El Ciclón no comenzó de la mejor manera pero al final de la temporada conquistó un título. Luego Juan Antonio Pizzi dio un portazo y se fue el Valencia, ahora Edgardo Bauza busca aceitar un equipo que busca la Libertadores.
San Lorenzo empezó la temporada 2012/2013 con Ricardo Caruso Lombardi. El técnico que salvó al club del descenso, planificó un equipo que con otros jugadores de renombre para poder sacar definitivamente al club santo de la lucha en el descenso. Para eso contrató, entre otros, a Juan Ignacio Mercier.
San Lorenzo empezó la temporada 2012/2013 con Ricardo Caruso Lombardi. El técnico que salvó al club del descenso, planificó un equipo que con otros jugadores de renombre para poder sacar definitivamente al club santo de la lucha en el descenso. Para eso contrató, entre otros, a Juan Ignacio Mercier.
Pero los resultados de Caruso no fueron los esperados por parte de la dirigencia. Derrotas en clásicos, poca respuesta del equipo en la cancha, un desgano generalizado, hicieron que “Richard” deje su cargo en octubre de 2012. Y el 11 de ese mes, empezó la era Pizzi en San Lorenzo.
La
fecha 11 del Incial 2012 fue el primer partido de Pizzi al mando de San
Lorenzo, fue empate. Un resultado que sería una constante en la era del, hoy,
técnico del Valencia. Mucho empate, victorias y pocas derrotas. Recién en la
fecha 14, fue el partido donde Juan Antonio Pizzi consiguió su primera victoria
en San Lorenzo y en primera. Fue un rotundo 4 a 0 a All Boys en el Nuevo
Gasómetro. Y de ahí el equipo hizo un gran cierre de torneo.
Cuatro
victorias (incluida el partido frente al equipo de Floresta) y dos empates. Ese
fue el récord tras su primera victoria. Una sola derrota tuvo durante el
Inicial 2012. Fue frente a Boca por 3-1 en la Bombonera. Por eso, el torneo
Final 2013 empezaba a levantar la expectativa en el hincha azulgrana.
Pero
el arranque de ese torneo no fue el ideal. Tres empates y una sola victoria en las
primeras cuatro fechas empezaron a sembrar la duda en la gente y eso empezó a
notarse. Un equipo irregular, que se le notaba a las claras los errores individuales.
Y empezó el famoso murmullo.
En
la fecha 11, tras derrotas dolorosa como el 4-1 con Racing, fue el punto clave
donde se sabía si Pizzi iba a ser o no el técnico tras ese partido. Una derrota
terminaba el ciclo del ex Rosario Central, en San Lorenzo. Pero fue empate
gracias a Walter Kannemann quien marcó la igualdad.
Y
ese partido fue un quiebre. San Lorenzo tras eso hizo cinco victorias y tres
empates. Un cuarto lugar y clasificación a la Copa Sudamericana fueron los
logros que consiguió Pizzi en sus primeros meses en el club.
De
un club que arrancó peleando el descenso, terminó con el cambio de DT mirando
en el panorama internacional y mucho más tranquilo en el promedio. Ahora
empezaba a verse lo verdaderamente importante para el club y el técnico, tres
competiciones (Copa Sudamericana, Copa Argentina y Torneo Local) para Pizzi y
sus dirigidos.
Así arrancaba la temporada 2013/2014 para San Lorenzo. Ya con una base de jugadores, asentados y con una idea clara: conseguir un título de los tres. Por eso, Pizzi con los dirigentes decidieron contratar a varios jugadores en la faceta ofensiva: Martín Cauteruccio (Delantero), Juan Ignacio Cavallaro (Mediapunta), Fernando Elizari (Mediapunta). Mientras que en la defensa, el lugar que más dudas generaba, llegaron: Fabricio Fontanini (Central) y Emmanuel Más (Lateral izquierdo). Y tras el problema policial que sufrió Pablo Migliore, el ex Boca fue dejado en libertad de acción, se contrató a Torrico y se firmó a Cristián Álvarez, conocido por Pizzi. Estas contrataciones, a priori, levantaban la “categoría” del equipo.
