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La controversial realidad del Cardiff

El club galés es liderado por un millonario malayo llamado Vincent Tan, quién hasta cambió el escudo. Los aficionados ya no lo quieren, y Solksjaer buscará ser el salvador desde el banco de un equipo que está hoy a un punto de puestos de descenso.




La última vez que el Cardiff City jugó en la primera división inglesa fue allá por 1962. Un tiempo muy lejano, y el club galés tuvo que pelear para volver a la máxima categoría 51 años después. Hoy logra codearse con los grandes, pero los problemas lo abarcan cada día más, alguno proveniente desde lo interno del club, y la amenaza del descenso vuelve a estar latente, cuando se ha disputado poco más de la mitad de la Premier League y las jornadas de cada fin de semana van siendo cada vez más importantes de cara al final.

La actual es la primera temporada de la liga inglesa en la que actúan conjuntamente dos equipos que no son de esa nacionalidad, sino de Gales. El Cardiff incluso logró imponerse en el Derbi disputado hace poco tiempo ante el Swansea por 1-0, en un partido en el que por  primera vez no hubo equipos de Inglaterra como protagonistas, y siendo superiores en los 90 minutos. Sin embargo, eso fue un oasis, ya que los problemas no acabaron.

Este club, históricamente, ha sido considerado por conseguir objetivos importantes, aunque su vida se ha ido modificando hasta tener una marcada y problemática actualidad de la mano de un hombre polémico que hoy comanda los destinos de la institución. Luego de 1992, año en la que la liga galesa nació al mismo tiempo que la Premier, tres equipos (se suma el Wrexham) de Gales decidieron renunciar a las competiciones de su país para comenzar a participar de las de Inglaterra (de la liga ya participaban desde 1920, cuando fueron aceptados por la Championship).

Durante la temporada 1992/93, el Cardiff se consagró en la Copa galesa, y a partir de ahí fue que jugó por última vez en Europa, siendo eliminado rápidamente por el Standard de Lieja belga en la UEFA. De todas maneras, los logros del equipo que se fundó en 1889 como Riverside AFC (cambió su nombre al actual en 1905) tienen que ver con ser subcampeones de la Recopa británica en 1968 y haberle ganado al Arsenal en 1927 la final en Wembley por la Copa inglesa. Eso hizo que se cambie el nombre por el de una copa “de la federación”; son los únicos ganadores no ingleses de la FA Cup.

Volviendo a estos tiempos, la pasada temporada los “bluebirds” fueron campeones de la Championship, y lograron el tan ansiado ascenso de la mano de Malky Mackay, su entrenador. Este hombre es considerado por toda la afición como un ídolo, un grande de la entidad. Haber conseguido semejante logro lo elevó a un pedestal. Pero es aquí donde entra a jugar el dueño del club, que ya venía con algunos pergaminos trascendentales y que se gana cada día más el odio de los fanáticos.

El malayo Vincent Tan, un millonario empresario, compró el club en 2010 (junto con su compatriota Chan Tien Ghee, aunque éste se alejó en 2012, y todo el poder quedó para Tan), y rápidamente con sus acciones controversiales fue generando mucha polémica. Una de ellas, en el último tiempo, es haber despedido a Mackay. Es lógico por un lado dado que los resultados no estaban acompañando al equipo, que está sumergido en los últimos puestos de la tabla, aunque los hinchas no le perdonan el no haber respetado al DT que los llevó al máximo logro de los últimos años ni el proyecto que estaban encarando. Además, como dijimos, este hecho se suma y es consecuente de una lista que ya termina por hartar a la gente del Cardiff.

Decisiones que cambiaron el rumbo

Históricamente, el club galés se ha identificado, como cualquier otro, por sus colores y su emblema. El azul de su camiseta lo ha distinguido tradicionalmente y por eso se han ganado el mote de “bluebirds” (pájaros azules). Sin embargo, a Tan se le ocurrió cambiar los colores del uniforme y el escudo. Hoy, la casaca es roja, de marca Puma, y los pantalones son blancos. Esta decisión fue velozmente criticada y expuesta con reclamos por parte de los aficionados, que cada partido que pasa hacen notar su descontento general.

El nuevo escudo del Cardiff
El empresario ensayó una respuesta ante los cambios en los colores, y antepuso frente a todo su fortuna. "Creo que este cambio es para mejor. Si tú pones mucho dinero, tienes derecho a decir qué cosas crees que serán mejor. Si no tienes derecho a decir nada, ¿por qué demonios quieres poner tanto dinero?", fue lo que dijo el nacido en Malasia. 

Luego, en el partido jugado hace poco en el período de fiestas, siendo la liga inglesa la que nunca para, el Cardiff igualó 2-2 ante el Sunderland. Fue un encuentro que se le escapó sobre el final, tal como le ocurrió el 01/01 ante el Arsenal tras defender todo el equipo en propia área en el segundo tiempo. Lo curioso fue que al final del encuentro, las cámaras enfocaron a Vincent y este se mostraba abucheando a sus propios jugadores y riendo. Obviamente, a posterior de ese acto, fue duramente criticado en las redes sociales.

