La precisión y exactitud con pelota, y también el juego sin ella, del
mediocentro del Bayern, fue la clave para vencer 2-0 en el Emirates al Arsenal.
Una vez más, la mano de Pep en medio del partido fue vital para ganar el
encuentro.
La primera
imagen del juego la entrega la agresividad del Arsenal en los primeros instantes.
Presión muy alta, posesión, dinamismo y facilidad de llegar al área. Son 10
minutos con mucha profundidad Gunner, llegando al arco contrario y teniendo más
de una ocasión. En medio de eso, Ozil recorta en el área haciéndose presente
con su calidad y, dos minutos más tarde, patea sin convicción el penal que le
hizo Boateng. Neuer lo espera y no tiene mucho que hacer para detenerlo. Mesut
se intimidó con su presencia, y demostró su ambivalencia; puede ir de la gloria
al ocaso en su forma de juego en pocos segundos.
El remate
que tapó el arquero bávaro fue fundamental. Porque significaría un punto de
inflexión. Ese período del local ni siquiera duraría un cuarto de hora y el
Bayern comenzaría a tomar las riendas del juego con su habitual estilo. Mucha
posesión, pero sin poder marcar las diferencias arriba. El Arsenal desplegó un
repliegue muy intensivo cuando su rival tuvo la pelota, los cuidados fueron
extremos, pero aún así no abandonaría ese método. También incide que no pudo
jugar Olivier Giroud, se extrañaron sus desmarques, y Sanogo no tuvo casi
oportunidades en el área rival (solo una que tapó el portero). Oxlade Chamberlain
hizo un buen trabajo colocado bien sobre la banda, y Alaba, las pocas veces que
pudo pasar, lo hizo sin la convicción habitual.
Los muniqueses
se harían muy repetitivos por banda. Y allí juega el cambio que para comenzar
este encuentro determinó Guardiola. Lahm comenzó como lateral, y si bien sus
proyecciones nunca han dejado de ser peligrosas y sus centros siempre son
precisos, hubo un solo eje en la mitad de la cancha, y no tiene mucha compañía.
Ese es Tony Kroos, que cerca del final del primer tiempo envía una pelota con
exactitud al pecho de Robben. El holandés rompe a la espalda de la defensa
rival, y la característica jugada del Bayern ya tomó color frente a Szczesny,
quién no tiene remedio y baja en el área chica al neerlandés. Penal, roja al
arquero polaco, aunque Alaba lo tira muy esquinado y lo manda afuera.
Fueron 45
minutos extraños, sobre todo por los dos penales fallados, uno por lado, pero
también por la inconsistencia del Bayern para lograr un dominio constante. Ya
con uno más en el campo de juego, Pep decide el cambio clave que terminará por
decantar el partido a favor de los alemanes. Rafinha vuelve a su lugar de
lateral ingresado desde el banco. Entra por Boateng, amonestado, y Javi
Mártinez baja a la zaga. Lahm, luego de empezar por el costado, retorna al
lugar de mediocentro, ese puesto en el que el DT lo ubicó desde que asumió, y
en el que respondió con creces.
Desde el
comienzo del complemento, sin más, Bayern ejerce un control total del partido.
Avasallador. Mueven la pelota de aquí para allá, totalmente parados en campo
contrario. Los dirigidos por Wenger se plantan con sus diez hombres en menos de
30 metros cerca de su propia meta, y así los índices de posesión se disparan a
favor de los visitantes. Robben, que había arrancado como falso extremo (por momentos
en el primer tiempo recibió por el medio), con la inclusión del capitán en el
centro, se ubica bien sobre la banda. Recibe y comienza con su slalom. Una y
otra vez, excesivamente individualista, pero es cierto, muy cerca el gol
también.
El equipo de
Guardiola juega en el ingreso al área adversaria. Los endebles despejes que en
alguna ocasión pueden realizar los jugadores Gunners son tomados nuevamente por
Lahm, y por Tony Kroos, que se potencia con Philip a su lado y se hará la
figura rotunda del partido. Es que el volante no falló un solo pase, tampoco un
cambio de frente, todo lo hizo con una precisión admirable. Su partido fue
sensacional. Y por si fuera poco, al no poder ingresar al área, Lahm le deja la
pelota y Tony saca un remate al ángulo. Un golazo que confirma su gran partido,
por si hacía falta, y fue lo que necesitaba el Bayern para que su dominio fuera
incluso más devastador.
Así se daría
la segunda parte. La tenencia de la pelota fue toda de los de Munich, que si no
marcaban el segundo era por las inexplicables no combinaciones de Robben y por
no apretar el acelerador. Para ir definiendo la serie, Guardiola hace otro cambio
más. Muller por Mandzukic. Ahora hay doble falso 9 en el campo, Gotze y el
propio Thomas, para entrar y salir, nunca ser referencia para los centrales y
crear espacios.
Se iba
consumiendo el partido, y el Arsenal salía vivo, en lo que fue un segundo
tiempo muy bajo, sin pasar la mitad de cancha y, por ende, sin crear ni una
situación de gol. Pero Lahm se iluminó otra vez y lanzó otra asistencia, esta
vez para la llegada por el centro de Muller, que cabeceó a la red y casi que
sentenció la eliminatoria. Es cierto que, en la misma instancia en la Champions
pasada, los londinenses vencieron en el Allianz Arena, pero habían hecho un
mejor partido de ida, y enfrente no estaba Guardiola. Mientras tanto, el
partido terminó con el control total muniqués, y Kroos seguía con su puntualidad
de reloj suizo y una precisión absoluta.
Gran nota Nico!!!
ResponderEliminarGracias, Luis!
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