El equipo de los descartados

Este milagroso Olimpia no para. Derrotó claramente a Atlético Mineiro en el Defensores del Chaco por 2-0 con una actuación muy solvente. Silva y Pittoni, con dos golazos, le dieron la ventaja al Decano que viajará a Belo Horizonte con el objetivo tangible de sumar su cuarta Copa Libertadores. 

Uno ve la nómina del plantel y realmente no puede creer cómo Olimpia llegó hasta acá, cómo se convirtió en el mejor equipo a partir de los octavos de final (pase lo que pase la semana que viene), cómo doblegó a un Atlético Mineiro, que si bien viene en caída libre, cuenta con jugadores de enorme categoría. Es por eso que el fútbol nos gusta tanto. 

Porque demuestra este equipo que un colectivo fuerte, con sus ideas claras puede maquillar muchas carencias. Este grupo se hizo enorme desde la adversidad (hoy por hoy, institucuionalmente Olimpia es un caos) y está a 90 minutos de ser nuevamente Rey de América. 

Fue 2-0 en la noche del Defensores del Chaco en Asunción, pero sinceramente pudieron ser muchos más. Como ante Newell's o ante Independiente Santa Fe, el Decano tuvo tramos donde pasó por encima su rival, pero además, siempre se mostró sólido. 

Mérito enorme de un símbolo franjeado como lo es Éver Almeida. Repasemos algunos nombres: Salustiano Candia, Nelson Benítez, Juan Carlos Ferreyra, Juan Manuel Salguiero, Matías Giménez, todos ellos descartados por el fútbol argentino, todos ellos protagonistas en mayor o menor medida. 

Si bien el uruguayo Salgueiro había sido la carta brava para los paraguayos en este copa, quien desató el juego hoy fue un compatriota suyo, el hábil Alejandro Silva. Con guapeza -ya minutos antes había ensayado un gran caño- se animó a desnudar la fragilidad de la zaga del Atlético Mineiro. Encaró, pero casi nadie le salió al paso, luego la clavo contra el palo izquiero de Víctor. 

Ese tanto desató la furia olimpista y allí los locales debieron aumentar. Tuvo suerte el Galo en ese trayecto de irse en desventaja apenas por 1-0. El ambiente en el vestuario visitante debe haber sido demasiado tenso; es que los brasileros hacían casi todo mal, a excepción de Tardelli el único que arrimó peligro serio. Por si fuera poco, ensayaban un adelantamiento de la defensa, pero sin presión sobre el poseedor del balón, cada ataque local era una opción.

Silva fue clave en ese primer tiempo

En el entretiempo Almeida lanzó un mensaje al lanzar otro delantero al campo; sin embargo, el gesto valiente de ubicar a Ferreyra redundó en que Olimpia perdiera su preminencia en el medio. Silva dejó de pesar pero fue allí donde Aranda -el mejor de la cancha- y Pittoni -finalmente la figura por su golazo in extremis- aparecieron para contener los embates visitantes.

Ronaldinho, de pésimo partido, salió y en ese trayecto el Galo podría haber igualado. Tardelli primero y Jo (fenomenal tapada de Martín Silva) desperdiciaron sus opciones y dejaron a Olimpia en ventaja. Es verdad, que del otro lado Bareiro debió haber puesto el segundo en una falla para especial de Lavecchia de fin de año. 

Sin embargo, si hubiera hecho ese tanto, el fenomenal tiro libre de Pittoni, no hubiera existido, seguramente. Un poema de ejecución en el pie derecho del volante por aquel sector. Casi sin distancia la colgó bien arriba y selló el triunfo paraguayo en la primera final.

El Mineiro ya demostró que puede dar vuelta un 2-0. Sin embargo, el peso de la final y de la localía, si corren los minutos y todo sigue en tablas puede jugarle en contra. Del otro lado, el Decano querrá festejar en el Mineirao. Este grupo sabe que está haciendo historia hazaña tras hazaña. Una más para el grupo de los descartados no parece imposible.   

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