Después de mucho tiempo de miles de expectativas creadas, llega la
hora para observar el choque de octavos de Champions que más promete. La
posesión se torna un concepto fundamental en el juego que intente cada uno.
El sorteo
realizado a mediados del mes de diciembre para determinar los cruces de octavos
arrojó un choque principal, quizá el más atrayente para el ambiente
futbolístico. En medio de las ocho eliminatorias, destaca la que protagonizarán
Manchester City y Barcelona. Dos técnicos sudamericanos con amplios pergaminos,
en el que no es sino uno de los mayores desafíos de sus carreras. Ninguno de
los dos habrá querido cruzarse con el otro en esta instancia de la competición,
pero lo cierto es que quién se imponga se erigirá como el candidato fundamental
para conquistar el certamen más importante del Viejo Continente.
Desde un
primer momento en que el bolillero dictaminó que ingleses y españoles estarían
frente a frente, se empezó a especular con este partido. Después de dos meses, de los miles de pensamientos y atribuciones previas al juego, llega la hora de la
verdad para ambos conjuntos. Una serie muy importante que será vital para el
futuro de los dos equipos, en un duelo que tranquilamente se podría dar en el
mes de abril y que eliminará a un club muy importante de la Copa.
No obstante,
no resulta menor destacar que es la primera vez que los Ciudadanos logran acceder a los octavos de final. En toda su
historia no lo habían conseguido, mientras que los catalanes llevan seis
ediciones consecutivas llegando a semifinales (y consiguiendo dos, en 2009 y
2011). Será una serie para evaluar distintos comportamientos en el juego de
cada uno ante un escollo muy complicado.
En primer
momento, lo que se torna clave es la posesión de balón. Un principio
irrenunciable para el Barcelona, aún con sus diversos matices en el juego con
el paso del tiempo y de entrenadores. También comienza a serlo para el Manchester,
aunque con un proceso aún algo más inmaduro, dado que no tiene la trayectoria
culé ni las conquista alcanzadas a día de hoy. De todas maneras, el concepto de
la tenencia será clave. El Barça parece mejor adaptado a construir posesiones
largas en el centro del campo para lograr profundidad, aunque los dirigidos por
Pellegrini pueden hacerlo más directo, con el control del balón inclusive.
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| Cesc puede darle más agresividad a la posesión |
Tomando en
cuenta este punto, así como ocurrió ante el Rayo Vallecano, uno de los
interiores podría tener que bajar a colaborar con Busquets para juntarse con
los centrales. Así, lograrían superioridad numérica y ganarían en salida desde
el fondo una vez recuperada la pelota. Pero cierto es que los británicos no son
los madrileños, y que su potencia ofensiva para nada se asemeja a la de Jémez. Martino seguramente buscará tener posesión interior y atacar los espacios, por lo que no sería descabellado que junte al trivote en el centro con Iniesta como extremo. Mientras tanto, resulta indescifrable, aunque Barcelona cambiaría si utilizaría
a Xavi o a Cesc Fábregas, solo uno de ellos. El ex Arsenal suele moverse mucho más, aunque no
tiene el dominio del capitán. Igualmente, la velocidad mental del ‘6’ hoy en
día no es la misma que la de antaño. Cesc le podría dar más agresividad incluso
a la posesión, y alternaría con Iniesta para hacer de socio de Sergio en
retroceso. Inclusive, podría alternar con Messi para subir y bajar; de hecho se
ha visto un Leo mucho más colectivo en el último tiempo unos metros más arriba
de Busquets.
Por su
lado, el City es un equipo muy veloz de mitad de cancha en adelante, y con una
voracidad ofensiva que no tiene igual en Europa. De todos modos, resulta
impensable que salga con tanto hambre ofensivo a la cita frente a los de
Martino. Los citizens se caracterizan
por tener muy buenos desdobles de los laterales, tanto en la derecha de
Zabaleta para apoyar a Jesús Navas como en la izquierda con Kolarov para
proyectar y atacar el espacio creado por Silva cuando se cierra para crear
juego interior. Ambos marcadores de punta frecuentemente crean mucho peligro y
sus centros suelen ser muy peligrosos, para los muy buenos recursos ofensivos
de Negredo y Dzeko.
