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Héroes


El último fin de semana el seleccionado de Tahití hizo historia y se consagró campeón de Oceanía al derrotar en la final del certamen a Nueva Caledonia por 1-0. El conjunto de la Polinesia Francesa se clasificó a la Copa Confederaciones y estará en el 2013 en Brasil.

No ocupó las grandes planas mediáticas en este lado del mundo, la mayor parte de los jugadores que disputaron el certamen son ilustres desconocidos, incluso los seleccionados que participaron de la competición no suelen ser nombrados; pero lo cierto, es que el último domingo, Tahití hizo historia y se consagró por primera vez como campeón de Oceanía, rompiendo con la hegemonía de Australia y Nueva Zelanda, únicos reyes hasta el momento que contaban con cuatro títulos cada uno.

Contabámos acá, que la Copa de Naciones de Oceanía se llevaría adelante en simultaneo a una de las rondas de clasificación rumbo al Mundial del 2014; que sería esta la primera fase del campeonato que se disputó a lo largo de diez días la única válida rumbo al Mundial, y que a partir de semifinales lo que quedaba en disputa era, por un lado la copa y por el otro el acceso a la Copa Confederaciones que se realizará en el 2013 en Brasil

Con esos objetivos comenzó el certamen, y desde el silbatazo inicial, Tahití dejó en claro que venía con grandes objetivos. La goleada 10-1 sobre Samoa fue sólo el comienzo de un equipo que convertiría 18 goles en la fase de grupos (4-3 sobre Nueva Caledonia y 4-1 sobre Vanuatu). 

Con los tres triunfos, el pasaje a semifinales como primero de zona -además de garantizarle llegar al cuadrangular final en la clasificación rumbo al 2014- le dio la chance a Tahití de evitar el cruce con Nueva Zelanda, cuco continental y que viene de participar en Sudáfrica 2010 y retirarse como el único combinado invicto (tres empates en igual número de presentaciones). De todas maneras, el juego antes de la final los puso de cara a Islas Salomón, el organizador de la competencia y la victoria por 1-0 los llevó al juego decisivo luego de 16 años (también fueron subcampeones en 1973 y 1980).

Allí, nuevamente el adversario fue Nueva Caledonia, otro conjunto francófono y que recíén logró su membrecía en la FIFA en el 2004. O sea, dos sorpresas los finalistas. A diferencia del juego en la fase de grupos, el partido decisivo fue mucho más cerrado y los tahitianos apenas ganaron por la mínima.

Los tahitianos festejaron con su danza ritual


Trabajo a largo plazo

Uno de los tantos tocuen que se escuchan habitualmente en el fútbol de esta parte del mundo es el de "los proyectos" o los "trabajos a largo plazo", palabras como "urgencia", "presión" y "resultados" completan el acervo léxico de cualquier jugador/dirigente/entrenador medio pelo de la fauna argentina (o sudamericana). Pues bien, en Oceanía, tras años de formar un equipo, volviendo a las bases, a lo más esencial, al trabajo simple y carente de excentricidades, Tahití se bañó de gloria. 

Cómo lo lograron, se preguntarán ustedes. Con la-bu-ro una serie de pasos acertados que terminaron llevando a que este equipo pudiera plantarse en esta copa y ganar los cinco partidos que disputó. En el 2004, la escuadra francófona realizó una Copa de Oceanía realmente pobre, y en las eliminatorias, una dura goleada por 9-0 ante Australia fue la señal de que las cosas no estaban bien. Sin metas inalcanzables, los ojos de la dirigencia apuntaron a los procesos formativos, y así llegó a dirigir los equipos juveniles Lionel Charbonnier, el tercer arquero del equipo de Francia que salió campeón del mundo en 1998. 

Recomendado por Pascal Vahirua -el primer polinesio que se puso la camiseta de Francia y que llegó a jugar la Euro de 1992- Charbonnier llegaba a Papeete, la capital de Tahití, con la enorme incertidumbre de saber qué tenía cómo material, sin embargo sus primeras palabras en Polinesia marcaron que su objetivo era llegar a un mundial




Justamente, Nueva Caledonia fue el equipo derrotado por el Sub 20 de Tahití en las eliminatorias rumbo al Mundial de Egipto del 2009 (ese al cual el equipo de Sergio Batista no clasificó); el primer paso estaba dado, Tahití disputaría una copa del mundo. La clave, fue la idea de Charbonnier de que su equipo jugara la liga local, como si fuera otro club, así, trabajó durante todo el año con sus dirigidos y logró que adquirieran cierto roce. 

