Historias de amor hay millones. Muchas terminan con pajaritos dando vueltas por la cabeza de los enamorados en cuestión y terminan siempre igual: todos viven felices para siempre. Igualmente hay otras que son todo lo contrario y culminan con alguien tirando un cenicero por la cabeza de otro (I love Susana) y echándolo de la casa a las patadas. Tranquilos hoy no vamos a hablar de sus vidas personales y si alguno se siente tocado es pura coincidencia, porque haremos referencia a esos muchachos que han hecho enfurecer a sus más devotos fans, los cuales corearon sus nombres en más de un estadio y hoy cada vez que la tocan lo insultan de arriba a abajo.
¿Quién no tiene un jugador odiado? No se hagan los sonsos (?) porque todos tenemos uno de esos que se dicen futbolistas y que cada vez que agarran la pelota suspiramos de mala manera e inmediatamente deseamos que haga algo mal con la bola en los pies para sentirnos satisfechos. En esos momentos algo de morbo y de ego invaden nuestra sangre, aunque nos sentimos bien porque sostenemos nuestras palabras y pensamientos en lo más alto. Seguramente Robin Van Persie, jugador del Manchester United, se metió en este selecto grupete en los últimos meses y lo afirmamos porque así se lo hizo sentir la hinchada del Arsenal cuando visitó el Emirates Stadium en la fecha 35 de la Premier League.
Ese encuentro el holandés fue silbado cada vez que tocó la bola y todo el amor que se ganó a lo largo de ocho temporadas con la camiseta del team de Londres se fue al demonio cuando decidió irse a los Diablos Rojos. El United pagó por él unos 38 millones de euros, pero la gente no le perdonó que fichara con uno de las instituciones más importantes de Inglaterra. El amor se convirtió en odio con una simple acción y el público no entendió eso de "soy profesional y juego en todos lados". Bah más bien, un montón de veces, las personas no entienden esto.
Es algo personal se podría decir. Una traición, una de esas cuestiones que por más racionales que sean van en contra de la ética de los simpatizantes. Para el fanático no importa otra cosa que los colores del club, defender la camiseta a muerte es una de sus principales virtudes y defectos y ante esto cualquier estrella no puede pelear. Trabajar así es complicado, sin dudas, aunque puede resultar casi imposible entrar en razón con estos individuos los cuales muchos parecen tener su motor de vida en el odio irracional.
En nuestros días los ultras les han hecho sentir el rigor a figuras del fútbol como Mario Götze o Carlos Tevez. El primero sufrió el abucheo mucho del público del Borussia Dortmund porque fue transferido al Bayern Munich y a pesar de que aún tiene que jugar la final de la Champions, justamente y raramente, frente a los bávaros el próximo 25 de mayo. Muchos escracharon sus camisetas, las cuales antes mostraban orgullosos con el nombre Marito. Lo más insólito es que el jugador, en este caso, prácticamente no pudo decidir sobre su futuro porque el equipo que será conducido por Pep Guardiola la próxima temporada pagó los 37 millones de euros que aparecían en su cláusula de recesión. Esto, por lo visto, poco le importó a los muchachos que copan el Signal Iduna Park.
La historia del Apache es diferente, ya que su salida del Manchester United fue caótica y se fue enojado con Alex Ferguson. Su siguiente parada fue el Manchester City, que no hace falta aclarar es el máximo rival del United. Los petrodólares lo tentaron o vaya saber qué llevó al ex Boca a ese conjunto, la cuestión es que con eso bastó para que su ídolatria se desmoronara. Hace poco tiempo y a raíz de su pelea con Mancini, la antipatia llegó a las dos veredas. Claro, los hoolingans de ambos equipos se unieron en contra de Charly y hasta hubo camiones de basura que recolectaban las camisetas que tuvieran la inscripción Tevez en su dorsal. Hay que ganarse el rencor de toda una ciudad.
