Por la FA Cup, el Arsenal volvió a ganarle al Tottenham en
el clásico. Esta vez fue 2-0 con una gran producción que le permite avanzar a
la cuarta ronda.
El Derby más importante de Londres siempre se vive de manera
importante. En la instancia o competición que sea. Y en el torneo más longevo
del mundo, mucho más. Por la tercera ronda de la FA Cup, en el Emirates Stadium
se volvieron a enfrentar Arsenal y Tottenham y el partido dejó diversos matices
que desencadenaron en una nueva victoria gunner, como había ocurrido en el
primer semestre de temporada en el encuentro correspondiente a la Premier
League.
Bajo la conducción de Tim Sherwood, señalado por la comitiva
de los Spurs como entrenador definitivo tras ser interino por algunas fechas,
el conjunto que esta vez hizo las veces de visitante logró ascender algunas
posiciones en la tabla y también en el nivel de juego. Sin embargo, en este
clásico el rendimiento de su equipo volvió a caer, y los de Wenger fueron
ampliamente superiores.
El planteamiento que el Tottenham intentó desde los primeros
minutos fue desbaratado rápidamente por el local. Con Adebayor y Soldado de
puntas, más la aparición por detrás de Eriksen y Lennon, ejercían una presión
que buscó ser asfixiante en el inicio ante la salida del Arsenal. Hasta los 15
minutos, funcionó dicha forma, aunque crearon una sola situación de gol que el
holandés no pudo aprovechar.
Después del primer cuarto de hora, el elenco de Wenger logró
superar las dos primeras líneas de presión que imponía el contrario y, cuando
llegaba a la mitad, lograba desplegar su juego habitual. Así fue que llegó el
primer gol. La gestación de la jugada se dio por la derecha, con la salida de
Sagna. El lateral francés jugó con Gnabry, el canterano que tuvo un gran
partido, y allí ya no hubo opciones. El juvenil llevó a cabo una gran diagonal
desde su costado al centro y le cedió la pelota a Santi Cazorla, quien definió
perfecto con un tiro cruzado al segundo palo.
Rosicky ya la picó ante la salida de Lloris y sale a festejar
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El gol fue un quiebre en el encuentro. Los Spurs ya no
lograrían hacer lo que estaban desarrollando. Dembelé nunca se juntó con
Eriksen, cada uno condujo como pudo por su parte, y Adebayor se retrasaba
demasiado en el campo, en algunos momentos incluso dejando al ex Ajax por
delante de él. De esta forma, el Arsenal modeló una gran primera parte,
reduciendo a la mínima expresión el plan adversario, imponiendo su estilo en la
mitad y creando varias situaciones claras.
A la segunda parte, el Arsenal salió unos metros más
retrasado, consciente de que al Tottenham le costaba llevar la pelota –pese a
que era el objetivo de la presión, nunca la manejó bien-, y cerró muy bien los
espacios. Cuando recuperaba, salía rápido lanzando a todos sus hombres en
ofensiva y eran casi incontenibles para los defensores blancos. Vlad Chiriches
por momentos se mostró solvente en la visita, pero acabó siendo parte de una
endeble última línea.
Las combinaciones en tres cuartos aumentaron para los Gunners,
todas de notable calidad, y las chances de gol fueron apareciendo. Primero, de
Walcott, y luego fue el turno del checo Rosicky, quien marcó su gol y coronó un
gran partido. El lateral Rose se equivocó en la salida, Thomas la recuperó y
enfiló solo hacia el arco; cuando Lloris salió, definió con maestría.
Tanto Rosicky, como Walcott creando espacios y llegando como
extremo (no funcionó bien cuando tuvo que ocupar el centro del ataque como
referencia), Arteta, Wilshere y Cazorla, fueron fundamentales desde su
velocidad mental y de piernas para doblegar a un Tottenham que no tuvo ni una
idea en la segunda parte. Llegaba por los costados, pero todo derivaba en
centros hacia los dos atacantes de área, y la defensa de Arsenal nunca otorgó
ventajas.
Cerca del final, Walcott se torció la rodilla cuando fue a
marcar a Dembelé, y parece que puede ser serio, pero habrá que esperar los
chequeos médicos. Mientras tanto, siguen las lesiones en el camino del Arsenal.
Para el cierre, el local terminaría controlando la pelota, moviéndola de acá
para allá y terminando el partido, bajo la alegría de todos los aficionados
presentes por volver a ganar el Derby. A una nueva ronda de FA Cup, esta
temporada por fin el Arsenal apuesta fuerte. A su juego característico de cada
año, le ha sumado carácter y mayor competitividad. Las condiciones favorables
están dadas, más allá de todo.
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