Estructura
táctica durante el Torneo Inicial 2013
Juan
Antonio Pizzi implementó varias tácticas durante estos seis meses. Muchas de
estas variaciones se fueron a causa de la rotación que implementó el técnico
por la triple competición que tenía San Lorenzo delante.
El equipo titular con la formación que por principio fue el ideal de Pizzi |
Su
idea inicial fue plantar a San Lorenzo con un 4-2-3-1. En el arco empezó
Álvarez, quien tras cinco partidos y varios errores terminó perdiendo el puesto
con Tórrico. La defensa empezó con Buffarini de lateral derecho, Alvarado y
Gentiletti como centrales y Más de lateral izquierdo. El ex San Martín de San
Juan terminaría perdiendo el puesto con Kannemann.
Mauro
Cetto fue el comodín de la defensa. Porque cada vez que se ausentaba el capitán,
Alvarado, o Gentiletti entraba el ex Toulouse. Esto se debe a que el fichaje de
Fontanini fue realizado pero el jugador llegó desde Rafaela con una lesión en
el tobillo que le impediría jugar hasta casi el final del torneo.
El mediocampo tenía un solo jugador titular fijo y seguro: Juan Ignacio Mercier. “El Pichi” fue la gran figura, por encima del resto, de este equipo. Su
compañero en el doble cinco fue el más variado. Quién inició, y terminó el
torneo, fue Néstor Ortigoza, tras su paso por el fútbol de Emiratos Árabes
Unidos. Pero en el durante tanto Enzo Kalinski como Leandro Navarro tuvieron
participación por el ex Argentinos Juniors.
Los
tres mediapuntas fueron fijos. Pero no siempre con el rendimiento de Mercier.
Ángel Correa por derecha, Leandro Romagnoli de clásico enganche e Ignacio
Piatti por el otro lado. Y arriba sólo, Martín Cauteruccio.
Hasta
la fecha seis del torneo, sumado los partidos de la Copa Sudamericana con
River, se mantuvo esta idea. Pero llegó un momento que empezaría cambiar la táctica
de Pizzi. En el partido con Rosario Central en el Gigante de Arroyito,
Cauteruccio sufrió la rotura de ligamentos cruzados.
Ahí
apareció la figura de Gonzalo Verón. El ex Sportivo Italiano, era un estilo
completamente diferente. Mucho más veloz y quizás no tan claro a la hora de
definir como el uruguayo.
El equipo suplente de San Lorenzo |
En
ese momento, San Lorenzo pasó a un 4-3-1-2. La defensa se mantuvo intacta. El
medio sumó un jugador más. Ahora Mercier y Ortigoza fueron acompañados en
muchas ocasiones por Piatti, que tuvo una labor más que destacada en la defensa
ayudando a Kannemann en la banda izquierda. Romagnoli pasó de enganche y Correa
acompañaba a Verón en la delantera. Pero la suerte parecía querer singar el
camino de San Lorenzo por el torneo.
En
la final de la Copa Argentina, donde San Lorenzo pierde por 3-0 con Arsenal, se
rompe los ligamentos cruzados Gonzalo Verón. Ahora sí, decididamente sin
delanteros, Pizzi optó por un 4-4-2.
Con
la misma línea de cuatro, esta es la que menos variaciones sufrió en el cambio
de “números telefónicos”, y con un medio ahora integrado por Romagnoli en la
banda derecha y Piatti en la izquierda. Correa y Villalba en la delantera. El
cierre del torneo, San Lorenzo lo afrontó sin delanteros.
Arqueros
San
Lorenzo mantuvo en el plantel a Sebastián Tórrico, que llegó al club cuando
Pablo Migliore tuvo un conflicto con la justicia y estuvo 40 días preso, y arribó Cristián Álvarez desde el Espanyol de Barcelona. El arquero ex Rosario
Central, llegaba con el objetivo de tener continuidad y, porque no, llegar a la
Selección Argentina.
Pero,
Álvarez sólo jugó cinco partidos. El hecho de que haya cometido un grave error
en la Copa Sudamericana ante River, que terminó en gol de Jonathan Maidana,
marcó su camino. La gente no lo quería ni ver y ahí apareció Torrico.
La atajada del campeonato de Sebastián Torrico |
Con
el mendocino en el arco, San Lorenzo se afianzó. Momentos claves como el penal
atajado a Boca en el último minuto y esa mano heroica contra Vélez en la última
fecha lo asentaron definitivamente en el corazón del hincha.
