Siete equipos
alemanes comenzaron a competir esta temporada a nivel continental. Siete
equipos alemanes continúan con vida entre Champions y UEFA Europa League.
¿Casualidad o causalidad?
Como en casi cualquier instancia, hay más de una explicación para entender este fenómeno. Y no es que queramos postular necesariamente que
Porque no sólo se
termina en lo estadístico: el Borussia Dortmund es uno de los grandes
animadores de la Champions League
(al punto que terminó primero e invicto en su zona junto al Real Madrid,
Manchester City y Ajax), certamen que en la edición pasada vio finalista al
Bayern Munich, que luego cayera por penales ante el Chelsea, en una final
insólita.
Lo cierto es que el
crecimiento del fútbol alemán no es algo repentino o súbito y hay diferentes
estadísticas o datos que lo demuestran. El primero, el más numérico que haría
que se haga una paja Mr. Chip (?) es que este año Alemania comenzó a contar con
cuatro equipos en Champions ganándole una plaza al fútbol italiano. Es muy
larga la explicación del coeficiente de la UEFA , pero digamos al paso que se basa en el
desempeño de los equipos en las competencias internacionales en los últimos cinco años y que periódicamente se establecen los nuevos parámetros para los
siguientes años.
Como sea, este
crecimiento fue el reflejo de lo que venía aconteciendo en los últimos años,
pese a que ningún equipo alemán se haya alzado con alguna copa europea. En esta
temporada, los cuatro equipos que iniciaron la Champions fueron el
Bayern Munich, el Borussia Dortmund, el Schalke 04 y el Borussia
Monchengladbach. Acá hay que hacer una salvedad: el Monchengladbach disputó la
fase previa y cayó en una serie vibrante ante el Dynamo Kiev, por eso pasó a jugar la Europa League.
El Bayern vuelve a tener peso en Champions |
Por supuesto hay
coyunturas que juegan; la suerte de caer en un grupo más o menos fuerte puede
jugar para explicar alguna eliminación repentina o el avance de alguna
sorpresa. Sin embargo, siete casos parecen suficientes para buscar algunas
razones más allá de lo coyuntural.
La primera
explicación la competitividad de los equipos alemanes parece ser la estructura
de la Bundesliga ,
uno de los torneos más emocionantes del mundo. Y cuando decimos esto no
hablamos de la emoción pedorra de un torneo en el cual “cualquiera le puede
ganar a cualquiera” porque son todos horribles y no se dan dos pases seguidos
a.k.a Fútbol Argentino. No, hablamos de otra cosa.
El reparto de la
plata de la TV en
el certamen alemán establece otro piso de paridades, como explicara EzequielFernández Moores. Un coeficiente entre cantidad de seguidores, las últimas campañas
y hasta el aporte de los jugadores a la Mannschaft (la Selección , en criollo)
determina cuánto le corresponde a cada cual. Es el más equitativo dentro de las
grandes ligas.
Por otro lado, la Federación Alemana
obliga a que los clubes inviertan una parte sustancial (cerca del 30 por
ciento) de ese ingreso en las divisiones formativas. Es por eso que hayan
aparecido nombres como los de Gotze, Kroos, Muller, Reus, Ozil, Marin, etc, no
es casual. Fue un trabajo de largo plazo impulsado por una organización que
marca límites e impone sus políticas. En su cara liberales (?).
Claro, dentro de ese
aporte de nuevos valores se han cruzado también las corrientes migratorias que
han genero aportes significativos en Alemania. Los Ozil, Khedira, Aogo, Cacau,
Tasci, Podolski, sean ellos nacidos en el exterior o con ascendencia fuera de
los límites de Alemania, le han dado un ingrediente extra.
Ese combo; el de una
liga seria, con reglas claras y clubes ordenados que no gastan lo que no tienen
(y que cuando pasa, como le ocurrió al Dortmund los lleva cerca de la quiebra) y
que a su vez comienzan a generar cada vez mayores talentos desde adentro,
redunda en estadios repletos. El porcentaje de gente en función de la capacidad
de los estadios es el más alto de todo el continente europeo.
A este combo, lo completa un dato no menor: la economía alemana hoy por hoy es la más fuerte dela Unión Europea ; toda la crisis
que están viviendo países como Grecia, España, Portugal o Irlanda no ha
golpeado en el país de la muy querible (?) Angela Merkel. El círculo cierra.
Los de Klopp demuestran su fútbol en Europa |
A este combo, lo completa un dato no menor: la economía alemana hoy por hoy es la más fuerte de
Además, otros
factores también ayudan a este fenómeno. Alemania fue sede del Mundial del
2006, muchos estadios fueron hechos a nuevo, prácticamente, o incluso creados
para la copa. Tal el caso del Allianz Arena de Munich. Esto no es menor, pues
hoy por hoy, lo que se conoce como “hospitalidad” (léase bares, restaurantes,
puestos de merchandising) genera una
cantidad de ingresos cruciales para los clubes. De ahí, como nos contara Vito De Palma, que los equipos italianos pierdan en la comparación mano a mano.
A su vez, por una
cuestión histórica, cultural, geográfica o por viveza, la Bundesliga siempre ha
mirado a mercados alternativos, lejos de las garras de los equipos de Premier o
de España. Dzeko y Misimovic en su momento en el Wolfsburgo o Pisczek, Kuba,
Lewandowski, Kagawa y Barrios en el Dortmund de Klopp son ejemplos de esto.
Sólo el Bayern escapa a esta lógica, pero tiene sentido ya que los bávaros
están en una de las regiones más ricas del país y a su vez tienen una tradición
impresionante, lo que les da otra chapa, en todo sentido.
Por último, también
hay que notar que el promedio de goles por partido en la Bundesliga es realmente
alto. Todo tiene que ver con todo. Puede que ninguno de estos siete equipos se
termine coronando; de hecho ninguno es candidato de fierro ni en Champions ni
en UEL, pero es para resaltar el camino tomado por el fútbol alemán. El éxito
así, parece más lógico.
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