El conjunto argentino se quedó con el Mundial de Clubes Sub -17 frente al Atlético de Madrid y dejó en lo más alto a las instituciones latinoamericanas. Un certamen que permite soñar con un futuro prometedor.
Los chicos del Sub – 17 del equipo millonario le ganaron por
1 a 0 al Atlético de Madrid y se coronaron campeones del Mundial de Clubes, disputado en el estadio Alberto Ruiz de la localidad
madrileña de Colmenar Viejo ante unos 2.000 espectadores. Sebastián Driussi se
encargó de convertir el tiro desde el punto de penal para la consagración; Daniel Messina, entrenador rojiblanco, se fue expulsado antes del
primer tiempo.
Luego de que ambos eliminaran en semifinales a las dos
instituciones más grandes de España (Atlético al Real Madrid y River a
Barcelona, por penales) se sabía de antemano que el último encuentro del torneo
sería exquisito. River llegaba de la mano de Tomás Andrada, el juvenil
millonario próximo a subir a primera división y el “Aleti”, que, después del
Barcelona, tiene una de las mejores canteras de país mediterráneo.
Los dos equipos propusieron, desde el principio, jugar al
fútbol; nada de pelotazos arriba (hecho que solo se permiten ciertos equipos al
momento de ¡saqué si quiere ganar!). Lejos de ser erráticos en los pases,
tuvieron muchas oportunidades en los arcos rivales con juego asociado, hermosos
pases entre líneas que cada guardavalla se encargó de despejar. Pero River fue
más, tuvo eficacia cuando se requirió: cuando corría un cuarto de hora de
juego, Álvaro le cometió un ingenuo penal a Sebastián Driussi, propio de la
falta de experiencia, y el mismo Driussi se encargó de desnivelar el marcador.
Partido luchado |
Era 1 a 0 para la entidad argentina y a seguir jugando. Después de lo ocurrido,
el Atlético no supo penetrar el gran bloque defensivo que propuso Messina con
solo cuatro defensores y el mediocampista central. Los españoles fueron
anulados por este esquema y tampoco pudieron concretar las pocas veces que se arrimaron
al arco de Augusto Batalla.
Además de los condimentos que entregaban los jugadores, del
otro lado de la línea también hubo espectáculo y es que el entrenador del
conjunto de Nuñez se fue expulsado cuando iban 37 minutos del primer tiempo.
Tras protestar varias veces, el árbitro Valentín Pizarro
decidió que se vaya de forma temprana al vestuario. Este suceso hizo más grande
el triunfo de los pibes de River, que supieron ser hombres sin contar con su
capitán más poco más de un tiempo de juego.
Esta competición, en su edición número nueve, fue
conquistada en siete oportunidades por equipos sudamericanos. Boca Juniors fue
el primer campeón en 2005 y repitió en 2006, Sao Paulo hizo fue también
bicampeón en 2007 y 2008; en la quinta edición jugada en 2009, el Real Madrid
cortó la racha de los equipos latinos; en 2010 y 2011 el Corinthians fue el
tercer elenco que se dio el lujo de campeonar consecutivamente y en 2012 el
Atlético Madrid se quedó con el título, que no pudo retener ante River Plate,
que volvió a poner a Sudamérica en lo más alto a nivel juvenil, allá, en el
viejo continente, donde ahora es es flamante de rey.
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