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Luego de la oscuridad, salió el sol

Se vieron nuevamente las dos caras del Barcelona. En el arranque, la versión apática caía bien con el Getafe 2-0; luego apareció el potencial real del equipo y terminó siendo 5-2. Tres goles de Pedro, figura excluyente del partido. 



Dos equipos radicalmente opuestos en un mismo partido. El crecimiento en el nivel, la desidia que puede generar un último encuentro antes del parate por la fiestas, simple desconcentración. Lo cierto es que el Barcelona tuvo una primera media hora horrorosa ante el Getafe. 

Liviano, sin compromiso para jugar, con errores en el control impropios del equipo catalán. El primer gol, el de Escudero, puede haber sido una buena fotografía. Marica pivotea bien con un taco ante la leve marca de Gerard Piqué hacia la izquierda y Sergio Escudero, quien le había ganado fácil la posición a Dani Alves se fue hasta abajo del arco. Mascherano no cruzó, Pinto no achicó y el 1-0 era lógico. Minutos más tarde, a los 14, Lisandro López solo -justo él- ganó de cabeza y puso el 2-0 que auguraba una tarde fatídica del conjunto dirigido por Gerardo Martino.

Con una presión alta, pero no asfixiante, al Getafe le bastaba para recuperar el balón. El tema de la cantidad de pelotazos que se vieron desde el fondo blaugrana, hoy en tono senyera, es para reflexionar. Probablemente el Tata no haya llegado a romper con la salida atildada, pero en cuanto se baja esa opción de exigencia a preferencia, la autocomplacencia lleva a esto. Es más fácil deshacerse de la pelota que arriesgar en la salida. Por otro lado, el envío directo ante la carencia de delanteros prepotentes físicamente, es sinónimo de pérdida. 

Más allá de este detalle, las imprecisiones eran moneda corriente. El césped no estaba en las mejores condiciones, pero eran errores en pases sencillos para tipos de esta categoría. El fútbol es contagio y las equivocaciones crecía. Desordenado, largo y apurado, el Barsa pudo haberse llevado el tercero en contra de no ser por la pésima resolución de Marica en una contra clarísima. 

25 minutos tétricos. Y luego salió el sol. Barcelona bajó los decibeles y empezó a jugar más junto, llegando de manera asociada y con la proyección de sus laterales. Además, Busquets pasó a presionar más arriba y marco el tempo de los ataques. El equipo blaugrana cambió de manera radical y allí todo se hizo más sencillo. 

Y más allá de los detalles colectivos, que en verdad son más que detalles, también apareció un Pedro en plan estelar. Tres goles con variedad de recursos, definiciones lujosas y una remontada en apenas ocho minutos. El Getafe ya no pudo responder. 

Martino y los jugadores se tendrán que plantear el porqué de la diferencia tan notoria en el rendimiento. El complemento, luego de un arranque también adormecido, siguió en la tónica positiva para los catalanes. Cesc llegando desde atrás (pareció offside) y el propio jugador exArsenal de penal selló un 5-2 que terminó premiando la muy buena hora de fútbol que exhibieron los visitantes luego de un arranque malo. 

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