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Te vamos a extrañar, Víctor

El Barcelona venció por 4-0 al Rayo Vallecano de visitante con tres goles de Pedro, uno de Cesc y una pletórica actuación de Valdés, que en el momento más complicado atajó un penal. Los madrileños tuvieron mayor posesión de pelota.

Quizás como nunca antes en su estancia en el Barcelona, Víctor Valdés se ha transformado en un jugador clave. Su aporte diferencial había sido en general su lectura de juego y su capacidad para ser el primer pase limpio, pero ya en el último tiempo que sus atajadas no solo son claves, sino también que también son demasiadas y en muchos partidos.

Tal vez este gran nivel del arquero tenga relación directa con lo que le ha pasado al Barcelona en este 2013. Los síntomas son muchos, pero el diagnóstico final no termina de ser el correcto. Lo que es claro es que hoy por hoy, el conjunto catalán no juega al nivel que lo hacía hace un año, cuando ya había mostrado variaciones de estilo en su propuesta. 

Claro que hablar de este cuando el equipo suma 15 de 15 en Liga, ganó por 4-0 en Champions y ya se anotó un título -Supercopa de España- puede sonar extravaganete. Es la propia vara que puso el Barça en el período Guardiola. 

Sin embargo, más allá del nivel (que en definitiva todos los equipos, o incluso grupos humanos, están atados a la posibilidad de tener altibajos en el rendimiento), lo que ha generado mayor incertidumbre es el modelo de juego. ¿Ha cambiado el club culé la esencia de su propuesta? ¿O es que algunos de los cambios que se ven son parte de respuestas o procesos propias de la evolución de un sistema que había entrado en crisis?

Por supuesto, estas respuestas no pueden darse todavía, pero el juego de hoy -en especial en el primer tiempo- no puede pasar desapercibido. El débil Rayo Vallecano (que venía de caer por 5-0 en Málaga la semana pasada) fue superior desde el plano colectivo en esos 45 minutos iniciales. Es más, iría más allá y afirmaría que tuvo una convicción más clara en no dividir la pelota en la salida. 

Está claro, que la diferencia individual es mucha. Messi puede en cualquier momento desnivelar, o Neymar, o el que quieran tomar. De hecho, fue en una apilada del rosarino que los catalanes se pusieron arriba tras la certera definición de Pedro, en el primero de sus tres goles. Pero el desarrollo futbolítico iba por otro carril. 

Pedro fue muy certero

El Barcelona volvió a mostrarse demasiado largo. Xavi volvió a padecer su velocidad y la velocidad de sus rivales y así no extrañó que Trashorras le ganara una larguísima carrera que terminó con un cabezazo franco de Bueno que Valdés tapó de manera brillante en el comienzo. La tapada top del "1" llegó un rato después: con el match 1-0, el portero catalán le atajó el un penal al propio Trashorras. Segundo consecutivo que detiene. 

Fue en ese primer tiempo que el Rayo edificó una victoria que no dará puntos, pero que es histórica: tuvo mayor posesión de pelota que el Barcelona luego de 5 años en los que un rival no lograba disponer de la pelota en más tiempo que los blaugranas. Si ya se debatía en Can Barça acerca del sentido actual del equipo y su fútbol, esto dará tela para cortar en los días venideros. 

En última instancia, el debate tal vez no sea si el Barça juega a otra cosa o no. SIno, debería ser la plausibilidad de otro estilo con estos jugadores en primer lugar, ya que el plantel sufrió modificaciones mínimas. Y en segunda instancia si esa variante es la que quiere el Barcelona como institución, algo mucho más delicado y sensible. 

Esto no es responsabilidad de Martino. El equipo está extendiendo un proceso que ya había comenzado con Vilanova-Roura y que parece ir carcomiendo poco a poco muchos de los preceptos que habían puesto al Barça en lo más alto del firmamento. Por decisión propia, desidia o incapacidad para torcer el rumbo, los culés se han ido alejando de lo que les sentaba a las mil maravillas y que quizás necesitaba retoques en juegos claves. Hoy, un Rayo Vallecano que no se encerró ni mucho menos lo puso en jaque durante un rato largo. En este contexto, un Valdés que está de salida, está resultando un elemento vital para que el enigmático Barça de Martino siga marchando a velocidad crucero...lo que pueda pasar más adelante sigue dejando dudas.    
  

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