Sentarse a ver un partido donde uno no conoce a ninguno de los 22 jugadores que están en el campo de juego puede ser toda una odisea, pero a su vez puede ser una satisfacción importante porque desde el primer minuto uno busca algo que lo cautive, que le cambie la cara a esa ignorancia y hasta que lo enamore ya que los prejuicios con los que uno ve muchos encuentros en los que conoce de memoria a los dos equipos hasta genera que se tenga un favorito a la victoria y claramente es algo normal.
Los que miran cualquier choque que se les cruce seguramente pueden dar fe de esto, mientras que los otros, esos que solo miran los enfrentamientos importantes o los que definen algo no entenderán la magia de encontrar un nuevo talento, un zaguero con salida y tiempista, un volante que rompa los esquemas o un delantero goleador que no figure en los planes del Real Madrid o del Barcelona. Quizás en un futuro esto de que lo quiera un team importante del mundo puede llegar a cambiar, aunque el "descubrimiento" siempre será de uno mismo y si uno quiere hasta puede alimentar el ego.
Puede que muchos de ustedes me comprendan porque, por citar un caso, la primera vez que vieron jugar a Lionel Messi al instante dijeron fue un "este tiene algo diferente". Después de eso cada vez que podían veían algún encuentro donde este él o hasta se pusieron a buscar videos del muchacho en cuestión. No me digan que no hay algo mágico en todo eso. Bah para mí lo hay y todo esto me hace sentir un arqueólogo que encontró un espécimen perdido del homosapiens.
Entiendo que hay que tener ganas de ver un Nigeria - Bélgica en el Torneo Esperanzas de Toulon, doparti que generó está nota, pero gracias a eso ahora tengo una buena impresión algunos jugadores que antes ni existían para mí. Además por primera vez vi en el terreno de juego al hermano de Romelu Lukaku, Jordan Lukaku, quien lejos de ser un artillero letal es un lateral de buen porte y gran potencia física. Ah y es idéntico al delantero, hablamos de parecidos físicos no futbolísticos, del West Bromwich. Ese encantamiento es único y nos lleva al fútbol en su etapa más pura.
El negocio quedó de lado, los torneos quedaron de lado, las finales quedaron de lado, las grandes transferencias quedaron de lado, los grandes nombres quedaron de lado y uno simplemente se sentó a ver patear una pelota a 22 tipos que no conocía y de los cuales no tiene ningún prejuicio. Obviamente, ahora, esto cambió porque el partido terminó y si me preguntan los belgas tienen una buena base aunque debe potenciarla, mientras que los nigerianos, como muchos equipos africanos, deben aprender a definir las oportunidades que generan. ¿Vieron cómo cambian las cosas y que lindo es ver algo sin prejuicios?..
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