillo rival. Ancelotti no realizó cambios que produjeran una dosis de mejoría. Tras la expulsión de Ramos, dio ingreso a Varane (lo normal) pero sustituyó al punto de referencia en ataque, a Benzema que tenía una gran noche. Luego cambió a otro destacado como Di María, dando ingreso a un Isco que necesita del esférico para crecer y sin él, se pierde debido a su falta de intensidad. No obstante, distinguimos que el jugador número doce (Jesé) ha sufrido una grave lesión y no estaba disponible para intentar transformar al estadio con el ingreso de un canterano, que hasta hace unos días era el perfecto revulsivo.
Los aprobados y reprobados
Carvajal y Marcelo estuvieron desacertados en ambas áreas, no desbordaron casi nunca en zona ajena y se vieron claramente superados en facetas defensivas.
Alonso no dio el nivel esperado y el Madrid lo notó, ausente en labores de salida de balón y en robos de transiciones. Los Merengues lo extrañaron mucho, sin él no hay equilibrio, ya quedó demostrado en el inicio liguero.
Modric leyó el partido como corresponde, pero no soporta que pasen los minutos y no pueda tocar la pelota. Cuando la tuvo, la cuidó.
Bale y Ronaldo tuvieron alguna galopada pero en general, defraudaron, pese al gol del portugués con una arrancada propia y un penal que no debió pitarse ya que la falta fue fuera del área.
Benzema fue una exquisitez, acertado de cara a puerta como pocas veces y pivoteando con la elegancia que lo caracteriza. Gran cotejo en lo colectivo, asociándose con los dos extremos (una asistencia de taco a Bale de otro planeta), y en lo individual. Cuando se fue, el Real lo sintió y no encontró en Ronaldo ese 9 que da oxígeno a sus compañeros.
La cuatro defensores del FC Barcelona se vieron superados en todo momento, cometieron errores inocentes y obligan con su flojo nivel, a pensar en fichajes para la zona trasera. Alba fue el menos desacertado.
Xavi ya no es lo que era, no descubrimos nada con esto, pero él junto a Busquets no se equivocaron nunca y siempre la entregaron a los que se vestían del mismo color que ellos.
Neymar solo fue decisivo en el penal que fabricó, muy intermitente, perdió muchos balones en los pies de Pepe o di María.
La percepción que dejó el enfrentamiento no es definitiva, pero pudo serlo. Los que partían como favoritos pudieron sentenciarlo y perdonaron, mientras que los visitantes se agrandaron en la última chance para subirse al tren con destino al título de liga.
Los pupilos de Ancelotti no supieron ponerle el freno, la pausa, en los momentos adecuados. Muchos goles, pero con muchos desaciertos y descuidos. Ambos tendrán que estudiar lo ocurrido hoy para no repetirlo en las grandes noches de Champions League.
0 Comentarios..:
Publicar un comentario