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Palabras a granel

El Barcelona que muchos dieron por acabado venció al temible Manchester City 2-0 en su casa. Cuando las previas terminan desbaratadas por lo que ocurre dentro del campo.




Esperaban que cayera el Barcelona, y más aún que lo hiciera el Tata Martino. Títulos, sentencias, imágenes de portada, todo estaría preparado. Venían sazonando el revuelto hace meses, casi desde su asunción. No importa si tuvo que asumir a pocos días de comenzar la Liga y sin poder confeccionar su plantel. Menos aún que siga con chances reales en todas las competencias. 

Cuando el bolillero determinó en diciembre que el Barcelona debía cruzarse con el Manchester City, se relamieron. Encima, los Ciudadanos venían con un andar temible en casa, en especial en la faceta goleadora. Y la zaga del Barsa, bueno, arrastrando falencias conocidas, las mismas que se potenciaron y mucho ante el Valencia en el Camp Nou, algunas semanas atrás. 

El juego fue disputado en la primera parte y cambió a partir de la jugada de la falta y expulsión de Martín Demichelis y el posterior gol de Messi. Incluso luego de ello, el City tuvo opciones de empatarlo y allí apareció Valdés. Pero lo cierto es que el Barcelona bordó una actuación muy seria ante un rival de fuste y encaminó (pero no aseguró, los de Pellegrini lograron vencer, por ejemplo, en el Allianz Arena de Munich) su paso a cuartos de final. 

Dónde quedarán esas previas de horas y horas, aquellas cavilaciones en torno a cómo frenar el temible ataque de los ingleses, la pelota detenida y la mar en coche. Martino optó por poner a los buenos, y con Messi, Cesc, Iniesta, Xavi y Busquets juntos, si hay algo que está asegurada es la tenencia y el control de la pelota. La sentencia llegó con Dani Alves, otro muy criticado en los últimos años y que en los partidos clave suele decir presente. 

Seguramente le encontrarán manchas a este partido, lo compararán con la etapa de esplendor y lo que para cualquier otro equipo de Europa sería un triunfo de fuste pasará a ser una victoria plagada de peros. Los jugadores y, en especial, el cuerpo técnico parecen haberse acostumbrado a eso. 

Comentario de diario de lunes, pero que extraño es que tantos hayan dado la serie decantada hacia el City de antemano. Un club que en su antecedente lejano en Champions se frustró ante el Fenerbahce, que en la historia reciente no pasó la primera ronda en dos instancias y que pese a la ingente inversión económica solo pudo ganar la Premier League con un gol sobre la hora. Del otro lado, un grupo de hombres que ganó todo y que si bien se fue vapuleado el año pasado, lo hizo en semifinales y no en la fase de grupos. Cosas de los gurús del fútbol de estos días. 

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