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Las Súper Águilas quieren aprender a volar

Nigeria llega a la Copa Confederaciones con varias bajas pero con el título de campeón de África. Las semifinales son su objetivo en esta competición, aunque en el fútbol nunca se sabe.




¿Cómo llega?

En Brasil, las Súper Águilas jugarán su segunda Copa Confederaciones. En 1995, en Arabia Saudita, fueron cuartos luego de golear 3-0 a Japón, igualar 0-0 con Argentina y perder en los penales con México en el partido por el tercer puesto. Aquel equipo contaba con muchos de los mejores jugadores de la historia del fútbol nigeriano, como Okocha, Siasia, Peter Rufai, Amunike y Amokachi, entre otros.

Hoy, en un momento totalmente distinto, llegando como campeón del continente pero con un importante cambio generacional, Nigeria aspira a estar en las semifinales. Será clave un triunfo en el debut ante Tahití -rival más débil del Grupo B- para llegar de la mejor forma a la segunda fecha, ante Uruguay. Allí debería definirse su clasificación ante los de Tabárez. Cerrará con España, el campeón del mundo.

Más allá de los nombres, las Súper Águilas se apoyarán en la seguridad de su arquero y capitán: Vincent Enyeama, como así también en la categoría y experiencia de Obi Mikel, y en la frescura de Musa, Mba e Ideye Brown en la faz ofensiva. En relación a la convocatoria, y comparándola con el plantel que ganó la CAN 2013, se repiten catorce jugadores. Aparecen como novedades Ogu -volante del Coimbra portugués-, Joseph Akpala -delantero que milita en Alemania-, el joven Babatunde -juega en Ucrania- y Oduamadi -del Varese italiano-, que no estuvo en la cita sudafricana y asoma como posible habitual en la alineación que plantee Keshi.

Con un equipo que en el último tiempo ya sale casi de memoria, Nigeria tiene toda la ilusión en su excursión a Brasil de plantarse de igual a igual a los grandes del mundo y dejar bien en claro que el fútbol africano estará bien representado.

Figura: Obi Mikel


Obi, la figura de Nigeria.
Su nombre comenzó a ser conocido en 2005. En aquel año, Nigeria era subcampeón del Mundial Sub 20 de Holanda y Obi Mikel ganaba el Balón de Plata del certamen. A partir de allí, comenzó el ascenso de Mikel: del Lyn noruego pasó al Chelsea inglés, donde permanece hasta el día de hoy, aunque esta temporada perdió un poco de espacio. En 2010 se perdió el Mundial de Sudáfrica por una lesión en la rodilla, pero en la CAN 2013 fue clave para la obtención del título. Desde el círculo central será el encargado de generar juego y manejar la posesión.

Por lo general, de los volantes internos Mikel es el que aparece más adelantado, ubicándose entre los volantes centrales del equipo rival, para tratar de recibir a sus espaldas y tener todo el frente de ataque a su merced para decidir la mejor opción: o bien intentar ataques por las bandas o buscar un ataque más frontal con el delantero centro. En este aspecto, las Súper Águilas llegan un poco diezmados con las ausencias de Emenike -de gran CAN 2013- y Moses, ambos por lesión. Por eso deberá hacerse más importante la labor de Musa y Mikel en la creación de juego y de peligro al arco rival.

Entrenador: Stephen Keshi


El DT a pura indicación.
De gran trayectoria en el fútbol africano, Keshi devolvió a las Súper Águilas al primer plano continental, al ganar la Copa Africana de Naciones en febrero último tras 19 años. Dirigió a Togo y a Malí, pero ahora le toca llevar las riendas del seleccionado de su país, del que fuera capitán por la década del 90, con el Mundial de los Estados Unidos incluido. Ha llegado para conseguir la renovación del plantel, con un esquema 4-3-3 caracterizado por el juego en velocidad y el ataque vertical. Un técnico de firmes convicciones y que no se calla nada. Ha llegado a cuestionar la gran cantidad entrenadores no africanos que comandan las selecciones de África y la mala organización de los viajes de su equipo.

Llega con confianza tras la obtención del título de mejor equipo del continente y habiendo realizado un buen papel en los últimos partidos de las Eliminatorias. Keshi se ganó la confianza de los jugadores y a pesar de ausencias de importancia, tiene material para buscar el batacazo y meterse entre los cuatro mejores del torneo. No estarán Yobo, Moses, Emenike y tampoco los Uche pero Keshi confiará en ocho jugadores de la liga local: Oboabona, Egwuekwe, Gambo, Kwambe, Eze, Mba, Benjamin y Agbim.

Posible 11 titular

Enyeama; Ambrose, Oboabona, Omeruo, Echiejilé; Ogu, Mikel, Mba; Oduamadi, Brown y Musa.

¿Cómo juega?

En el arco cuentan con Enyeama, figura y capitán, por lo que ahí no habrá dudas. Desde el fondo, el arquero del Maccabi Tel-Aviv israelita, tendrá la voz de mando de un plantel joven en su mayoría. El equipo intenta siempre realizar una salida prolija. En ese objetivo cobran vital importancia los volantes internos, que suelen ser Onazi -se bajó por lesión y en su lugar jugaría Ogu- y Mikel, quienes se conectan con la pareja de centrales Omeruo-Oboabona, pasando el balón y tocando hasta encontrar la opción más beneficiosa, que suelen ser Echiejile y Ambrose, este último sobre todo.

El dibujo inicial suele ser un 4-3-3 que aunque en un principio cuenta con sólo tres jugadores en el mediocampo, las circunstancias del partido hacen que esa zona se vuelva más poblada a medida que se desarrolla el juego. A Mba, Ogu y Mikel, suelen sumarse de manera intercalada los laterales Ambrose y Echijilé. Al mismo tiempo, que los delanteros externos también suelen retroceder en ocasiones que el partido amerita una postura más defensiva o de mantenimiento de un resultado conveniente.

En el ataque las Súper Águilas sufrirán dos ausencias de peso: Emenike y Moses. Ambos, figuras en el título de la CAN, no podrán estar por lesión, por lo que las máximas opciones en esa zona del campo serán Ideye Brown, Joseph Akpala y Babatunde, entre otros.


Por Francisco Jáuregui 

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