Por último, al entrenador prócer del club, Mackay, le ofreció dos posibilidades: o renunciar o ser destituido. Pocas opciones, y terminó echando al DT, que previamente había desestimado una oferta del Norwich por continuar en Cardiff. Por estas razones, sumadas a declaraciones que nunca son del agrado del público, el grado de soporte de Tan en el club es cada vez más bajo. En cada partido, los aficionados llevan pancartas y banderas con leyendas en contra del dueño del club y lo señalan como un dictador. Mientras, luchan incansablemente porque la camiseta vuelva a ser azul.

En el partido que el equipo disputó en Boxing Day, en Anfield Road frente a Liverpool, los hinchas cantaron la siguiente canción:

“Don’t sack Mackay,
Malky Mackay,
you just don’t seem to understand,
and if you sack Mackay,
Malky Mackay,
your gonna have a riot on your hands”

En castellano, la letra dice lo siguiente:

“No saques a Mackay,
Malky Mackay,
parece que no entiendes,
si despides a Mackay,
Malky Mackay,
vas a tener un lío en tus manos”

Los aficionados ya no quieren dentro del club a Tan
Un millonario extrovertido

Nació en Malasia en 1952 Vincent Neek – Tan. Su economía creció exponencialmente en la última década. Es un empresario e inversionista de los más reconocidos en el mundo, y una parte de su fortuna decidió dedicarla a un club de fútbol, pese a no saber nada acerca del deporte. Hizo crecer al equipo con su dinero y gracias a eso obtuvieron el ascenso, pero la actualidad es muy mala y sus decisiones hicieron que ya nadie lo quiera dentro del club.

Ejecutivo de la Berjaya Corporación Berhad -incluye una gama muy amplia de empresas que se centran en el golf, el turismo, las propiedades y los juegos de azar- Tan fue armando una gran fortuna que lo ubica hoy 9º en la lista de los personajes más ricos en Malasia, y en el número 1015 en el mundo en 2012, según la revista Forbes. Este medio también expresa en su página web que la cantidad de dinero que Vincent posee es de 1.3 billones de pesos.

Además, esta empresa que se dedica a la economía global dice en el perfil de Tan que sus negocios se están extendiendo por Asia, y resalta que en el último tiempo modificó los colores del Cardiff e impuso una nueva cresta de dragón en el escudo. Por último, recientemente firmó el Compromiso de Dar, por el que donará la mitad de su riqueza durante su vida.

Solksjaer; el convencimiento pudo más

Ante la despedida del anterior líder del banco, Tan salió en busca de un nuevo director técnico y rápidamente posó los ojos sobre el elegido, al que finalmente terminó contratando. El noruego Ole Gunnar Solksjaer fue al Emirates Stadium para ver el juego del equipo ante el Arsenal en el primer día del año y, lo que era un secreto a voces, tomó mucha fuerza en los medios de comunicación. Después fue confirmado en la semana, y se estrenó venciendo al Newcastle 2-1 en la tercera ronda de FA Cup.

Cualquier futbolero puede recordar a este hombre al que apodaban como “el asesino con cara de niño”. Su paso por la Premier League, precisamente por el Manchester United, fue glorioso, siendo uno de los principales artífices de una de las gestas más apoteósicas que el fútbol recuerde. En la Champions League de 1999, los dirigidos por Alex Ferguson le arrebataron el título en el Camp Nou al Bayern Munich en los últimos tres minutos, y el segundo gol, el que le dio la Orejona, lo anotó Solksjaer.

Esta vez vuelve al fútbol que lo vio crecer en este deporte. Posteriormente a ser campeón dos veces consecutivas de la liga con el Molde de su país desde 2010 y haber obtenido una copa nacional, le llega este momento. Fue tentado por Aston Villa hace un año y por el West Bromwich Albion en un período no muy lejano, pero se decantó por esta posibilidad. Las promesas de Vincent Tan fueron fundamentales para que aceptara la propuesta. Primeramente, se le dijo que para este mercado invernal europeo, el malayo está dispuesto a poner de su bolsillo 25 millones de libras para contratar jugadores. También le prometieron una estructura inquebrantable en la institución de cara al futuro.

Solksjaer, el día de su presentación
“Siempre he soñado con ser entrenador de Premier League y estoy encantado con esta oportunidad. Tengo un reto por delante y voy a dejar la piel por el Cardiff City. Soy un entrenador muy positivo y quiero apostar por un juego vistoso” fue lo que dijo en su presentación Solksjaer. “Ferguson me deseó lo mejor y me dio algún buen consejo, como siempre ha hecho. Tuve una buena conversación con él”, finalizó el de Noruega con su palabra hacia el que fue sin duda su padrino futbolístico.

Así es la controversial realidad del Cardiff, un equipo con historia en el Reino Unido, que hacía rato que no estaba en la elite del fútbol británico y que se encuentra bajo el mando de un personaje malayo que con sus decisiones ha cambiado la tradición del club. Con la llegada de Solksjaer y los millones que Vincent Tan prometió, buscará escapar a la zona de descenso y mantenerse en la categoría a la que tanto le costó llegar.

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