El Dortmund
de Klopp venció 1-0 al Hannover como local pero no jugó como lo viene haciendo
el último tiempo. Sin asociarse, con fallas en la salida y varias imprecisiones.
Es el
momento en la temporada en el que el nivel del Dortmund no es como venía siendo
en los últimos meses. Acusando el impacto de varias lesiones que se dieron al
mismo tiempo, el equipo de Klopp hace algunas fechas que alterna su
funcionamiento según virtudes y defectos del rival. Hoy, como local en el
Signal Iduna Park, le costó vencer al Hannover 96.
Primero fue
Gundogan el que se ausentó, por un golpe en la columna. Su estado físico se fue
agravando y hace rato que no juega, de hecho desde que comenzó la Bundesliga
todavía no ha aparecido ni un minuto. Los laterales Piszczek y Schmelzer son
los otros lesionados, ambos marcadores de punta titulares (el 3 estuvo en el
banco en esta novena jornada).
Sin Ilkay,
Klopp ubica en el doble pivote a Nuri Sahin, como acompañante de Sven Bender.
Sin embargo, el ex Real Madrid no tiene la precisión ni es clave en la presión
en la salida rival. Eso quedó demostrado hoy en el complicado encuentro ante un
equipo que tuvo buenas intenciones con la pelota. Sin el pase fino de Nuri ni
Mkhitaryan –un tanto lento en sus desplazamientos-, el juego asociativo del
Borussia pierde fuerza.
Al no tener
esa capacidad asociativa que distingue entre otros argumentos a su juego, los
de Westfalia no fueron los mismos. Logró abrir rápido el marcador y desde allí
comenzar a construir una dura victoria que lo sigue dejando peleando en los
primeros lugares. Además de continuar con el invicto de ocho victorias y un
empate con el que cuenta. Una mano del lateral Sakai en el área fue trasformada
en gol por Marco Reus, con un remate fuerte al palo derecho del arquero Zieler.
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El Dormtund se llevó la victoria en un partido difícil |
El mejor
desarrollo, de todas las facetas que comprenden a su estilo, fue el de la
presión ante el intento de salida del Hannover. De todas maneras, no fue tan
asfixiante como acostumbra, sino que cortó más cerca de la mitad de la cancha,
cuando los mediocentros recibían y la línea de ataque del Dortmund era superada
por el visitante. El orden de Subotic y Bender para recuperar y esa presión en
el centro fueron fundamentales para cortar el circuito de un rival que siempre
intentó jugar bien la pelota, con Andreasen y Huszty como ejes, y dispuso de
algunas ocasiones claras para marcar, sobre todo en el último cuarto del
partido.
El zaguero
griego Sokratis reemplazó a Hummels, en otro cambio obligado del ex entrenador
del Mainz, aunque tuvo algunos problemas al cerrar y al salir a los costados a
relevar. Un tanto inseguro, y con la imprecisión que fue una constante
en la tarde. No contempló bien cuándo salir a banda sin dejar un hueco libre
atrás y en eso también influyeron los laterales. Grosskreutz no es 4 y Durm sí
es 3 aunque recién está haciendo sus primeras armas. Ambos salían
desmedidamente a la mitad y obligaban a los centrales a salir. Allí, Subotic
tuvo cruces con firmeza.
Del medio para arriba, Aubameyang
nunca se sumó al circuito de juego y, si bien tuvo largas carreras en velocidad
por los costados sacándole gran diferencia a su marcador, solo se limitó a eso.
El armenio estuvo lento, un aspecto que diferencia al juego de este equipo con
respecto a lo que ejecutaba con Gotze en esa posición, pero no por eso es peor,
sino diferente en cuanto al traslado del balón. Aunque sí influye en las
transiciones tan veloces del Dortmund.
Reus se movió siempre por el extremo
izquierdo, y Lewandowski jugó bien de espaldas, aunque no tuvo chances para
meter su gol hasta el final. En la última, pudo ampliar el marcador con la
única contra del partido en otra dimensión, en ese tipo de jugadas que hace
único a este conjunto alemán. Schieber había ingresado y arrancó para adelante;
la tiró al centro para que la empuje el polaco y apareció un defensor para
cerrar. También Hoffman dio una gran habilitación unos minutos después de
ingresar, pero el gabonés Aubameyang no llegó a tomar la bola. También lo pudo
empatar la visita sobre el cierre, pero Weidenfeller la sacó con grandes
reflejos.
Fue una victoria merecida para el
Dortmund, que de todos modos no fue el de siempre. Tal vez regulando fuerzas y
cuidando formas para el duro desafío del martes por Champions ante el Arsenal
como visitante. Klopp sacó a Reus cuidándolo para ese juego. Allí seguramente
será más difícil ante la gran actualidad de los de Wenger. Hoy fue un triunfo
que le permite seguir segundo, pero que no será de esos rendimientos que dejen
contento al director técnico.
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