En el Stamford Bridge, el Chelsea superó al Newcastle por 3 a 0 con una excelente actuación de Hazard para liderar la Premier y ser
cada día más candidato al título.
La abultada derrota del Arsenal frente al Liverpool ponía al
Chelsea en una situación de exigencia propia: Si ganaba, llegaba a ser líder. Los de Mou salieron con su habitual esquema: Un 4-2-3-1 con
Matic asentado ya en el primer equipo y Hazard en su máximo esplendor después
de demostrar toda su calidad y virtuosismo frente al City en el Emirates.
El inicio del partido fue bastante parejo, el Newcastle
decidió cerrarse atrás y salir con los altos de turno, (Ameobi y De Jong)
mientras que el Chelsea tenía el balón y lo movía por toda la cancha, pero sin
encontrar la explosividad que se necesita en los últimos metros.
Ben Arfa avisó con un par de tiros a Cech pero sin peligro
alguno. Mientras, los de Mou seguían moviendo el balón y al rival para buscar
algún hueco, pero sin tiros al arco.
Hasta que en el minuto 27, la bomba explotó. Después de un
pase de Matic entre líneas, Hazard en un abrir y cerrar de ojos giró, descargó
para Ivanovic y éste le sirvió un pase exquisito para que el belga la clave
bien abajo y ponga a los londinenses arriba en el marcador.
Pero Eden no se conformó, y buscó más acción. Una contra que
la empezó desde abajo y la terminó con una pared de taco con Eto´o para que la
termine colocando a un palo fue el deleite de la tarde, para levantar a los
hinchas blues de sus asientos y aplaudir por un buen rato tal obra de arte.
Mención aparte para Matic, hoy robando y saliendo con una elegancia que desde
Makélélé no se veía en Stamford Bridge.
El Chelsea siguió con su asedio ante el ya vencido Newcastle,
llegando varias veces (Hazard como participe en su mayoría) y a punto de poner
el tercero en un solo tiempo.
Ya en el tiempo complementario, el Chelsea jugó a placer y
zarandeó por toda la cancha, llegando Ivanovic por afuera, Oscar y William haciendo
estragos por los costados y Hazard en todo su esplendor. Las llegadas al arco de Tim Krul no paraban, que en más de
una oportunidad salvó a su equipo de perder por goleada.
El gol de penal de Hazard decoró aún más la hermosa tarde
que vivió el belga en Londres con un hat-trick en el partido y llevarse todos
los aplausos tras el cambio con Schürrle. Hoy por hoy, Chelsea es un equipo que devora a sus rivales
por su talento y por su hambre de triunfo. Se acercan fechas de dura
competencia, y los blues parecen preparados para cualquier batalla, y si es una
de las grandes, mejor todavía. Ante la pregunta de un periodista de cómo hacia
para que sus jugadores rindieran más en partidos decisivos que frente a rivales
menores, Mourinho dejó claro el panorama: “Because we love it”.
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