El fútbol no tiene lugar exclusivamente para deportistas multimillonarios y fanáticos ávidos de ver buen fútbol. Al menos en México, donde el domingo pasado concluyó el triangular de las Fuerzas Armadas. El Ejercito venció en la final en el Estadio Azul a la Marina.
90 minutos, tiempo suficiente para pasar del amor incondicional al odio irracional, 90 minutos que nos detienen la respiración… 90 minutos en los que uno viste los colores a los que toda la vida les ha profesado afecto.
Es común cada fin de semana ver a miles de aficionados
enfundados en la casaca de su equipo, no importa el lugar del mundo; en la
inmediaciones de cualquier estadio se verán banderas, camisas y souvenirs de
los característicos colores de cada entidad. Esto sucede siempre.
Pero hay veces en que la clásica tonalidad difiere, así como
aconteció este domingo 25 de agosto en la capital de México. Afuera del Estadio
Azul, donde Cruz Azul hace de local, no se vieron los puestos de camisetas con
el 10 del “Chaco” Giménez copándolo todo. Y dentro del estadio las playeras
azules y blancas en la tribuna, cedieron su lugar a los uniformes pixeleados
verdes y cafés del Ejército Mexicano.
¿Operativo en el estadio? ¿Alguna convención de carácter
militar? Nada de eso, lo que congrego a los militares en el inmueble, no fue
otra cosa que 90 minutos del deporte más hermoso del mundo, 90 minutos del
juego del hombre… y del militar también.
Y es que, en este 2013 se cumplen 100 años de la fundación de las Fuerzas Armadas en
México. Por ese motivo el Secretario de la Defensa Nacional, el general
Salvador Cienfuegos Zepeda; el Secretario de Marina, almirante Vidal Francisco
Soberón Sanz; y el Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, Leonardo González;
tuvieron la iniciativa de llevar a cabo un triangular con un equipo
representativo de cada una de sus dependencias, es así como tomaron forma los
combinados del “Ejército Mexicano”, de la “Marina” y de la “Fuerza Aérea”.
Incesante apoyo en la tribuna |
El triangular se llevó a cabo del 6 al 16 de agosto y a la
final del día 25 accedieron el “Ejército Mexicano” y el de la “Marina” siendo
el primero quien logró de manera invicta colgarse la etiqueta de campeón ya que
durante los 90 minutos de la final, fue superior a su rival en todo momento.
En el primer tiempo los equipos se fueron cero a cero. Pero en
el complemento, el talentoso mediocampista Eduardo Duarte abrió la cuenta a los
60 minutos de juego con un bombazo desde fuera del área.
La foto del campeón |
Al 63 de tiempo corrido Rosas manda un centro al área que no
llevaba demasiado y en el que la desafortunada participación del marino Armando
Abrego hizo que el marcador se pusiera 2-0 en favor del Ejercito Mexicano.
El Ejército hizo aún más sólido su liderato cuando desde los
doce pasos el camisa 11 Venancio Fernández, cobró de manera magistral un
penalti que le habían cometido a Duarte.
Cobro magistral |
Y para finalizar la sensacional performance del Ejército, su
mejor jugador Eduardo Duarte finalizó una jugada colectiva que bien pudo haber
firmado cualquier club puntero de alguna liga europea. 4 a 0 que dejó
constancia de la superioridad futbolística del Ejército Mexicano sobre su
rival.
¡Somos campeones! |
Así es como se consumó una tarde atípica en el Estadio Azul,
con el Ejército Mexicano levantando la Copa y la hermandad ganada entre todos
los cuerpos que integran la “Fuerza Armada Mexicana”.
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