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El campeón mostró sus armas

Atlético Mineiro derrotó 2-1 a Independiente Santa Fe, pero no la tuvo fácil ya que los colombianos jugaron un gran partido hasta con nueve hombres. Dos equipos que pueden dar que hablar en la Libertadores



El estadio Independencia presenció uno de los encuentros más atractivos de lo que va en la Copa Libertadores. El actual campeón, Atlético Mineiro, enfrentó a uno de los semifinalistas de la anterior edición, Independiente Santa Fe. Los leones bogotanos dejaron  garra y orden táctico en la cancha, por su parte los mineiraos demostraron por qué son los actuales campeones. Dieron una cátedra a la eficacia.

Personalmente pienso que el Mineiro no se fue contento con el juego desplegado lograron los tres puntos pero en varios pasajes del segundo tiempo se vieron superados tácticamente por un equipo que tenía un hombre menos. Si aspiran llegar lejos en este torneo no pueden jugar un fútbol tan plano. No tenían variantes ofensivas, algo impensado en un equipo que tiene jugadores de la calidad de Ronaldinho y Tardelli. Su fútbol pasaba por los avances que pudieran hacer en las bandas y ocasionalmente algún balón profundo intentando buscar el pivoteo de Jo, uno de los más destacados en la cancha.

El mal fútbol del Mineiro también fue responsabilidad del gran trabajo táctico planteado por Santa Fe. El equipo capitalino se paro muy compacto en la cancha con un 4-3-1-2 que por momentos se convertía en un 5-3-2 lo que cerraba los espacios al equipo brasileño, que rebotaba contra una pared de ladrillos cada vez que intentaba penetrar. Solamente en los primero 15 minutos del partido los brasileros lograron embestir con peligro la portería de Camilo Vargas, fue un lapso de tiempo en el cual los cuatro atacantes del Mineiro presionaron adecuadamente la salida de Santa Fe. 

El hostigamiento en la parte alta de la cancha generó que el equipo bogotano se volviera cada vez más impreciso devolviéndole una y otra vez el balón a los locales. Casi como si los invitaran a atacarlos nuevamente, pero el buen andar de Camilo Vargas impidió que se abriera el marcador. A partir de el minuto 22 Santa Fe logró encontrar a Omar Pérez, quien estuvo en un nivel altísimo durante el encuentro,  él y Méndez se  encargaron de pulir la salida del equipo para subir en bloque y poner al Mineiro más cerca del arco de Víctor. Que hasta ese momento no había visto acción.

El festejo de JO.
El momento que cambio totalmente el encuentro se produjo a los 44 minutos de la primera mitad. Tras golpear violentamente a Otamendi, Wilder Medina se fue expulsado del encuentro, dejando a los visitantes con un hombre menos para afrontar la segunda mitad. La actitud de Santa Fe para los segundos 45 minutos fue impresionante, no se dejaron afectar por la expulsión y desplegaron un gran fútbol de control del partido, el Mineiro sentía que estaba atacando pero en realidad lo único que hacía era desorganizarse y darle vida al fútbol posesivo de los visitantes, quienes además decidieron presionar rápidamente a todo jugador que recibiera el balón, en una de esas presiones nació el gol de Santa Fe. 

Tardelli intentó girar sobre la línea de banda, justo ahí llego Mosquera para acosarlo, desesperado por no encontrar pase decidió jugar hacia atrás, con tan mala suerte que se encontró con la interceptación de Cuero quién pasó el balón rápidamente a Omar Pérez. Este disparó con su pierna derecha y enmudeció a todo el estadio, minuto 59 y parecía todo encaminado para un gran resultado visitante.

El golpe fue fuerte, pero el Mineiro sacó su casta de campeón y tan solo un minuto después un pase rasante de 50 metros, lanzado por el recién ingresado Gilherme, fue capitalizado por Jo. El sueño se derrumbo para los visitantes, una leve distracción en defensa y tenían que ir a buscar el balón dentro del arco. Además el desgaste físico comenzaba a pesar en las piernas de los jugadores de Santa Fe. El jugador menos estaba pesando cada vez más. 

Desde ese punto el fútbol vertical pero pasivo de los locales dominó el encuentro. Balones llovidos al área que eran fácilmente despejados por los centrales de Santa fe, internadas por banda que no terminaban en nada. El partido estaba condenado al sinsabor más grande, el empate. Pero una distracción en un saque de banda, la jugada más inofensiva de en el fútbol, terminó en una media volea de Neto Berola, que había ingresado al minuto 75 y prácticamente era el primer balón que tocaba, se coló en las redes de Camilo Vargas y dejó con las manos vacías a Santa Fe.

A pesar del mal resultado el fútbol del equipo colombiano tuvo pasajes que dan para que la hinchada se vuelva a ilusionar con una buena actuación en la Copa Libertadores. Seguramente con la lección aprendida, el león esperara en su casa a Mineiro en busca de venganza.


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