Defensores
La
línea de cuatro fue la constante en San Lorenzo. Nunca varió en ese sentido
pero si los que cambiaron a lo largo del torneo fueron sus protagonistas. Hay
que empezar por la banda derecha donde Julio Buffarini, comenzó a jugar en un
lugar que nunca lo había hecho.
El
cordobés se lo notaba molesto en esta nueva posición que tenía que recorrer
toda la banda y marcar, sobre todo esto último era donde dejaba más dudas.
Llegando muchas veces a destiempo. Pero con el correr de los partidos se fue
asentado y tuvo un rendimiento de regular a bueno.
Aunque
en el medio, Juan Antonio Pizzi intentó con otras variantes. Primer con Matías
Catalán, el juvenil que tuvo una buena labor en su debut vs Racing en el
Cilindro. Pero luego tuvo varios errores que lo relegaron. Ahí fue cuando, en
cuenta gotas, apareció Gonzalo Prósperi. Uno de los fichajes más regulares de
junio de 2012, jugó poco y no de la mejor manera, por eso Buffarini se adueñó
del lateral derecho.
En
la zaga central es donde empiezan los problemas para San Lorenzo. Pablo
Alvarado y Santiago Gentiletti fueron la dupla de Pizzi durante el torneo
Inicial 2012, pero no tuvieron los rendimientos buscados por el técnico. Por
eso, en enero de 2013 se contrató a Mauro Cetto para que sea el primer central
titular.
Pero
esto nunca pasó. Alvarado y Gentiletti seguían con la titularidad durante el
Final 2013 y en junio San Lorenzo confirma la contratación de Fabricio
Fontanini. En el Inicial del mismo año, seguían los mismos de siempre. Cetto,
le estaba costando volver al fútbol argentino a pesar de tener buenas
actuaciones para el DT no superaba a Alvarado. Y Fontanini llegó con una fisura
en el tobillo y pudo jugar recién en el final de ese torneo de a poco, hasta
que se desgarró previo a la última fecha con Vélez.
Las
desatenciones individuales de la defensa le costaron a San Lorenzo varios
puntos. Pero no eran errores de la defensa como conjunto, sino cada uno en
particulares. Alvarado muchas veces intentaba anticipar y perdía. Gentiletti en
muchas salidas, por tratar de salir siempre bien, se complicaba y terminaba
perdiendo la pelota con todo el equipo saliendo.
Pero
no había mucho recambio y San Lorenzo jugó con ellos, a pesar de estos errores.
Y queda por el último el lateral izquierdo. El refuerzo TOP de junio de 2013
fue el de Emmanuel Más. Uno de los mejores jugadores en su puesto, según muchos
medios, terminó perdiendo el puesto con Walter Kannemann.
El
rendimiento de Más no fue el esperado, con errores grandes y el clamor popular
pedía por Kannemann en su lugar. Y así fue. “El Gringo” se quedó con la banda
izquierda y fue un pilar importante en el equipo, sobre todo por su actitud.
Mediocampistas
El
mediocampo siempre estuvo cubierto por un doble cinco. El único que nunca varió
en el esquema de Pizzi fue Juan Ignacio Mercier. “El Pichi” era el encargado de
todos los relevos cuando el equipo estaba jugado en ataque. Un rendimiento de
alto nivel tuvo durante todo el torneo.
Pero
el compañero de Mercier fue el que más se rotó. Primero, empezó Néstor
Ortigoza. El ex Argentinos Juniors, no empezó en un buen nivel para Pizzi y lo
cambió por Enzo Kalinski.
El
santiagueño más ocupado en la marca que en el juego, ayudaba a Mercier en el
momento de esperar al rival. Mientras que después aparecieron, Leandro Navarro
y hasta Leandro Romagnoli.
El
juvenil Navarro, entraba muchas veces en los segundos tiempo para darle piernas
frescas al equipo y una posibilidad de ataque con la pelota parada. Mientras
que Romagnoli disputó pocos partidos en ese puesto, raro para él en el fútbol
argentino, no así cuando estuvo en el Sporting Lisboa.
