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Sir Gus Poyet

Tras eliminar al Manchester United, el uruguayo vive su momento de gloria como entrenador. Buscará en Wembley su primer título como director técnico, pero sin desatender el objetivo por el cual fue contratado en Sunderland: mantener la categoría en Premier League.




Un jugador de carácter, de los que nunca se les puede reprochar nada debido a su sacrificio partido sí, partido también. Famoso jugador de la década de los noventa, que hoy en día sería bautizado como jugador box o box, de área a área, con un disparo potente de media distancia y un cabezazo furibundo. El 8 con llegada. Un ídolo allí por donde jugó.

Su gol, valió una Supercopa....
Su padre, Washington, fue un basquetbolista que marcó una época en Tabaré, un equipo que ganó todo y también en la selección uruguaya. Un hombre que lo aconsejó y acompañó en todo momento, y que, hasta el día de su retiro, juntó todos los recortes y fotos de su hijo en periódicos y revistas.

El nieto de Washington e hijo de Gustavo se llama Diego Poyet. Nacido en Zaragoza hace 18 años (puede  jugar con Uruguay, España o Inglaterra), actúa en las filas del Charlton Athletic, como volante de marca y contención. Una posición algo más defensiva y menos "llegadora" que la de su progenitor.

Diego, en un partido ante el Manchester United...
Defendió a Inglaterra en la Sub-16 y Sub-17, y su padre ya se pronunció al respecto: "Ya es mayorcito, deberá ser él quien elija en un futuro, pero es un orgullo que Inglaterra o Uruguay piensen en su concurso".

La carrera de Gustavo Poyet como jugador, inicia con 20 años, en el equipo Darsenero, el River Plate de Uruguay. Conjunto que dejó un buen sabor de boca en las campañas de 1992 con Victor Púa y la 2007-08 con el juego vistoso de Ramón Carrasco. Un equipo que ganaba, gustaba y goleaba de la mano de Urretavizcaya y el australiano-uruguayo, Richard Aníbal Porta Candelaresi.

Tras un paso fugaz por Francia en el Football Club de Grenoble Dauphine (actualmente Grenoble Foot 38), descubre la gloria y consigue, merecidamente, el amor de todo Zaragoza, con la extraña circunstancia de no haber jugado ni en Peñarol ni en Nacional. Fichado por su compatriota, Ildo Maneiro (participó del Mundial 1970 con Uruguay) quien fue reemplazado por Fernández cuando el equipo coqueteaba con la perdida de la categoría, a mitad de la competición.

Obtiene la Copa del Rey en 1994 ante el Celta de Vigo y forma parte del legendario equipo que gana al Arsenal la final de la Recopa en 1995 (los héroes de París), con gol de Nayim. De la mano de Víctor Fernández y jugadores de la talla de Pardeza, Aragón, Esnaider o el meta Cedrún, firman una de las páginas doradas en la historia del Zaragoza.

Junto a Enzo en la Copa América 1995...
Tras su paso heroico por España y la Copa América conquistada con Uruguay (En 1995 ante Brasil por penales en Montevideo), Gustavo arriba al Chelsea dirigido en aquel entonces por Gullit, con quien gana una FA Cup. Más tarde, Gianluca Vialli se hacia cargo del elenco de Stamford Bridge, y con él, sumaban otros cuatro títulos al palmares del club de Londres (Copa de la Liga, Recopa y Supercopa de Europa en 1998 y su segunda FA Cup en el plano personal en el 2000). Es muy recordado por esos lares, su tanto en el minuto 82 ante el Real Madrid en la Supercopa europea disputada en Mónaco (la primera edición a partido único).

Tras un año con Ranieri, donde disputó la Champions y cayó apeado de forma estrepitosa en cuartos de final por el Barcelona por 5-1 en la vuelta, tras ganar 3-1 en la ida, su destino fue Tottenham Hotspur.

Junto a él, daban renombre al proyecto, la vuelta de Teddy Sheringham y Christian Ziege, todos presididos por el flamante presidente Daniel Levy, quien escogió como Manager a Glenn Hoddle. Lo más destacado en el club de White Hart Lane, es la final de la Worthington Cup de 2002, donde cae derrotado por el Blackburn Rovers.

Cabe destacar el cargo que ocupó, ofrecido por el gobierno, en 2005. Fue presidente de la ONFI (Organización Nacional de Fútbol Infantil), junto al psicólogo Gabriel Gutiérrez y el exárbitro, Ernesto Filippi. Además, tuvo como consejeros asesores, a Sergio Markarian y Óscar Washington Tabárez.

En 2006, comenzó a dar sus primeros pasos como asistente técnico en el Swindon Town (club donde se retiró) y el Leeds United. Un año más tarde perteneció al equipo de trabajo de Juande Ramos en el Tottenham Hostpur, para finalmente recalar en el Brighton, su primer experiencia.

Aficionado del Chelsea, pero admirador del Arsenal por cómo juega al fútbol, circula el balón y controla los partidos, se quedó a las puertas del ascenso a la Primera División en la temporada pasada, con el Brighton & Hove Albion, tras caer eliminado en semifinales de los Playoffs de Ascenso contra el equipo que, finalmente, ganó el billete a la Premier (el Crystal Palace de Ian Holloway).

Paso agridulce por su salida...
Se enteró de su despido -como consecuencia de su suspensión, investigación y un posterior proceso disciplinario tras las semifinales de los Playoffs, junto a Taricco y Oatway, sus ayudantes- en una programación en la BBC, mientras comentaba el España-Nigeria de Copa Confederaciones.

Ha dejado el Brighton con un proyecto estable de cara al futuro. Un ascenso de Ligue One a Championship y la ya mencionada eliminación en semifinales, rumbo a la Premier.

En la actualidad dirige al Sunderland, en el que desembarcó con la oportunidad de crecer en lo personal y enfrentarse a los más grandes. Su objetivo de permanencia, parecía complicado, pero paso a paso ha logrado devolver la confianza a sus pupilos.

No obstante, permanece en puestos de descenso, pero además del regalo de la final de la Capital One, el conjunto entrenado por el oriundo de Montevideo, da señales de mejora cada fin de semana, demostrando que ya puede ser llamado "Sir" por su extensa y victoriosa carrera en Inglaterra...


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