Lo que parecía no más que un trámite para el Manchester City
derivó en un difícil partido, que terminó 1-1 ante el Blackburn por FA Cup.
Habrá replay.
Por un lado, un equipo con gran tradición en Premier League,
más allá de no conseguir muchos títulos, hoy décimo en Championship, a misma
cantidad (17 puntos) del líder que del último. Del otro, un Manchester City que
agigantó su figura con economías externas en el último tiempo, que pelea en
muchas competencias a la vez y que actualmente en día es un fuerte candidato a hacerse
con el torneo de la máxima división inglesa. Ambos se enfrentaron en la tercera
ronda de la FA Cup, el torneo más añejo del mundo, y lo que parecía un trámite
para los ciudadanos finalmente no fue tal.
Los Rovers, como locales en Ewood Park, hicieron un gran
partido y merecieron acabar llevándose la victoria. A fin de cuentas,
terminaron desplegando un mejor juego, con un esquema cerrado, con los
habituales titulares, frente a los dirigidos por Pellegrini, que dispuso una
alineación con varios suplentes, pero de indudable jerarquía ante lo presentado
por su rival. Con el paso de los minutos, lo que el City pretendía controlar se
le fue haciendo lejano, y el Blackburn comenzó a hacer su tarea.
Parado en un 4-5-1, el dueño de casa intentaba que Gestede,
su centro delantero, pivotee para la llegada desde atrás de los volantes. Sin
embargo, el atacante no lo pudo hacer siempre bien. Como enlace, aparecía
Taylor, y siempre que recuperaban la pelota buscaban salir rápido lanzando a
los hombres por banda. Si bien no era abrumador, ni mucho menos, el local
controlaba las acciones del partido, aún sin crear situaciones claras en el
primer tiempo.
De todas maneras, la jerarquía individual es un aspecto que
suele jugar a favor en los equipos grandes en momentos como este. Al final de
esa etapa inicial, en una pelota parada el Manchester logró abrir un partido
que se le estaba complicando. Centro, cabezazo y apareció el español Negredo
(un pasito en offside) para conectar a la red, en posición de goleador,
demostrando que su primer semestre en la Premier no fue casualidad y
ratificando su muy buena adaptación a otro tipo de juego completamente
diferente al español.
Negredo festeja su gol con Lescott y Dzeko |
En una extraña decisión, el chileno entrenador de los
ciudadanos ubicó un doble 9 conformado por el ex Sevilla y el bosnio Dzeko. Eso
implicaba crear continuamente juego en tres cuartos y la constante subida por
los costados. El primer punto le costó llevarlo a cabo, dado que Silva estaba
muy encerrado en el carril derecho, no se asociaba con Fernandinho, y tapaba la
proyección de Boyata. Por el otro lado, Milner siempre fue, pero en todos los
casos tuvo la marca del lateral diestro contrario. El Blackburn era un equipo
aplicado, sin embargo se iba al descanso en desventaja.
Lo mejor que se le puede atribuir al director técnico Gary
Bowyer es que no cambió el libreto para la segunda mitad. Salió incluso con más
decisión, y encontró rápidamente el empate con una jugada similar. Una pelota
aérea, los Rovers hicieron buenas cortinas, Gestede se anticipó y un rebote del
débil Pantilimon terminó por beneficiar a Dann, que la empujó desde el mismo
lugar en el que antes había convertido Negredo. Se hacía justicia en el
marcador, y de allí en más el local fue en busca de una victoria que hubiese
sido muy significativa.
Impactados por el golpe, los citizens no reaccionaron, y el
Blackburn creó varias situaciones claras, las que no había podido en el primer
tiempo, y empezó a jugar cerca del arco adversario. Aunque no pudo marcar el
segundo, pese a que el DT se jugó el todo por el todo haciendo entrar a Rhodes
y a DJ Campbell. Los laterales de Spurr eran una gran amenaza, con centros con
las manos como lo hacía Delap, el retirado jugador ex Stoke. Fueron 25 minutos
en los que fue superior, aunque durante todo el partido el conjunto dio la
sensación de que no podía hacer más que eso, y el City con poco logró llegar al
arco rival en algunas oportunidades.
Pellegrini metió en cancha a Yaya Touré y a Jesús Navas, con
el objetivo de volver a tener la pelota y de abrir la cancha, ser más ancho. Lo
logró por unos minutos, ganó las segundas jugadas, pero todo terminó ahí. En el
final, nuevamente el local volvió a la carga y el Manchester terminó apretado,
con la expulsión de Boyata. Habrá replay finalmente, y el calendario comienza a
apretarlo al City, que no jugó nada bien, pero tiene una enorme chance en el
Etihad Stadium.
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