Ads 468x60px

.

Entre merecer y concretar

El Arsenal le ganó al Borussia Dortmund en su visita a Alemania y se acomodó con mucho criterio de cara a las dos últimas fechas en el grupo más parejo de la Champions. Ramsey el autor del gol. La intensa lluvia no condicionó el juego.

Figuras, nombres, genialidades individuales de cada lado, hacían ilusionar a un Iduna Park que estaba colmado y vestido de una fiesta amarilla y negra. Sumar lo era todoArrancó el local, disparado con Sahin y Blaszczykowski -siendo de lo mejor-, equilibrando el juego con Reus, quién incluso debió hacer relevos, y Lewandowski, en posición de ataque.

Enfrente los esperaban Arteta y Ramsey, para controlar un medio campo poblado. Özil para generar y Giroud para definir. Estancados los laterales y dependiendo más de Rosicky que el resto, los de Wegner no encontraban la fórmula.

La seriedad la ponía Subotic (lesionado Hummels jugó Sokratis) que incluso agarraba la lanza y acompañaba en ataque, más allá de las pelotas paradas, donde tuvo su primera aproximación. Apareció Großkreutz, quién junto a Kuba generaron problemas para Gibbs y Koscielny, quienes no le tomaron el tiempo en toda la primera mitad. Y cuando se podía romper el cero, Mhkitaryan falló la más clara.

De haberse hecho un prode de llegadas, ni el más pesimista podía apostar que el Dortmund solo hubiese tenido dos y el Arsenal ninguna. Es más, no llegaron a diez las veces que Özil tocó el balón. Los locales generaban hermosas triangulaciones en la mitad del campo, pero en el momento de concretar, la pólvora estaba empapada; como el estadio del Borussia.

El primer tiempo no fue lo que muchos esperaban. Muy disputado.
Pitazo, segundo tiempo y nuevo chip: los jugadores del Dortmund levantaron dos o tres marchas su juego y empezaron a dominar, de la mano de Sahin, quien manejó todas las pelotas durante los primeros diez minutos del primer tiempo, buscando a Lewandowski y a Reus, el cual tuvo las más claras.

Mientras comenzaba un avasallante momento del Borussia, apareció un golpe durísimo, un golpe de seudónimo “realidad”. Su nombre real era Aaron Ramsey. El galés concretó tras un centro de Özil (primera clara que colocó) y posterior cabezazo de Giroud. Weidenfeller no había tocado con las manos una pelota en todo el encuentro. Gol y a salir a empatarlo.

Y después de la anotación se jugó un partido distinto. El Dortmund otorgó espacios: con las subidas más constantes de Großkreutz y de Schmelzer. Huecos que aprovecharon Mesut y Cazorla para generar alguna incomodidad a un Subotic que se mantenía firme.


Ramsey, en su mejor momento.
El equipo de Jurgen Klopp merecía mínimamente empatar: hizo trabajar a Szczęsny, generó las mejores jugadas apoyados en su superioridad en los golpes rápidos, aunque poco certeros; Bender completaba una columna vertebral de recuperación en la mitad del campo, pero Lewandowski no lograba inflar la red.


Se hicieron cambios, se generaron variantes pero el Dortmund se encontró con ese 1 a 0 que le deja en cierta penumbra todas sus aspiraciones a volver a llegar a la final como el año pasado.

El Arsenal quedó igualado en 9 unidades con el Napoli, al cual debe enfrentar. Luego recibirá al Olimpique de Marsella que aún no sumó. Por su parte, los de Klopp hoy se conformaron con merecer más que concretar y se complican de cara al futuro.

0 Comentarios..:

Publicar un comentario