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Coquetear con la historia

El Málaga estaba a un paso de las semifinales de la Champions League, pero el Borussia Dortmund sacó chapa de campeón y a los 90 y 92 le dio vuelta la serie a los de Pellegrini con un fallo grosero del cuerpo arbitral. Tremendo partido se vivió en Alemania. Inolvidable.




Iba a ser el elogio de la veteranía, de la experiencia, de la sapiencia. Era contar la historia del renovado Joaquín dando una clase de fútbol en cuartos de final de Champions League en el año 2013. Era Willy Caballero con tapadas heroicas y afirmándose como el arquero de la temporada en el fútbol europeo. Era Pellegrini nuevamente metiendo a un pequeño equipo español entre los cuatro mejores del continente.

Pero del otro lado hubo un equipo no sólo con jerarquía, sino también con hombría e integridad. O sea, huevos. Nadie daba nada ya por los de Jürgen Klopp que estaban perdiendo su primer partido en esta edición 12/13 de la UCL. 

Pero de estas cosas, de estos momentos, de estos pequeños milagros se vive nutriendo el fútbol y reinventándose a sí mismo. Es muy difícil plasmar en una nota lo que ocurrió en el Westfalenstadion (aka Signal Iduna Park); tuvo de todo la vuelta entre el Borussia y el Málaga. Quizás sería lo mejor hablar del partido que se dio hasta el minuto 90 y lo que ocurriera luego en el descuento.




Durante el tiempo reglamentario, el Málaga había hecho los méritos para quedarse con el pasaje a semifinales. Los alemanes habían tenido más llegadas en el balance, pero los andaluces marcaron el tiempo del partido. Pellegrini propuso algunas variantes muy interesantes. Por empezar, Joaquín dejó la banda derecha y fue decididamente el segundo punta en un 4-4-2 que contaba con Julio Baptista como el delantero centro e Isco sobre la izquierda y Duda por la derecha. 

Al mismo tiempo, Camacho y Toulalan era el rígido doble pivote que se encargó de anular a Götze. Claro, para que esto se diera, contaron la ayuda de los dos delanteros que en todo momento taponaron la salida limpia con Gundogan. Sin la participación del volante, Götze tenía más dificultades para recibir, y los de Klopp con su figura anulada pasan a ser mucho menos punzantes. Además, Demichelis ganaba más de lo que perdía ante Lewandowski y así Caballero estaba tranquilo. 

Iban 25 minutos cuando Joaquín puso adelante a los españoles; notable enganche y definición desde afuera con la zurda. El Dortmund necesitaba anotar dos tantos para superar la llave de cuartos de final. Fue tan correcto en esa primera parte el planteo malagueño que sólo con una impecable maniobra de primera, coronada con un taco de Reus y una gran definición de Lewandowski, el Borussia logró vulnerar  al Málaga. Era empate y en la última Weidenfeller se lo negó nuevamente a Joaquín.


Joaquín jugó un partidazo


Corrían los minutos en la segunda mitad y Klopp y sus jugadores transmitían nerviosismo. Nuevamente el arquero teutón le negó la segunda conversión a la visita y de a poco, el Dortmund fue encontrando algunos caminos, más aún cuando ingresó Sahin por Bender, quien debió haberse ido expulsado por doble amarilla (al igual que Schmelzer). Fueron dos tapadas impresionantes de Willy Caballero las que impidieron el gol de la clasificación local. 

Así, en una muy buena contra comandada por Isco, Baptista definió y la empujó luego Eliseu. El portugués estaba mínimamente en offside, los jueces no lo advirtieron y a 8 del final el Málaga coqueteaba con la historia, con la gloria, con la felicidad plena. La multitud local parecía descreer que pudiera darse vuelta la serie. 

Es que ninguno de los dos equipos daban la pauta para pensar en que eso pasara. Sin embargo, un pelotazo frontal y un grosero error de Martín Demichelis en el cálculo terminó derivando que en Reus la empuje en el minuto 90; una mínima esperanza aparecía: quedaban 360 segundos de acción. 


La locura final del Dortmund

Para el final, una jugada bochornosa. Otro pelotazo frontal (con qué poco le dieron vuelta el partido al Málaga) encontró a cinco jugadores del Dortmund en offside, la acción continuó y Felipe Santana sobre la línea, en un offside más evidente que el anterior, terminó metiendo al conjunto alemán en semifinales. Increíble que en estas instancias un error tan grosero terminé siendo decisivo.

¿Qué le pasó al Málaga en ese final? Es la pregunta del millón; no se puede dar por cerrado un juego en estas instancias y menos si del otro lado está un equipo como el Dortmund. La amargura durará varios días, meses quizás en algunos hinchas del conjunto andaluz. Pero cuando pase esa sensación se quedarán con todo lo conseguido por este equipo. Para el Dortmund queda Champions por delante y es imposible no pensar que estos son los cruces y los giros de un equipo campeón.
  

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