Ads 468x60px

.

Un equipo muy serio y un goleador de novela

 
El Napoli tiene todo el derecho del mundo a soñar en grande. Con una actuación muy convincente superó a la Lazio por 3-0 y alcanzó a la Juve en lo más alto. Cavani, la gran figura, anotó un hat-trick. 







La siempre bulliciosa ciudad de Nápoles amaneció más activa que de costumbre y no es para menos. Es que tras el contundente triunfo de ayer por la noche, el Napoli se subió a la cima de la Serie A (junto a la Juventus). Edinson Cavani, factótum de la victoria, facturó por tres ante un Lazio desconocido.

El San Paolo sabía que no era un partido más. No sólo porque los de Mazzarri podían alcanzar a la Juve tras su empate ante la Fiore el martes, sino porque era una prueba de carácter. Los de la capital llegaban en tercer lugar y no parecían un rival sencillo.

Es cierto que todo podría haber sido distinto si una de las jugadas del partido se hubiera decantado de otra manera. A los 3 minutos Miroslav Klose empujó al gol con su mano el balón. Morgan De Sanctis, desesperado, apretó al árbitro y a los dos asistentes de ese sector, y la duda se posó en la cancha. El último recurso del golero fue ir sobre el "9", quien dudó y reconoció que había sido mano. Jugada bisagra.


A partir de ahí, el Napoli borró de la cancha a su rival. Mucha presión de un mediocampo incontenible (Behrami e Inler son dos leones), la seguridad de una defensa bien afirmada, la magia de Hamsik en cuentagotas y la potencia de Cavani fueron demasiado para la Lazio.

Algunos se destacaron más que otros, y acá la referencia a Edinson Cavani es ineludible. El uruguayo debe ser, junto a Radamel Falcao García, el mejor centrodelantero puro del mundo. Busca diagonales, es rápido, tiene una definición precisa y además, un sacrificio táctico que lo lleva a relevar a los carrileros de su equipo en el 3-5-2 de Mazzarri. Completito.

Anoche, su primer gol tuvo una dosis de fortuna: desvío en un defensor tras un remate desde lejos. Pero ya había hecho méritos el local con algunas jugadas bien elaboradas. Ya en el segundo tanto mostró su esencia. Bochazo, mejor dicho pase largo, de Cannavaro y el charrúa que picó al límite del offside. En el mano a mano le quemó las manos al arquero con un bombazo cruzado y a otra cosa.

Dos de las figuras del partido

Fiesta popular en el San Paolo, ese estadio donde la figura del Diego aún se respira en cada esquina. En un clima que casi no tiene diferencias con cualquier cancha argentina (así como la ciudad no es más que una Buenos Aires exacerbada), la locura se desató aún más en ambas curvas.

El segundo tiempo casi que estuvo de más. De Sanctis tuvo una atajada de novela ante un testarazo de Klose y en otra avivada Cavani quedó habilitado. Esta vez eludió al arquero y definió. 3-0 y punta.

En los últimos minutos el técnico local dispuso el ingreso de un joven que va a dar que hablar: Insigne. Petiso, encarador, pero también con una gran visión de juego, le puso pimienta a ese cierre. De hecho a él le hicieron el penal que Cavani tiró por arriba en el cierre.
Cavani y nada más
Para concluir hay que resaltar los muy buenos rendimientos de otros dos sudamericanos. El primero el del colombiano Camilo Zúñiga, quien fue una de las figuras actuando sobre la izquierda, con el perfil cambiado. El otro es el de Hugo Campagnaro. El ex Morón ganó siempre por arriba y por abajo y le dio destino claro a la pelota.

Recién comienza la temporada del Calcio, pero el Napoli tuvo un comienzo que invita a que su gente sueñe. En esta ciudad las ilusiones pueden echarse a correr con mucha facilidad.  

0 Comentarios..:

Publicar un comentario