Si vamos un poco más atrás en la historia se puede decir que vamos a hablar de uno de los casos más controversiales en lo que respecta a cambios de equipos que trajeron cola. Seguramente muchos recuerdan a Luis Figo, jugador explosivo, de gran desborde y excelente manejo y seguramente todos se acuerdan que pasó del Barcelona al Real Madrid, aunque no a cualquier Madrid sino al de los Galácticos. Ese que juntó a varios cracks del fútbol en un mismo equipo gracias a sus grandes inversiones, una de ellas el portugués aquí citado. Luisito fue tildado de todo lo que se les ocurra o recuerden, igualmente la más famosa, sin dudas, fue "pesetero", dícese del player que se vende a la contra por una suma sustancial de dinero.
A diferencia de los que hablamos anteriormente, Figo la pasó realmente mal, muy mal para ser precisos. Su pase al Real fue un estigma que lo persiguió y quizás lo persigue en su vida. El primer clásico Real Madrid - Barcelona que disputó fue altamente morboso, porque como era de esperar mucho tiempo antes del partido ya se habló de cómo lo iba a recibir la afición culé (se disputó en el Camp Nou). El día finalmente llegó y el luso, realmente, sintió el rigor. La gente lo recibió en medio de una pañolada, nadie se guardó su silbido contra él, varios hicieron carteles con la inscripción "Judas" y encima se fue derrotado.
Un bajón por donde lo miren. Uno de sus errores fue haber declarado antes de que se concrete su traspaso que no se iba a ir del conjunto catalán y esto lo persiguió hasta en la Eurocopa 2004, disputada en su país de origen y a la cual llegó a la final. En dicha definición frente al horrible equipo de Grecia un hincha entró a la cancha y le tiró una bandera del Barcelona en la cara. Ah y como para meter más fichas a la cuestión perdió frente a los helenos. Redondito. Los años pasarán, pero lo seguro es que gran parte de la patria futbolera se acuerde de él por el simple hecho de haber pasado del Barcelona al Real Madrid.
Varios ayeres más atrás, otro que cambió de camiseta drásticamente fue Luis Enrique, volante español de lindos toques y buen juego para los colgados que no lo recuerden. A diferencia de Figo, nuestro amigo español cambió el blanco por el azulgrana y ahora fueron los hinchas merengues quienes comenzaron con la cadena del odio (?). Las temporadas y su rendimiento hicieron que se ganara el cariño de la gente del Barca, pero en la capital de España siempre hay alguien que se acuerda de él y no precisamente por sus goles o sus asistencias de lujo.
En Italia, por ejemplo, los intercambios de jugadores entre el Inter y el Milan son frecuentes. Podemos citar a varios que se han puesto ambas casacas y que se llevaron un par de insultos de los que antes gritaban sus goles, aunque para hacerla más sencilla solo vamos a nombrar a Mario Balotelli. El punta tano siempre dijo que era hincha del Rossonero, hasta en los tiempos en los que defendía los intereses interistas. Participó de varios altercados, no solo por sus 10.000 de problemas que tuvo, tiene y tendrá en su vida, sino que también en la cancha y sin ir más lejos en el último clásico milanés los tifosi Neroazurros lanzaron varios insultos racistas contra el delantero.
Seguramente podríamos seguir citando nombres y nombres que pueden ampliar esta lista "negra", pero lo que queda claro es que los hinchas tienen un estado particular y que se sienten traicionados ante el menor quiebre de un jugador o ante el menor indicio de su no amor por los colores que ellos aman. Ellos no se olvidarán de los que dejaron sus vestidores por ir a ganar más dinero o prestigio a otra institución, se lo harán recordar todas las veces que puedan y hasta se lo harán recordar a todos aquellos que son indiferentes a la situación, porque muchas veces su odio está a pasitos de lo irracional..
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| Él no grita el gol, pero los hinchas lo silban igual.. |
Es algo personal se podría decir. Una traición, una de esas cuestiones que por más racionales que sean van en contra de la ética de los simpatizantes. Para el fanático no importa otra cosa que los colores del club, defender la camiseta a muerte es una de sus principales virtudes y defectos y ante esto cualquier estrella no puede pelear. Trabajar así es complicado, sin dudas, aunque puede resultar casi imposible entrar en razón con estos individuos los cuales muchos parecen tener su motor de vida en el odio irracional.
