El Bayern Munich se llevó la victoria ante el Borussia Dortmund por
3-0 en el Westfalenstadion. Los cambios de Pep fueron fundamentales,
especialmente Thiago y Gotze, que hizo un gol y se llevó toda la reprobación de
su ex público.
En la
semana previa al gran enfrentamiento, los dos amistosos que disputó la
Selección Alemana en la fecha FIFA generaron miles de suspicacias. Mientras
decidió reservar a los jugadores del Bayern, incluyó en el equipo a algunos
titulares del Dortmund, que terminaron lesionados sin posibilidades de poder
estar en el clásico en el Signal Iduna Park.
El tema
lesiones es un aspecto que ha condicionado mucho el semestre de los dirigidos
por Klopp, pero a esta altura ya es un golpe fuerte. A las ya sabidas bajas de
Gundogan y Piszczek (hoy volvió cerca del final), se le sumaron Hummels y
Schmelzer, más la rotura en la rodilla de Subotic en la semana anterior. Es
decir, una defensa completamente nueva para el partido más importante (y lo que
resta). Grosskreutz, acostumbrado en el último tiempo a jugar por banda
derecha, ocupó esa posición. Friedrich fue primer central y Sokratis –primer recambio-
el segundo. Por izquierda, Durm, otro que acostumbró a jugar en los recientes
encuentros por el costado izquierdo.
Del otro
lado, los de Guardiola sin su principal figura, Ribery, y con algunas
modificaciones tácticas. Sin el francés, Robben cambió de banda, fue por derecha, y Pep incluyó a Muller en la alineación titular. Un 4-1-4-1 bien
marcado, con Lahm metiéndose entre los centrales constantemente para lograr una
salida eficiente del balón por el medio.
Los
primeros minutos fueron del equipo bávaro, que controló las acciones con la
posesión del balón, y tuvo alguna que otra oportunidad de ataque. Con una
presión en tres cuartos de extrema asfixia sobre Boateng, los borussers empezaron
a entrar en ritmo de juego y a recuperar lejos de su arco. De esa forma,
Lewandowski tuvo su chance, pero falló en la que fue una de las más claras.
Klopp apostó por la verticalidad, no buscó la tenencia en la mitad, y apenas sus
jugadores tenían la bola quería que la larguen para la velocidad de los de
arriba, la zona del campo con los habituales titulares.
El gran
problema del dueño de casa estuvo en la imprecisión de Mkhitaryan, que nunca
pudo abrir juego a los costados para las subidas de los laterales, recurso que
sí utilizó y desarrolló de buena forma Lewandowski, al tirarse atrás y abrir al
juego externo. Pero en fase defensiva, también encontró inconvenientes con un
Friedrich que jugó su primer partido, y estuvo muy nervioso e impreciso,
jugando largo y sacándose la pelota de encima en todas sus intervenciones.
Esa primera
parte fue con intensidad, pero sin llegadas del todo claras, y sin una
superioridad notoria de parte de uno de los equipos. El Bayern tenía la
posesión, pero no arriesgaba, consciente de que arriba el Dortmund mantenía el
poder de fuego. Sin mucha precisión en salida, y con el ataque veloz en el que
nunca pudo dar bien el último pase, el BVB pareció mejor adaptado al partido.
Sin
embargo, en la segunda mitad, Pep Guardiola entendió perfectamente los destinos
del encuentro. La primera gran decisión fue cambiar de banda a Robben, incómodo
ante el cambio de perfil en los primeros 45 minutos. La banda izquierda del
Munich no fue la misma de siempre ante la ausencia de Ribery, pero lo intentó
compensar con el movimiento por todo el frente de ataque, a espaldas de los
volantes rivales, de Muller.
Los cambios
fueron los otros grandes aciertos del entrenador de Santpedor. Boateng estaba
amonestado y sin brindar seguridad defensiva. Por él lo hizo ingresar a Thiago,
y el mediocampista español fue a la posición de interior, pasando Javi Mártinez
de central para elaborar una mejor salida. Luego, bajo la lluvia de insultos y
silbatinas, entró Mario Gotze, en su primera vez contra su ex equipo, y su
ingreso fue tan fundamental que fue la clave del Bayern para hacerse con el
partido.
El ex 10 de
los de Westfalia se ubicó como falso 9, y con su movimiento a los costados creó
numerosos espacios. Ese cambio de piezas fue el movimiento más inteligente del
ex DT del Barcelona. Con la profundización de Gotze, encontró el primer gol,
pasados los 60 minutos de juego. Muller desde la banda derecha jugó a la
medialuna, y Mario cumplió con la ley del ex, ganándose más odio del que había
generado al irse del club, con una perfecta definición al segundo palo de tres
dedos con su pie derecho.
Mario pide perdón. El odio del borusser es profundo |
Posteriormente
a la apertura del marcador de los de Baviera, fue imposible para un Dortmund al
que el partido se le había hecho cuesta arriba. Adentro Aubameyang, también
Pizczek, pero nunca hubo profundización, y fue tomado de contra. Así fue que
Arjen Robben partió solo desde mitad de cancha hacia al arco. Con una velocidad
inalcanzable, llegó al arco de Weidenfeller y definió con sutileza por encima
del arquero al segundo palo. Golazo para ir cerrando un difícil encuentro.
Unos
minutos más tarde, Muller determinó la goleada con una magnífica obra
colectiva. Dentro del área, a un toque jugaron Robben, Lahm y el propio Thomas,
que acabó definiendo. Con el primer gol, el Bayern encontró los espacios y, si
bien el resultado fue exagerado, la victoria es justa. El Dortmund aguantó
hasta el primer cuarto del segundo tiempo con una mermada defensa, aunque supo
competir. El Bayern aprovechó las situaciones que se le presentaron a su
voracidad ofensiva, pero la base del cambio fueron las decisiones de Pep. Él
ganó este partido.
0 Comentarios..:
Publicar un comentario