En el primer tiempo, demoledor. En el segundo, algo dormido pero eficaz. El Manchester barrió desde el vamos al Sunderland que -salvo por el gol del descuento- no hizo nada. Los de Sir Alex siguen a paso firme en la punta de la Barclays Premier League. ¿Wayne y Robin? Las figuras.
La simpleza de algunos equipos en generar buen juego y goles
enamora. El Manchester tiene eso. Los muchachos de Sir Alex atraviesan uno de
sus mejores momentos en la Premier. De la mitad para adelante son un relojito,
y con paredes y velocidad llegan al gol con facilidad. Atrás es un equipo sólido,
que no tiene sobresaltos, y que cuando la visita lo apretó un poco respondió de
manera casi perfecta -digo casi porque la perfección no existe. ¿El Sunderland?
Nada de nada en el primer tiempo. En el segundo el United lo dejó venir,
descontó, pero poco más. No tiene idea de juego y lo sufre. Tres a uno y a otra
cosa mariposa (?).
Los Diablos Rojos son punteros indiscutidos en Inglaterra. Le llevan seis de ventaja al City, que también juega bien. Pero el Manchester tiene ese plus llamado Robin Van Persie y Wayne Rooney. Con ellos todo es más fácil. Van Persie es, sin duda alguna, el mejor fichaje de la Premier. Demostró en el Arsenal, pero encontró la madurez en el United. Simplista y velocista en una misma jugada, cabeceador excelente y definidor único. Detrás de él se ubica Rooney, como enlace. Juega, hace jugar y marca. Tiene todo. Le cedió el cetro de goleador a Robin, pero él se calzo la chapa de conductor. Un verdadero crack.
Los superhéroes del United |
Hoy el Manchester sí mereció ganar. Las bandas fueron el lugar elegido para atacar, y que bien les salió. Dos wines enormes -Young y Valencia- que desbordan con categoría y le sirven los goles a los delanteros. Así llegaron los tantos de Van Persie –para poner el 1 a 0- y de Rooney –para marcar el 3-1 definitivo. El segundo lo anotó el joven Claverley, después de una hermosa pared que definió colocando la redonda al segundo palo del arquero.
Claverley terminó una jugada magistral en gol |
A todo esto en la cancha estaba el Sunderland, que aprovechó la tranquilidad de los de Ferguson en el segundo tiempo, y recién ahí pudo “atacar”. Llegó al descuento de la mano de Campbell, que se sumó a la ley del ex –jugó en Old Trafford en 2005/06. Pero el equipo visitante jugó muy mal. No tuvo incidencia en el encuentro y le sirvió la victoria a un Manchester que estuvo para goleada pero, como en casi todos los segundos tiempos últimamente, sacó el pie del acelerador y le perdonó la vida.
El United es puntero. Juega muy bien. Adelante tiene
monstruos que cuando quieren te aniquilan. Y así lo hicieron hoy. Seis puntos
lo separan del Manchester City y si sigue con este ritmo es un claro candidato a
llevarse el título. Mientras tanto en Old Trafford disfrutan y cantan: “¡United, Man United!”
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