Varios de los redactores de CR tienen como hobby leer de todo y ante esta enfermedad no podíamos dejar de recomendar algunas de nuestras lecturas. Comenzamos una publicación de Nick Hornby, quien volcó su locura por el Arsenal en un texto muy bueno..
Inauguramos una nueva sección y esta vez vamos a apuntar al lado literario, así incentivamos la lectura y generamos un mundo mejor (?) o por los menos nos hacemos un poco los cultos y les tiramos pautas de títulos que merecen ser leídos. En este caso hablaremos de "Fiebre en las Gradas" de Nick Hornby, un libro para los amantes del fútbol inglés, los hinchas del Arsenal y que deja puede dejar reflexionando a más de uno.
Hace un tiempo, tuve una charla con un ex compañero, el señor Pedro Fermanelli, al que le comenté mi cariño por los Gunners. Lejos de sorprenderse, este colega lo primero que atinó a decirme fue si había leído "Fiebre en las Gradas". Como mi respuesta fue negativa, él soltó una carcajada y fue terminante: "A alguien al que le guste el Arsenal no puede perderse ese libro". Dicho y hecho, lo busqué, lo encontré y lo leí y tras todo esto puedo decir que tenía razón, porque la publicación es una pequeña biblia del equipo inglés.
Esta es la primera impresión que puede dejar esta obra, aunque luego de algunos capítulos la cosa se vuelve algo más compleja, no porque la lectura se ponga densa sino porque pasa a ser un relato desde la visión de un hincha. Un punto que lo vuelve mucho más interesante y que deja totalmente de lado lo que pueden ser los típicos libros de historia del fútbol. El autor deja volar la imaginación e intenta explicar su amor por los colores de su club y hasta tal punto llega esta iniciativa que hasta puede notarse la desazón de Hornby por sentir, en algunos momentos, que no lo van a entender.
Repasando las páginas de este escrito publicado en 1993 uno puede adentrarse en lo que era el mundo de la redonda en las décadas del 70 y del 80 en Inglaterra, donde muchas veces los partidos de fútbol se veían colmados por la violencia de los famosos hooligans. La visión particular de Nick deja entrever lo que pensaban muchos de los simpatizantes que iban a los estadios y no formaban parte de esas disputas. Hasta se pueden encontrar explicaciones sensatas del razonamiento sobre sus actos de barbarie, que mucho tiene que ver con el entramado social de aquellos días y con el pensamiento de las masas en general.
A lo largo de las 300 hojas del libro, Hornby hace un análisis de lo que perdió o dejó de hacer por ir a ver al Arsenal y hasta aclara que su familia comenzó a adecuarse al calendario de la temporada de la liga. Si alguien se siente identificado por favor comente o levante la mano, pasa en todos lados queda muy claro. Su obsesión por el conjunto de Londres esta volcado totalmente en su narración y más de uno se puede ver reflejado o puede encontrar similitudes con las "locuras" ha hecho por sus propios colores, algo que en muchos momentos hace que sus relatos se destaquen por su humor.
No serán pocos los que se sorprenderán al ver comentarios sobre las similitudes que tienen el equipo comandado actualmente por Arsene Wenger y los años en los que basa su relato el autor. Un equipo acostumbrado a la decepción constante, pero a diferencia de lo que es hoy en día Nick destaca que el club londinense era odiado por su mal juego, una situación que por estos días parece imposible, ya que son varios los que elogian la filosofía de buen fútbol que pregonan los Gunners.
En "Fiebre en las Gradas", este escritor británico nacido en 1957 también entrelaza su vida privada con el fútbol. Es normal que hable de situaciones habituales como la muerte de un familiar o perder una pareja y que las relacione con partidos específicos. Si alguno quiere volver a levantar la mano es el momento. En uno de los de los capítulos más destacados hace una comparación, a manera de explicación, entre tener sexo y salir campeón en el último momento, el desenlace es lo que todo futbolero de ley tiene en su mente, sin dudas.