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| Me pa' que los muchachos se enojaron.. |
La historia del Apache es diferente, ya que su salida del Manchester United fue caótica y se fue enojado con Alex Ferguson. Su siguiente parada fue el Manchester City, que no hace falta aclarar es el máximo rival del United. Los petrodólares lo tentaron o vaya saber qué llevó al ex Boca a ese conjunto, la cuestión es que con eso bastó para que su ídolatria se desmoronara. Hace poco tiempo y a raíz de su pelea con Mancini, la antipatia llegó a las dos veredas. Claro, los hoolingans de ambos equipos se unieron en contra de Charly y hasta hubo camiones de basura que recolectaban las camisetas que tuvieran la inscripción Tevez en su dorsal. Hay que ganarse el rencor de toda una ciudad.
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| Limpios los pibes.. |
Si vamos un poco más atrás en la historia se puede decir que vamos a hablar de uno de los casos más controversiales en lo que respecta a cambios de equipos que trajeron cola. Seguramente muchos recuerdan a Luis Figo, jugador explosivo, de gran desborde y excelente manejo y seguramente todos se acuerdan que pasó del Barcelona al Real Madrid, aunque no a cualquier Madrid sino al de los Galácticos. Ese que juntó a varios cracks del fútbol en un mismo equipo gracias a sus grandes inversiones, una de ellas el portugués aquí citado. Luisito fue tildado de todo lo que se les ocurra o recuerden, igualmente la más famosa, sin dudas, fue "pesetero", dícese del player que se vende a la contra por una suma sustancial de dinero.
A diferencia de los que hablamos anteriormente, Figo la pasó realmente mal, muy mal para ser precisos. Su pase al Real fue un estigma que lo persiguió y quizás lo persigue en su vida. El primer clásico Real Madrid - Barcelona que disputó fue altamente morboso, porque como era de esperar mucho tiempo antes del partido ya se habló de cómo lo iba a recibir la afición culé (se disputó en el Camp Nou). El día finalmente llegó y el luso, realmente, sintió el rigor. La gente lo recibió en medio de una pañolada, nadie se guardó su silbido contra él, varios hicieron carteles con la inscripción "Judas" y encima se fue derrotado.
Un bajón por donde lo miren. Uno de sus errores fue haber declarado antes de que se concrete su traspaso que no se iba a ir del conjunto catalán y esto lo persiguió hasta en la Eurocopa 2004, disputada en su país de origen y a la cual llegó a la final. En dicha definición frente al horrible equipo de Grecia un hincha entró a la cancha y le tiró una bandera del Barcelona en la cara. Ah y como para meter más fichas a la cuestión perdió frente a los helenos. Redondito. Los años pasarán, pero lo seguro es que gran parte de la patria futbolera se acuerde de él por el simple hecho de haber pasado del Barcelona al Real Madrid.
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| Figo la pasó realmente mal.. |
En Italia, por ejemplo, los intercambios de jugadores entre el Inter y el Milan son frecuentes. Podemos citar a varios que se han puesto ambas casacas y que se llevaron un par de insultos de los que antes gritaban sus goles, aunque para hacerla más sencilla solo vamos a nombrar a Mario Balotelli. El punta tano siempre dijo que era hincha del Rossonero, hasta en los tiempos en los que defendía los intereses interistas. Participó de varios altercados, no solo por sus 10.000 de problemas que tuvo, tiene y tendrá en su vida, sino que también en la cancha y sin ir más lejos en el último clásico milanés los tifosi Neroazurros lanzaron varios insultos racistas contra el delantero.
Seguramente podríamos seguir citando nombres y nombres que pueden ampliar esta lista "negra", pero lo que queda claro es que los hinchas tienen un estado particular y que se sienten traicionados ante el menor quiebre de un jugador o ante el menor indicio de su no amor por los colores que ellos aman. Ellos no se olvidarán de los que dejaron sus vestidores por ir a ganar más dinero o prestigio a otra institución, se lo harán recordar todas las veces que puedan y hasta se lo harán recordar a todos aquellos que son indiferentes a la situación, porque muchas veces su odio está a pasitos de lo irracional..
Burning camisa del fútbol. Recientemente menudo ver esta noticia, no me gusta.
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