El Manchester City derrotó al Cristal Palace, pero el costó conseguir el gol que le dio el triunfo. Los Ciudadanos se acercaron al Arsenal y remontaron su mal inicio en la Premier League.
En el Etihad Stadium se efrentaban dos extremos futbolísticos de la Premier League. De un lado, el Manchester City con su récord goleador histórico para la competencia, del otro, el Cristal Palace, un equipo sumamente defensivo que piensa primero en mantener el cero en su arco antes de sacar ventaja.
En el Etihad Stadium se efrentaban dos extremos futbolísticos de la Premier League. De un lado, el Manchester City con su récord goleador histórico para la competencia, del otro, el Cristal Palace, un equipo sumamente defensivo que piensa primero en mantener el cero en su arco antes de sacar ventaja.
Los visitantes pararon un 4-4-2 con dos atacantes, que sin pelota se posesionaban en la línea de mediocampistas. Así, aguantó los avances del City durante gran parte del partido, con su apuesta en las arremetidas de Jerome y Bannan y los desbordes por izquierda de Puncheon. El sistema defensivo soportó durante gran parte del partido los incesantes avances de los ciudadanos, pero también pagó caro el precio de no arriesgar en ofensiva. Con transiciones más rápidas de la defensa al ataque, el Cristal Palace aparentó poder lastimar al local pero no se animó.
Los de Pellegrini, sin Yaya Toure y Agüero, carecieron de fantasía. Con la presencia de Silva como único creador de juego, se apoyó en el ágil Navas que por la derecha explotó las espaldas de Mariappa. El City sufrió para superar la defensa del incómodo Cristal Palace, Javi García, intrascendente en ataque, tuvo un rol en la recuperación y defensa, mientras que Minler lo acompaño en el podio de los jugadores sin una función determinado. Los ciudadanos no eran el equipo aplastante que se habían acostumbrado a ver sus simpatizantes como local, pero con poco le alcanzaba para ser más que el rival y encerrarlo en su campo. Kompany parado en el circulo central, era el último eslabón del ataque multitudinario, que a pesar de merodear el área con mucha gente, le costaba entrar.
Disparos a distancia, desbordes que terminaron en centro para un solitario Dzeko que peleo en el punto de penal contra Gabbidon y Delaney, fueron las constantes de una primera parte que terminó en cero.
En el complemento, diez minutos alcanzaron para que el ingeniero Pellegrini de un paso hacia adelante. Sacó a Fernandinho, con altibajos en la parte inicial, y mandó a la cancha a Nasri, mucho mas cereblal, mientras que Boyata, el reemplazante de Zabaleta, cedió su lugar a un atacante, Álvaro Negredo. Con un rival que se defendía cada vez más, el City quedó con tres defensores para sumar gente al ataque. La apuesta ofensiva para salir a buscar el gol estaba en marcha. El ex jugador del Sevilla se paró unos metros por detrás de Dzeko e hizo las veces de creador con terminación. Sin embargo, la jugada del gol llegó por el sector derecho, el de Navas, otro con pasado sevillano. Desborde, centro atrás, y el gigante bosnio definió ante un vencido Speroni.
Por espacios que dejaba la falta de defensores rivales y la transición rápido propia, el Crystal Palace se animó y fue a buscarlo, era el mejor momento del equipo cuando llegó el gol. La soltura ofensiva les costó la apertura del marcador, pero bien podría haber sido al revés si concretaba en algunos de los avances que generó en cuestión de pocos minutos.
Con la ventaja a su favor, y casi sin oposición en el terreno de juego, el técnico cuidando apenas se demoró 10 minutos en rearmar la línea de cuatro en el fondo con el ingreso de Kolarov. Afuera Minler.
El partido estaba cerrado. Con descanso para algunos jugadores, y ausencias por lesiones de otros, el City sacó adelante un partido incómodo en el que más que nunca extraño a los generadores de juego. La victoria sirvió para alcanzar la punta momentáneamente y esperar el resultado del Arsenal con la tranquilidad de ser líderes después de un arranque irregular.
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