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Les Diables Rouges están preparados

Luego de años de haber pasado a un segundo plano en el fútbol mundial, Bélgica ostenta hoy por hoy una de las generaciones más brillantes del fútbol actual. Hazard, Witsel, Courtois, Kompany o Fellaini son sólo algunos de los apellidos que ilusionan al país de cara al Mundial del 2014. Claro, primero deben clasificar.   




En una discusión, una discusión futbolera en un bar, una discusión futbolera en un bar que verse sobre el Mundial 2014 de Brasil, no puede faltar una mención, por pequeña que sea, a la selección del futuro, a aquella que todos señalan como el equipo revelación de dicha competición. Sí, hablamos de Bélgica, de la selección comandada por Vincent Kompany que, respaldado por jugadores como Courtois, Vermaelen, Vertonghen, Fellaini, Dembélé, De Bruyne, Hazard, Mertens, Lukaku o Benteke, forman una de las mayores aglomeraciones de jóvenes talentos del panorama actual futbolístico, y me atrevería a decir, una de las selecciones con más futuro de todo el planeta. Pero no todo ha sido un camino de rosas para los francos y valones, existió el periodo de declive y de reconversión para este grupo de astros en sus equipos. Hasta que la figura de Wilmots no se situó como principal director el horizonte se veía gris en tierras belgas.


George Leekens había sido el elegido para llevar a Bélgica a la Eurocopa de 2012 de Polonia y Ucrania pero el fracaso fue estrepitoso: ni siquiera se logró la clasificación para la repesca y el malestar entre los incondicionales seguidores de ‘’Les Diables Rouges’’ no paró de crecer hasta que Leekens se marchó y, aunque suene raro, fue por iniciativa propia. Desde el momento en que su segundo hasta entonces, Marc Wilmots (ex jugador belga y mítico delantero), ocupó su plaza todo cambió. Bélgica dejó de deambular por los campos, dejó de ser una galaxia de figuras que jugaban para ellas mismas para dar paso a un equipo, un equipo que tardó varios partidos en compactarse pero que priorizó por encima de todo un objetivo, el de llegar a Brasil 2014 y una vez allí, demostrar que son la mayor generación de futbolistas que ha visto su país.


Bélgica no llegó a la Euro 2012

Wilmots tardó poco en resolver el primer problema, la estabilidad en portería, y si, tuvo algo de ayuda pues Courtois en el Atlético de Madrid demostró que lo del Genk no había sido casualidad, que allí había portero para años. Así, Mignolet y Gillet fueron desplazados por el joven y espigado guardameta.

La defensa empezó a no cometer esos errores que caracterizan a los equipos belgas y holandeses. En parte, era de esperar, pues Kompany y Vermaelen forman una pareja envidiable pero los laterales no acompañaban y Wilmots volvió a tomar una decisión acertada colocando a Vertonghen como lateral izquierdo y dejando el lateral derecho a Gillaume Gillet (Anderlecht) o a Alderweireld (Ajax), según la forma en la que llegasen cada uno o el partido que hubiese que jugar. El primero es un lateral-extremo con mucha proyección ofensiva y gol mientras que el segundo es un central reconvertido.

Con el problema de la defensa solucionado, Wilmots avanzó líneas- En el centro del campo también se aglutinaban varios cracks pero el puesto del creador estaba todavía vacante y sí, un veinteañero con cara de colegial ocupó esa posición. Kevin De Bruyne ya había empezado a demostrar en el Genk que podía jugar de "enlace" y además con muy bien criterio pero en el Werder Bremen lo confirmó, junto a Dembélé se turnaría en la posición del trivote que le colocaría por delante de otros dos fijos, Witsel y Fellaini.


Gillet, Witsel y Hazard

El bendito problema de no saber que extremo elegir también ha pasado a un segundo plano gracias al golpe dado por Mertens y Hazard, superando a Chadli y Mirallas. Aún así, Wilmots sabe que tiene múltiples variantes para escoger en ambas bandas y que todos son desequilibrantes y capaces de resolver cualquier partido.

Y el último y gran problema de Bélgica era la ausencia de un ‘9’ de categoría pero parece que ambos candidatos se pusieron de acuerdo para resolverlo al unísono… Tanto Romelu  Lukaky como Benteke explotaron en la Premier League, el primero tuvo que esperar a su cesión al WBA para demostrar su valía y eso propició que el ex del Genk y ahora jugador del Aston Villa le adelantase cual Formula 1. Benteke ocupa actualmente la punta de ataque de "Les Diables Rouges" y encuentra en Lukaku su suplente de lujo; para mí no son compatibles, y menos con el esquema tradicional que ha venido usando Bélgica en los últimos años, el 4-3-3.


Presión en campo contrario

Un equipo en el que la presión es una premisa a cumplir, una presión que permite la recuperación rápida o montar esas contras tan características de esta selección, que aprovechando su velocidad por banda destroza a sus contrarios.

Hablando de bandas, cabe destacar la gran labor ofensiva de ambos laterales, que se incorporan continuamente al ataque, aspecto al que contribuyen muy bien los antes mencionados extremos pues tienen a marchar al centro para así dejar carril libre.


Los laterales aportan por las bandas

Por todas estas razones, y muchas más que seguro me dejo en el tintero debemos tener a Bélgica o "Les Diables Rouges", como prefieran, como un candidato a nuestras apuestas del próximo Mundial, el que se celebrará en Brasil, en 2014. Pero si, antes hay que llegar a él y por el camino queda la difícil tarea de superar a la Croacia de Modric en la fase eliminatoria…


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