Mediapuntas
San
Lorenzo durante gran parte del torneo utilizó a tres mediapuntas. Estos tres se
repartieron minutos entre los titulares: Ignacio Piatti, Leandro Romagnoli y
Ángel Correa. Piatti intentó ponerse el equipo al hombro pero en el arranque le
costó. Se lo notaba desairado, quién se cargó esto fue Romagnoli.
Con
un buen rendimiento, el último ídolo que tiene San Lorenzo demostró que a pesar
de los achaques físicos su calidad seguía intacta. Y gracias a él empezaron a
relucir Piatti y, sobre todo pasando la mitad del torneo, Correa.
Luego,
cuando Pizzi empezó la rotación por la triple competición. Aparecieron Héctor
Villalba, Fernando Elizari y Juan Ignacio Cavallaro. El que más jugó y rindió
en este puesto, fue el ex Unión. Con gol incluido a Colón en Santa Fe, el
jugador del Sub 20 argentino empezaba demostrar su calidad en los minutos que
contaba en cancha.
Elizari
y Villalba, un paso atrás de Cavallaro, también supieron aprovechar sus chances
con goles y asistencias. Pero, una vez ya terminada la triple competencia, San
Lorenzo decidió mantener y los minutos que antes se tenían un poco más,
empezaron a menguar para ellos que siempre estuvieron esperando su chance en el
banco.
Luego
aparece Alan Ruiz, un jugador que tras el sudamericano Sub-20 en el verano de
2013 nunca recuperó su nivel, sólo tuvo apariciones esporádicas en el equipo,
aunque jugó el duelo definitorio con Vélez de titular.
Delanteros
Con
Gonzalo Verón, Martin Cauteruccio y Rodrigo Contreras, San Lorenzo carecía de
delanteros para poder rotar demasiado en este puesto. Las primeras seis fechas
las jugó el ex Quilmes, Cauteruccio. Con cinco goles, el hincha azulgrana ya
soñaba con un nuevo ídolo pero la rotura de ligamentos frente a Rosario
Central, dejaron sin un nueve natural al equipo.
El nueve que añoró San Lorenzo, duró sólo 6 fechas. Cauteruccio, tras este festejo, se rompe los ligamentos cruzados. |
Quién
empezó a jugar en esa función fue Gonzalo Verón. El ex Sportivo Italiano, con
características diferentes al uruguayo, cumplió. Rompiendo con su velocidad
extrema y siendo más asistidor que goleador (sólo un gol, en la derrota vs
Quilmes). San Lorenzo parecía encontrar su camino tras la desgracia de
Cauteruccio pero la suerte otra vez singó el camino azulgrana.
Verón
se rompe los ligamentos cruzados en la final ante Arsenal en Catamarca, y con
Contreras que encontraba dificultades físicas menores como desgarros, San
Lorenzo se quedaba sin delanteros para el resto de la temporada.
Por
eso, quién antes apareció en Mediapuntas, ahora se convirtió en punta. Héctor
Villalba fue quién se transformó en nueve de área. Aunque no tuvo una tarea
destacada de cara el arco, su labor en la presión alta a los defensores rivales
ayudó mucho a San Lorenzo en su juego.
Pelotas
paradas en defensa
Este
fue uno de los grandes problemas que tuvo como equipo San Lorenzo. Pizzi empezó
el semestre haciendo una marca en zona. La cual, el hincha nunca aceptó y que
esa misma efervescencia a la hora del juego no dejaron ver que la marca en zona
nunca fue el fallo en las pelotas paradas sino los errores individuales de sus
intérpretes, como el gol de Jonathan Maidana a Álvarez que se le escapa
tontamente la pelota al ex Espanyol de Barcelona.
Tras
varias fechas y algunos insultos, Pizzi se decidió por la marca hombre a
hombre. De esta manera sufrió un poco menos por arriba, aunque no era el punto
fuerte del equipo. Siempre complicado en el juego aéreo por no tener gran
altura en varios de sus jugadores.
Todos
con uno en todas las pelotas, el nueve libre a la pelota y uno sólo que
esperaba la contra que podía ser Correa o bien, Villalba.
Pelotas
paradas en ataque
San
Lorenzo tiene en Romagnoli, Buffarini y por encima del resto (cuando está en
cancha), Navarro para ejecutar las pelotas paradas. Muchas jugadas, durante la
era Pizzi, se buscó siempre la segunda jugada.
