La Roma ha perdido el liderazgo en el Calcio, pero con su entrenador respeta una filosofía de juego más allá de resultados. A
continuación, un análisis por el equipo que conduce este francés que se consagrara con el Lille.
La temporada
europea, desde que comenzó allá por el mes de agosto, supo mostrar el crecimiento y el querer volver a ser de varios clubes que supieron de gloria en
pasados no muy lejanos, pero que se encontraban escondidos, ocultos bajo el
poderío de otros equipos que se mantienen desde hace varios años en la elite
europea. Mientras en Italia el nivel de funcionamiento ha
ido creciendo en diferentes equipos, de la mano ha ido la elevación de rendimiento en la Roma.
En esta
última semana, Jorge Valdano estuvo en la Argentina presentando su último libro
(“Los 11 poderes del Líder”), y decía que Guardiola había dado otra dimensión
al fútbol. También sostenía que, al hacerlo ganando, generó una enorme
influencia desde otros ámbitos. El del Calcio es uno de ellos, con el conjunto
dirigido por Rudi García como principal artífice de un estilo que obedece la
misma cultura futbolística.
Desde un
primer momento, con la compañía de los resultados, el elenco capitalino respetó
las formas tradicionales en el Calcio de lo que Pep intentó en su Barcelona (en
sintonía con su Bayern Munich). Hizo de la posesión un culto, con el constante
movimiento de las piezas, búsqueda de espacios, y muchos otros conceptos, como
la asfixiante presión en tres cuartos, en la primera temporada en la que es
dirigido por este entrenador francés.
A propósito
de García, hombre siempre serio, de gestos adustos y frecuente cara de enojado
y de concentración en lo que observa, esta es la séptima experiencia en el
banco de un club, después de hacerse un nombre en Francia, y saltar a uno de
los equipos europeos más importantes. Allí en el país galo estuvo en varios
clubes, pero su mayor y mejor obra estuvo en Lille, conjunto al que dirigió
desde 2008 hasta mediados de 2013, cuando decidió dar el salto a la Loba.
La 2013/14
la arrancó de la mejor manera, en cuanto a lo que buscó mediante el juego y
también en resultados, quedando a las puertas de un récord que hubiese sido
histórico. Ganó los diez primeros partidos de la Serie A; pese a tremendo
logro, no pudo alcanzar al Tottenham, que llegó a 11 en la 1960/61,
representando la mayor racha en Europa de todos los tiempos.
El que no
le permitió seguir con esa ráfaga fue un Torino que le empató como local y le
cortó el gran andar. Pese a hacer un gran partido, Cerci se lo igualó en la
segunda mitad y ese encuentro fue un quiebre. Si bien hasta aquí, en 13
partidos disputados, mantiene el invicto, no pudo continuar con la lista de
victorias, algo que era un tanto previsible. Luego del décimo triunfo
consecutivo, acumuló tres empates que le han quitado el liderazgo: el nombrado
ante el “Toro”, y ante Sassuolo y Cagliari en el Olímpico.
Las diez
victorias quedarán en la historia grande (es récord en Italia), aunque la baja
se atenúa teniendo en cuenta los tres puntos de nueve, más allá de haber jugado
mejor que su rival y de merecer la victoria. Algunas lesiones claves lo
perjudicaron, e hicieron mella en los últimos encuentros jugados, aunque no
tuvieron la repercusión inmediata en su momento para cortar con la senda
victoriosa. A continuación, un despliegue por las bases, las formas, el estilo
de esta Roma conducida por Rudi García, un técnico que nunca se mostró conforme
pese a los diez partidos de inicio en los que no conoció ni siquiera el sabor
del empate.
Sistema y modificaciones tácticas
Como
especifiqué unas líneas arriba, la Roma es un equipo de respeto por el balón.
Uno de los ejemplos del cambio de faceta en la ideología futbolística italiana,
de la influencia a la que Valdano hacía referencia a partir de Guardiola.
García utilizó como base el 4-3-3, con dos laterales de suma proyección, un
volante de corte, dos interiores, dos extremos y un falso 9.
Dibujo y jugadores predilectos |
Con las
lesiones sufridas, varió muy poco. Pjanic pasó a jugar más adelantado y, por momentos,
el dibujo se transformaba en un 4-3-1-2. Con el ingreso de Borriello todo
volvía a la normalidad. A partir del retorno de los jugadores que se fueron
bajando a causa de golpes, irá retomando el curso común con su esquema
predilecto.
