El Arsenal dio una muestra de maduración frente al Crystal Palace y se mantiene en lo más alto de la Premier League. El equipo de Arsene Wenger creció y hoy por hoy puede dar pelea algo que hace un tiempo no hubiera pasado..
Arsenal dio una muestra de carácter frente al Crystal Palace. Una muestra de maduración, eso que no tenía la temporada pasada, donde lo que hoy fue un triunfo podría haber sido un empate o tal vez una derrota porque nadie cerraba el partido en el área o porque no podía sostener su victoria en su propio arco. Hoy los de Arsene Wenger no jugaron bien, no fueron el conjunto que suele ser el dueño de la pelota, pero se llevaron tres puntos que lo mantienen en lo más alto de la Premier League y no son tres puntos más ya que estos son los encuentros que debe ganar un team que quiere pelear arriba.
Arsenal dio una muestra de carácter frente al Crystal Palace. Una muestra de maduración, eso que no tenía la temporada pasada, donde lo que hoy fue un triunfo podría haber sido un empate o tal vez una derrota porque nadie cerraba el partido en el área o porque no podía sostener su victoria en su propio arco. Hoy los de Arsene Wenger no jugaron bien, no fueron el conjunto que suele ser el dueño de la pelota, pero se llevaron tres puntos que lo mantienen en lo más alto de la Premier League y no son tres puntos más ya que estos son los encuentros que debe ganar un team que quiere pelear arriba.
Falta una eternidad para que termine el torneo inglés. Sin embargo los Gunners le clavaron la puñalada a su rival cuando ellos mejor estaban y con ese movimiento asesinaron sus aspiraciones, algo que debe hacer un equipo que quiere ser protagonista: matar a sus rivales. Dejarlos sin chances de nada. Sacarle un punto no tiene que ser algo sencillo, sino todo lo contrario y eso es lo que demuestra el Arsenal en la actualidad. El primer tiempo fue completamente de los comandados por Arsene. Tocar para encontrar los espacios fue la idea. Nada raro hasta ahí, el dilema es que no pudo penetrar nunca en el área rival cosa que sí hizo su adversario. El fútbol no es lógico y eso fue la primera parte. Uno puede tener la pelota y los que tenes enfrente pueden hacer los goles.
El empate en cero con el que se fueron al descanso le metía más presión a los Pistoleros que a los locales y vaya uno a saber qué le dijo el entrenador francés sus dirigidos, pero al minuto la historia ya cambió. Penal para el Arsenal (no caben dudas de la falta) y gol de Mikel Arteta. El ex Everton hoy es una pieza vital en el mecanismo del puntero del campeonato y eso se terminó de confirma cuando se fue expulsado tras bajar a Marouane Chamakh en una contra rápida. Estuvo mal expulsado porque estaba lejos del área y no era una oportunidad manifiesta de gol. Faltaban 40 metros para que el punta marroquí llegue al arco de Wojciech Szczesny. Después de que el español se fuera a las duchas el Palace se agrandó y lo hizo porque el Arsenal no tenía una contención en la mitad de la cancha.
Wenger metió mano y lo puso a Jack Wilshere, quien poco saber de marcar pero sí de crear. Aaron Ramsey ocupó el sitio que dejó Arteta e intentó tapar las llegadas. Los Gunners se rearmaron aunque en los minutos que tardaron en hacerlo el Crystal generó las mejores situaciones que tuvo en el partido. En ese momento el que apareció fue Szczesny, un arquero que hoy por hoy da tranquilidad y que hoy sacó dos bolas sensacionales. Otro que maduró y al portero vamos a sumarle a Ramsey y Olivier Giruod. El primero esta temporada se consolidó como un gran jugador y a esto le agregó gol y el segundo se terminó de meter en el sistema que propone su DT. De una combinación entre ellos dos llegó el segundo tanto y en esta jugada el galés la aguantó, pensó y habilitó. El francés por su parte se desmarcó, esperó y la empujó. Juego inteligente y mortal.
El segundo gol del Arsenal fue el golpe de gracia para los locales. El encuentro terminó ahí y le dio tranquilidad a los visitantes. Más allá de afianzarse en la cima de la Premier, los Gunners hoy aprendieron a liquidar los partidos. Resuelven lo que antes capitalizaban sus contrarios y por lo que pagaba caro. Hoy Arsenal es un equipo que puede dar pelea y que cuando se lo propone puede jugar muy bien, algo que por muchos años se le destacó pero que no le dio resultados deportivos lamentablemente. La historia puede cambiar y más si se afianza un crecimiento que hoy por hoy lo deja como uno de los mejores conjuntos de Inglaterra..
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