El
córner al primer palo para que alguien la peina y aparezca alguien en el
segundo palo como en gol de Cetto a Racing. O bien, con Romagnoli tirando el
pase a Correa en los corners y de vuelta para Romagnoli y así tirar el centro.
Mientras
que los que esperan en el área suelen ser los tres defensores de mejor juego
aéreo en el equipo como Alvarado, Gentiletti y Kannemann. Acompaña Kalinski y
los delanteros. Afuera del área suelen esperar Ortigoza y Correa, sí el córner
o tiro libre es centro a la olla. Mercier y Buffarini se encargan de aguantar
la contra, hasta que vuelvan sus compañeros.
Sorpresa
De
esta manera fue como San Lorenzo jugó con Pizzi al mando del equipo, un fútbol
directo y sin matices. Excepto en el final del torneo, donde las lesiones y
suspensiones menguaron al equipo y el técnico decidió por ser un poco menos
ofensivo.
Pero
el equipo tenía un estilo de juego, consiguió el campeonato con buen juego pero
también gracias a otros resultados que no se dieron. Cuando, previo al inicio
de esta pretemporada, Juan Antonio Pizzi presentó su renuncia para ser técnico
del Valencia.
Con
esto el asombro y la sorpresa en el club se hicieron notar. Nadie esperaba
esto. Un cambio de técnico que no era por malos resultados como suele pasar en
el fútbol argentino. Pero San Lorenzo tenía que afrontar el próximo torneo y la
Copa Libertadores, después de cuatro años. Por eso, la dirigencia azulgrana se
movió rápido y confirmó como nuevo técnico del club a Edgardo Bauza.
Incertidumbre
Eso
es lo que reinó en San Lorenzo, previo al arranque de este torneo. Porque, si
bien los logros conseguidos por Bauza no pueden entrar en tela de juicio,
habría que ver como el equipo se encontraba tras una sacudida importante como
fue la ida de Pizzi.
La
idea del técnico que llegaba era la misma que sostenía Pizzi, ser ofensivos.
Pero de otra manera. No la misma que tenía el ex jugador del Barcelona, que no
se preocupaba mucho en el arco propio (excepto en el cierre del torneo Inicial
2013 como se mencionó anteriormente) y sin el otro.
Bauza presentado por Lammens, Tinelli y Romeo en la pretemporada |
Bauza
era ofensivo pero no descuidaba, en sus equipos, el arco propio. Habrá que ver
como se adapta el equipo a la nueva idea del técnico. El arranque del equipo
fue como dice este subtítulo: Incertidumbre. Los fichajes de Bauza fueron:
Nicolás Blandi y Mauro Matos para reemplazar las lesiones de Cauteruccio y
Verón. Mientras que Carlos Valdés, el central para reforzar la zaga central.
El inicio de este semestre fue como dice este
subtítulo: una incertidumbre. Mal partido ante Olimpo en Bahía Blanca con una
derrota merecida. Buen partido ante Botafogo, con chances de ganarlo pero
errores defensivos individuales hicieron que el Fogao se lleve los tres puntos.
Pero
ya en la segunda fecha se vio un cambio tremendo en el equipo. Se volvió a ser
un poco el equipo campeón de Pizzi. Un equipo ofensivo y que gracias a la
firmeza del colombiano Valdés hicieron que San Lorenzo contra Racing sea otro
totalmente distinto.
Aunque
tuvo momentos de zozobra, el equipo mereció llevarse los tres puntos como lo
logró. Mientras que contra Argentinos Juniors, en el Diego Armando Maradona,
sufrió varios centros pero no preocupó del todo a la defensa. Ganó
bien y ahora está más tranquilo. Bauza ya empieza a tener espacio en el corazón
azulgrana.
Conclusión
San
Lorenzo es uno de los mejores planteles de San Lorenzo en cuanto cantidad, pero
aún le sigue faltando para lograr ser un gran equipo. Le falta afinar muchos
errores individuales.
Habrá que ver cómo sigue Bauza durante este semestre que recién empieza, pero el arranque fue torcido y de a poco se va enderezando. Y con el regreso de Cauteruccio ya cercano, el club se ilusiona con poder conseguir la Copa Libertadores.
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