Mecanismo de salida
A
diferencia de la mayoría de los equipos con este estilo, no utiliza
frecuentemente la salida lavolpiana,
en la que el volante central se mete entre los zagueros para lograr una
superioridad numérica y lograr sacar el balón por el medio. Daniele De Rossi lo
hizo en muchos casos, pero el equipo no ha hecho de éste el principal mecanismo
para salir y transportar la pelota.
La mayoría
de las veces ha optado por una salida lateral, con el ‘4’ y el ‘3’ bien
abiertos, para sí luego jugar la pelota al medio. Es decir, superar la primera
línea de presión rival por las bandas y luego sí jugar al carril central del
campo de juego, para que DDR juegue con los interiores y le den forma a la jugada
ofensiva. Tanto Maicon, por derecha, como Balzaretti/Dodó por izquierda,
siempre salen por su costado.
Por otro
lado, cuando la salida es a la contra, también emplea una salida lateral, pero
con otros movimientos de ataque. El marfileño Gervinho se recuesta como nunca
sobre la línea de cal, para dar apoyo al marcador de punta que tiene el balón.
Lo propio hace Florenzi si la bola sale por el lado derecho. Mientras tanto,
por el centro se van acumulando las camisetas bordó que se suman al ataque. El
riesgo está en la pérdida, y ese es un punto que luego desarrollaremos.
Manejo por el centro
Posteriormente
a la salida por uno de los flancos, por el centro los tres futbolistas que
suele ubicar el entrenador se van ordenando para recibir y generar juego. De
Rossi centraliza su posición, mientras Pjanic ocupa el lugar de interior
derecho, y Strootman el del sector izquierdo. Más allá de que los tres tengan
un control de balón parecido, con su fino pie derecho, tienen distintas
funciones.
De los
tres, el más punzante siempre es Pjanic. El ex volante del Lyon tiene una
marcada tendencia ofensiva, y siempre que agarra la pelota es para encarar
rumbo al arco rival o volver a abrir a los costados para las trepadas de los
laterales, que tocan en salida pero luego se suman al ataque, ocasionando
llegadas con varios jugadores al arco contrario.
Pjanic, hombre clave en el equipo de García |
En tanto,
el holandés Strootman hace un trabajo silencioso. Siendo llegador, está atento
a los relevos, colaborando en la recuperación con el volante tapón, ejerciendo
la función de mediocampista desde el centro cuando De Rossi pasa a jugar a la
defensa, en la zona central (allí también el subcapitán ha tenido buen
rendimiento). Otra variante es Bradley: el estadounidense es un reloj en el
medio cuando le toca jugar, ejerciendo similares funciones a las de Strootman,
aunque no es titular (lo ha sido cuando Pjanic juega más adelantado).
Superar ausencias claves de Totti y Gervinho
Allá por la
octava fecha, cuando la Roma ya había superado la marca de mayor cantidad de
partidos ganados en su país, el rival era el Napoli, en un partido fundamental
por el liderazgo en la Serie A. Pese a la clara victoria, el partido dejó dos
lesionados de renombre. Uno fue la gran figura, el referente más importante de
la historia de la institución: Francesco Totti. El otro, uno que se hacía
fuerte con el transcurrir de los partidos, Gervinho.
Históricamente,
el lugar que le ha pertenecido al ‘10’ fue el de enlace, por detrás de los
puntas y por delante de la línea de mediocampistas. Desde la época de Spalletti (estuvo en club hasta mediados de 2009), jugó de falso 9, aunque ahora se acentúa su función en esta posición. Al mejor estilo de los equipos de Guardiola, lógicamente con otra realidad. El capitán no tiene el mismo despliegue
que puede tener Messi (con obvias diferencias), aunque fue importante para
crear espacios, atraer marcas, y distribuir la pelota a las bandas.
Con la
lesión de Totti, que ya lleva cinco partidos viéndolos desde un palco, el
equipo perdió una referencia en la fase ofensiva. También tiene menos pase, y
menos inteligencia para la filtración de una bola entre líneas. Pjanic lo ha
sabido suplir en los primeros partidos, de hecho aquel encuentro ante Napoli lo
decidió el bosnio con dos goles de pelota parada (uno con un perfecto tiro
libre, otro gran ejecución de penal, demostrando que en pelota parada no han
sufrido la baja del ídolo). En los juegos recientes, el equipo perdió
imaginación, con un Pjanic que bajó su nivel, y la vuelta de Totti se hace cada
vez más necesaria para abrir los partidos, después de tres igualdades seguidas.