Sus palabras a la hora de hablar de algunas de las tragedias que presenció o que vivió de cerca (Heysel y Hillsborough) son criticas y a la vez reflexiva, porque además de dejar sus pensamientos sobre cada uno de los hechos intenta darle una visión mucho más humana y no tan políticamente correcta, como puede llegar a ocurrir en muchas oportunidades. Nunca pierde el enfoque del hincha que lleva dentro y eso hace que la lectura se vuelva más amena para la patria (?) de la redonda.
Hace un tiempo, tuve una charla con un ex compañero, el señor Pedro Fermanelli, al que le comenté mi cariño por los Gunners. Lejos de sorprenderse, este colega lo primero que atinó a decirme fue si había leído "Fiebre en las Gradas". Como mi respuesta fue negativa, él soltó una carcajada y fue terminante: "A alguien al que le guste el Arsenal no puede perderse ese libro". Dicho y hecho, lo busqué, lo encontré y lo leí y tras todo esto puedo decir que tenía razón, porque la publicación es una pequeña biblia del equipo inglés.
Esta es la primera impresión que puede dejar esta obra, aunque luego de algunos capítulos la cosa se vuelve algo más compleja, no porque la lectura se ponga densa sino porque pasa a ser un relato desde la visión de un hincha. Un punto que lo vuelve mucho más interesante y que deja totalmente de lado lo que pueden ser los típicos libros de historia del fútbol. El autor deja volar la imaginación e intenta explicar su amor por los colores de su club y hasta tal punto llega esta iniciativa que hasta puede notarse la desazón de Hornby por sentir, en algunos momentos, que no lo van a entender.
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| La portada de Fiebre en las Gradas.. |
A lo largo de las 300 hojas del libro, Hornby hace un análisis de lo que perdió o dejó de hacer por ir a ver al Arsenal y hasta aclara que su familia comenzó a adecuarse al calendario de la temporada de la liga. Si alguien se siente identificado por favor comente o levante la mano, pasa en todos lados queda muy claro. Su obsesión por el conjunto de Londres esta volcado totalmente en su narración y más de uno se puede ver reflejado o puede encontrar similitudes con las "locuras" ha hecho por sus propios colores, algo que en muchos momentos hace que sus relatos se destaquen por su humor.
No serán pocos los que se sorprenderán al ver comentarios sobre las similitudes que tienen el equipo comandado actualmente por Arsene Wenger y los años en los que basa su relato el autor. Un equipo acostumbrado a la decepción constante, pero a diferencia de lo que es hoy en día Nick destaca que el club londinense era odiado por su mal juego, una situación que por estos días parece imposible, ya que son varios los que elogian la filosofía de buen fútbol que pregonan los Gunners.
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| Hornby con el ex delantero del Arsenal, Alan Smith.. |
Sus palabras a la hora de hablar de algunas de las tragedias que presenció o que vivió de cerca (Heysel y Hillsborough) son criticas y a la vez reflexiva, porque además de dejar sus pensamientos sobre cada uno de los hechos intenta darle una visión mucho más humana y no tan políticamente correcta, como puede llegar a ocurrir en muchas oportunidades. Nunca pierde el enfoque del hincha que lleva dentro y eso hace que la lectura se vuelva más amena para la patria (?) de la redonda.
Escena inicial de la película Fiebre en las Gradas..
Hornby también adaptó su libro para que sea llevado a cabo en el cine, algo que finalmente se dio en la película “Fever Pitch” lanzada en 1997, la cual relata la vida de un profesor en Londres y las complicaciones que tiene para llevar adelante su romance con una joven. Después hay otra versión que salió en el 2005, pero este caso no lo vamos a destacar porque la hicieron en Estados Unidos y cambiaron el esférico por una pelota de béisbol, un sacrilegio al que el cine de esos pagos acostumbra.
En definitiva, Fiebre en las Gradas es es una publicación para leer y disfrutar, no sólo para los amantes del fóbal sino para todos aquel que quiera terminar de entender la obsesión que puede tener una persona por un club. Si les cuesta trabajo encontrar este texto les recomendamos que pregunten en Libros Fútbol, un sitio ideal para los enfermos lectores de la cultura futbolera. Ahora queda en ustedes hacernos caso o no, aunque como siempre lo mejor es que saquen sus propias conclusiones..
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