El ajedrecista del fútbol

Ganador. Exitoso. Humilde. Así es Rafa Benítez, quien luego de dos años vuelve a abrir el placard para sacar el traje de entrenador. Conquistó títulos en Valencia, Liverpool e Inter y ahora es el turno de llevar a la gloria al Chelsea. Una gran carrera para uno de los técnicos más estudiosos del mundo.

Muchas veces nos preguntamos qué es lo que debe tener un Director Técnico para ser el mejor en ese rol. Y en mis casi 20 febreros siento que no hubo muchos "distintos". Pero uno que merece mi reconocimiento, por su excelente e impecable forma de observar y de jugar un juego maravilloso como es el fútbol, es Rafael Benítez.

Este cincuentón madridista es uno de los grandes entrenadores que dio el mundo del fútbol en los últimos años. Defensivo para algunos, exquisito para otros. Pero nadie puede desmerecerlo porque éste hombre, de barbita candado y pelón desde la frente hasta el centro de la mollera, ha dejado huella en las tres Ligas más importantes del Mundo: España, Inglaterra e Italia.

Rafael Benítez Maudes, más conocido como Rafa Benítez, comenzó en 1973 su carrera como futbolista. Pero la vida no le sería muy justa. Una lesión, a los 20 años, que no curó de la mejor manera y a los 26 años lo obligó a tener que decirle adiós a las canchas. Pero se las ingenió para seguir ligado a ese mundo y fue Director Técnico. El DT más científico del mundo.

Estratega y estudioso: la combinación perfecta

Desde siempre Benítez fue un amante del deporte. Practicó básquet, fútbol y hasta fue muy bueno en ajedrez. De esta última aprendió muchas cosas y las vertió en los equipos que dirigió. "En el fútbol, al igual que en el ajedrez, hay que pensar y analizar las jugadas por adelantado para poseer un plan A, un B y hasta un C. Hay que ser calmo y esperar el mejor momento para atacar", manifestó alguna vez para una revista deportiva.

Su extensa carrera comenzó a gestarse en el Juvenil Castilla B, las inferiores del Real Madrid y tuvo un paso como segundo entrenador en el primer equipo allá por la temporada 93-94. Luego pasó al Real Valladolid, lo que fue su primera experiencia como entrenador en la Primera División. Dirigió al Osasuna y al Extremadura. Y en el Tenerife recibió al nuevo milenio. Desde el 2001 lo esperaría la gloria. Ese salto que se merecía por su gran trabajo.

Sus historial como entrenador

El Valencia fue su primer equipo "grande", por así decirlo. Llegó para sustituir a uno de sus referentes: Héctor Cúper. Muchos se preguntaron quién era, de dónde venía, y le tomó poco tiempo contestarles con títulos. Llegó a un Valencia que terminaba de perder la final de la Liga de Campeones. No era un reto fácil. Con sacrificio y trabajo logró darle al equipo Che dos Ligas Españolas y una Copa UEFA, y anotarse como el entrenador que más títulos le dio al club en la historia. Estas consagraciones hicieron que el Liverpool se fijara en él para la temporada 04-05.

El DT más ganador en la historia del Valencia

Los Reds lo tomaron como un ídolo. Llegó en junio, y al mayo siguiente ya levantó su primer certamen: nada más ni nada menos que la Liga de Campeones, el torneo más importante de Europa. Después llegarían una Supercopa Europea, una FA Cup y una Community Shield. Pero un desencuentro con los propietarios del Club –Gillet y Hicks- terminó con su contrato. Aunque los aficionados del Anfield seguían amándolo, él armó las valijas y se fue al Inter de Milán.

Es un ícono en la ciudad de The Beatles

Fue allí donde terminó de demostrar su capacidad. Los dirigentes italianos le prometieron refuerzos que nunca llegaron, pero se las ingenió para quedarse con la Supercopa de Italia y el Mundial de Clubes. Luego, por orgullo propio tal vez, rescindió el contrato y de ahí en más se dedicó a su familia y a devorar estudios, leer publicaciones, analizó encuentros de fútbol para TV, realizó varias conferencias. Por algo es el entrenador más estudioso y un táctico perfeccionista de Ley.

Hoy, luego de dos años sin sentarse en el banquillo, vuelve al ruedo. Vuelve a Inglaterra, donde es un ícono. Antes con los Reds, ahora con los Blue. Avisó que tiene dos objetivos la Premier y el Mundial de Clubes. Para muchos es un defensivo –puede ser porque su máximo referente es Arrigo Sacchi- pero más de uno quisiera tener en su equipo un entrenador así. Su humildad y su gran trabajo profesional pueden ser la clave para permanecer en el más alto nivel durante años. Pero lo más excepcional es que seguramente todavía no nos ha regalado todo lo que tiene.

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