En el primer partido del holandés como entrenador del Milan, el rossonero se quedó con los tres puntos ante el Hellas Verona. Un ídolo que llegó al banquillo y que busca hacer historia.
En el "posticipo" de la Serie A, el Milan del debutante Clarence Seedorf recibía en San Siro a la sorpresa de la temporada: Hellas Verona. El equipo rossonero quería levantar cabeza tras la gran derrota de la semana pasada ante el Sassuolo. Mientras que el Hellas, necesitaba ganar para superar al Inter y posicionarse quinto.
En el "posticipo" de la Serie A, el Milan del debutante Clarence Seedorf recibía en San Siro a la sorpresa de la temporada: Hellas Verona. El equipo rossonero quería levantar cabeza tras la gran derrota de la semana pasada ante el Sassuolo. Mientras que el Hellas, necesitaba ganar para superar al Inter y posicionarse quinto.
El
resumen del primer tiempo bien se podría describir como una dominación absoluta
del Milan. El equipo rossoneri quería rápido el gol para que baje un poco la
ansiedad en San Siro, que tenía a sus hinchas con las esperanzas renovadas.
Pero esto terminaba jugando en contra.
La
primera jugada sería la de Robinho a los dos minutos de iniciado el encuentro
que se metió al área por izquierda pero remató débil a las manos de Rafael. El
arquero del Hellas Verona iba a tener tarea pero no necesariamente desgastante.
Ya que las jugadas del Milan se volvieron repetitivas.
Todos
tiros de media y larga distancia por parte del equipo de Seedorf hacían que el
Hellas sólo tenga que despejar o bien sacar desde el arco. Promediando la mitad
del primer tiempo, el Milan empezó a engranar jugadas con Keisuke Honda como su
principal manija. El japonés era la pared de todos. Si no pasaba por él,
parecía que no valía.
Pero
faltaba fineza para llegar con claridad a verle la cara a Rafael en una
oportunidad clara. La más cerca fue una pared entre Mario Balotelli y el
japonés que por poco no llegó el internacional por Italia. Después, el Milan
siempre caía en el remate de larga distancia.
De esta manera se iba el primer tiempo. Un Milan que llegó pero no complicó y un Hellas Verona que le convenía esto viendo que no perdía en un campo difícil como San Siro. Aunque no creo una sola situación seria de gol.
Pero
en la primera del complemento, el Hellas Verona generó más peligro que en todo
el primer tiempo. Una escapada por izquierda del argentino, Juan Gómez Taleb
que le pega de puntín, ante la apretada de Cristian Zapata, y hace esforzar a
Christian Abbiati para despejar al lado del palo.
El
juego seguía trabado bajo la lluvia del norte italiano, el ritmo ya no era el
mismo hasta que llegó un remate de Robinho que se desvió en un defensor del
Hellas Verona y estrelló el palo de Rafael. La oportunidad más clara. Hubiese
sido una carambola el gol, digno del partido que se jugó.
Hasta
que a falta de 10 minutos para el final del encuentro, Kaká se metió en el área
del Hellas Verona y el lateral uruguayo, Alejandro González fue de atrás y lo
terminó bajando. Penal para el Milan y una oportunidad para romper el cero en
este partido.
Balotelli y su "no" festejo |
Se
hizo cargo Mario Balotelli, quien esta temporada había errado sus primeros dos
penales en su carrera, y facturó. 1-0 para el Milan a sólo ocho minutos del
final. Y los tres puntos que se quedaban en San Siro para empezar la remontada.
Un
partido chato entre un equipo que esperaba más de esta temporada y ahora trata
de salir a flote como Milan y un conjunto que está rindiendo a un nivel más
alto de lo esperado como Hellas Verona. Sumado a la lluvia hicieron que para
cualquiera que no sea hincha de alguno de los dos, duerma tranquilo en
Italia.
Pero
técnico que debuta gana, en cualquier país y así fue. El debut de Clarence
Seedorf pudo ser mejor en cuanto a efectividad, que fue lo que le faltó al
Milan, pero ganó y empezó con el pie derecho su carrera como técnico.
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