Totti, gloria y prócer en el club |
En otro
orden, la baja de Gervinho también fue muy sensible. El delantero de Costa de
Marfil había tenido un bajo nivel en Arsenal, pero en la Roma logró levantar
considerablemente, volviendo al ser aquel que había llegado entrenado García
en aquel Lille, plataforma que elevó a Gervi
a la elite del Viejo Continente.
Rudi le devolvió la confianza, y su lesión fue una baja clave, ya que en los primeros partidos tenía un arranque en velocidad demoledor, con capacidad de resolución. Se ubicaba bien por banda para apoyar en salida, y generaba muy bien líneas de pase a espaldas de los volantes rivales. En estas fechas vuelve, tendrá que recuperar su mejor nivel. Además, el extremo es importante para construir ataques cortos, mediante la asfixiante presión en la salida del equipo contrario.
Alternativa Borriello
La lesión
de Totti fue un punto de inflexión. De allí, a buscar alternativas. En la
construcción de juego, en asumir su rol de generador, estuvo Pjanic. Pero
muchas veces el conjunto ha sufrido con esquemas cerrados, y una variante por
la que apostó el director técnico ha sido el ingreso de Borriello, para tener
una referencia ofensiva para recibir pelotas largas.
Lógicamente,
la idea es tener un faro de área para fijar a los centrales y lograr espacios para
Gervinho y/o Florenzi, aunque su inclusión encierra otro concepto. Con Leandro
Castán o De Rossi como lanzadores, Borriello es un gran bajador de pelotas. No
será Lewandowski en la materia, pero tiene las aptitudes para bajar un pelotazo
y darle sentido al ataque. Por otro lado, es el único jugador del plantel con
vocación de goleador, pese a que no ha marcado mucho desde su llegada al club.
Llegadas y fallas a la contra
Las jugadas
ofensivas de la Roma suelen finalizar con varios hombres cerca de la frontal. A
los tres futbolistas de punta (si no es Totti o Borriello, suele estar Ljajic),
se le suma Pjanic, unos metros más retrasado, y los laterales. Ambos marcadores
de punta tienen una notable proyección para sumarse al ataque y lograr una
superioridad. Es el equipo con los mejores laterales del Calcio para esta idea
(en Inter, si bien la apuesta por banda es parecida, Jonathan y Nagatomo
comienzan la jugada desde otra línea).
Maicon
tiene su reconocida trayectoria, mientras que por el otro lado, Balzaretti es
un líder del equipo y Dodó hace sus primeras armas, con un gran manejo con
pierna izquierda. Con la incorporación a la otra mitad del terreno, las
finalizaciones de los dirigidos por Rudi García son con seis jugadores cerca de
la meta contraria. De todos modos, esto ocasiona otro de los principales
problemas que ha mostrado la Roma: la floja transición defensiva.
Salida por derecha con Maicon |
En las diez
primeras jornadas, cuando todo lo que jugó significó tres puntos para este
equipo, tan solo recibió un gol. Luego, vinieron sólo dos más. Es el equipo
menos goleado de Europa, aunque junto con la baja del nivel y los tres empates,
ha disminuido su funcionamiento en el retroceso. Si bien le marcaron muy poco,
el arquero De Sanctis lo ha salvado en más de una oportunidad en los recientes
partidos, con una transición de ataque a defensa un tanto desordenada y sin
cubrir los espacios con eficiencia como ocurría en el primer tramo de lo que
hasta aquí se lleva disputado del Calcio.
Desde su
llegada en junio, Rudi García supo formar un gran equipo, darle nuevos aires a
un club que necesitaba levantar de una vez. Todavía conserva el invicto, aunque
hace tres partidos que no logra llevarse una victoria. Con la vuelta de
Gervinho, seguramente pueda levantar en ofensiva; así como este DT supo
llevarlo a su mejor nivel, puede volver a hacerlo. El retorno de Totti, que estaría próximo a
darse, también será fundamental. Es una época de la competición italiana en la
cual se le complicó un tanto la actualidad a la Loba, aunque tiene con qué
salir, y aún no ha caído en ninguna oportunidad, siendo el último empate ante
Cagliari el único partido en donde no marcó goles.
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