Las
posesiones en espacios cortos para luego dar amplitud al ataque también son una
parte fundamental en el juego del equipo que hará las veces de local en el
primer encuentro. Así, Silva se cierra y crea con Yaya Touré, o con Nasri si
llegase a ser de la partida. Las transiciones con balón dominado del marfileño
pueden ser un punto elemental de los celestes para esa posesión y para la
agresividad en tres cuartos. Sin duda que de esa forma, el acompañamiento a
Busquets debería estar más que sincronizado. Además, para cuidar las subidas de
Yaya, se imagina como relevo a Fernandinho y no a Javi García en el centro del
campo, dado que el brasileño puede tomar con mejor calidad las segundas
jugadas, aportar en ofensiva y ser una garantía en la circulación fluida de
pelota.
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| Yaya Touré, ex Barsa, será la principal amenaza para el culé |
Igualmente,
el partido se torna difícil de imaginar. Más allá de que la posesión sea un tema
central, es lógico que quién no la tenga sufrirá el partido, aunque los
ingleses parecen tener mejor resto físico para lanzar contras o desarrollar un
fútbol más directo. Por parte del Barça, en caso de que Messi pueda ejercer con
creces su posición de falso 9, aliarse con Iniesta, y que los extremos encuentren
los espacios, puede sacar una diferencia inestimable. También puede ser esencial
el ataque interior, dado que los del Ingeniero
no desarrollan buenas transiciones defensivas por dentro. Los espacios
entre líneas resultarán claves en forma de ataque con pelota dominada, dado que
cada uno atina a juntarse post pérdida.
En tanto,
una de las debilidades del Barsa en esta temporada es la pelota parada. El City
tiene buen juego aéreo por la capacidad de sus centrales, suele captar bien la
zona de rebote, y cuenta con buenos lanzadores. En este caso, ante las
dificultades exhibidas (sobre todo en la trilogía de partidos ante el Levante),
la solución estaría en tratar de evitar la mayor cantidad de faltas cerca de la
propia área. También, Mascherano y Piqué deberán estar muy atentos para cerrar
los espacios; si son veloces, el culé podrá lanzar asiduamente a los laterales
para crear combinaciones. En ese aspecto, la sociedad Alves – Messi ha mostrado
un enorme crecimiento en el último tiempo, así como en las mejores épocas.
Junto a
esto va de la mano el crecimiento en el juego de los españoles. El rendimiento
que tuvo el equipo frente al Rayo Vallecano fue muy bueno, un nivel que hacía
mucho rato que no mostraba. Pero, como dijimos antes, el Rayo no es lo mismo
que lo que al conjunto le espera este martes, ni siquiera por asomo, dada la
fragilidad defensiva de los de Vallecas y su falta de variantes. Más allá de
eso, hubo señales colectivas que apuntan a la evolución y al continuo
crecimiento.
Por otra
parte, se antoja muy importante que Agüero no vaya a estar en cancha para el
local, debido a que tendrán menos velocidad y desequilibrio en espacios cortos,
por lo que la segunda línea deberá acompañar en cada ataque. Sin su gran
figura, que no llegó al partido de hoy aunque sí se supone que estará en la
vuelta, el esquema de Pellegrini intentará buscar más asociaciones cortas y
profundizar con las subidas de los laterales, un arma clave en fase ofensiva.
Otra será la realidad en caso de que Jovetic sea titular y acompañe a un punta,
dado que obligaría a uno de los laterales a quedarse muchas veces y no pasar la
mitad de cancha. Además, el desnivel del montenegrino podría ser decisivo.
En la
previa de una eliminatoria tan complicada para ambos como atrayente para los
seguidores en el ambiente del fútbol, ninguno llega como favorito. La posesión
será el principio fundamental, y el que no tenga la pelota sufrirá para llevar a
cabo su juego. Más el Barcelona, que sin ella suele dejar algunos espacios, y
sobre todo teniendo en cuenta la capacidad del City de no tener que estar
dominando para llegar a convertir. Otra gran serie de Champions League espera.
Esta vez muy tempranera en la competición, pero igualmente de atractiva.
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