En Egipto, los tahitianos no la pasaron del todo bien. En el debut se midieron a un equipo español que contaba con apellidos como los de Sergio Asenjo, Jordi Alba, Andreu Fontás, Dani Parejo, Fran Mérida, Ander Herrera u Oscar de Marcos. El resultado fue un lapidario 8-0. No les fue mucho mejor ante Venezuela (con Salomón Rondón) ya que el match terminó con igual score. En el cierre de la fase de grupos, Nigeria les hizo precio ya que sólo les metió cinco tantos. 

La desilusión para los chicos de Carbonnier fue mucha; sin embargo, repasando la nómina, encontramos que tanto el autor del gol en la final del domingo (Steevy Chong Hue) como los temidos hermanos Tehau fueron parte de este equipo hacer apenas 3 años en Egipto, la semilla de este éxito. 

Lo primero es la familia


La camaradería, una de las claves
Hablábamos de los Tehau, apellido a tener en cuenta y que ya se ha ganado el respeto en la región oceánica. Alvin, Lorenzo y Jontahan, más el primo de los tres primeros, Teaonui, han sido la nota llamativa de este conjunto tahitiano. Es que entre todos ellos, anotaron 15 de los 20 goles del equipo de la Polinesia en la Copa (el 75%). 

En esta hermosa nota que le dieron al sitio de FIFA, muestran que cada uno tiene como ídolo y referencia a un futbolista diferente, pero nos quedamos con Alvin que prefiere a Messi. Justamente, el entrenador de la selección Eddy Etaeta (gran nombre), apunta a que espera que esta competencia haya sido el trampolín para que otros futbolistas tahitianos puedan desempeñarse de manera profesional. 

En la actualidad, Chong Hue pertenece a un equipo del ascenso belga, y aspiran a que alguno(s) del clan Tehau pueda jugar o bien en Australia Nueva Zelanda, o incluso en Francia, país receptor del talento de futbolistas de sus ex colonias. En relación con esto, Charbonnier decía que es difícil pensar e tahitianos como profesionales ya que en su país tienen la comodidad de un plan trabajar poder conseguir algún empleo en la rama turística. Viendo algunas fotos, quién se movería de Tahití.

Sin embargo, pese a lo que podrían hacernos creer los números de los Tehau, el premio al mejor jugador de la copa se lo llevó el capitán de Tahití, el experimentado Nicolás Vallar, quien llegó a jugar en el Montpellier de Francia, y que luego de un periplo por otros equipos europeos, volvió hace un par de años a su país de origen.

El desafío que tiene nuestro amigo Etaeta por delante es muy grande. Es que la Copa Confederaciones puede llegar a ser un escalón demasiado alto para el conjunto tahitiano. Por lo pronto, los clasificados, y potenciales rivales son: Brasil, España, Uruguay, Japón y México. Restan definirse el representante de Europa (el campeón de la presente Euro)  el de África que será el campeón de la CAN 2013 a jugarse en Sudáfrica (Zambia, campeón en 2012 deberá revalidar si quiere ir a Brasil).

Su tranquilidad pasa por saber que para ese certamen podrá contar con la figura del equipo, que no pudo acudir a esta cita. Se trata de Marama Vahirua, primo de Pascal Vahirua, delantero del Monaco francés y un jugador que le puede dar un plus de experiencia y categoría a Tahití. A su vez, el objetivo principal, no deja de ser la quimera de obtener el boleto para el repechaje ante el equipo de la CONCACAF.


Vahirua festeja los goles como un remero, recordando Tahití


Crecimiento en todos los planos

Los buenos resultados de los francófonos no se limitan a esta copa o a la clasificación al Mundial Sub 20 en el 2009. El año último, el equipo nacional de Beach Soccer disputó el Mundial en Italia tras clasificarse en las eliminatorias disputadas en Papeete, en un resultado inédito.

En este caso, sí pudieron llevarse una victoria de su paso por Europa, ya que vencieron a Venezuela por 5-2, pero fueron derrotados por Rusia (5-0) y Nigeria (4-1).

A su vez, el Tefana, probablemente el club más popular de Tahití, llegó a la final de la Champions League de Oceanía, pero perdió en la final ante el poderoso Auckland de Nueva Zelanda. Si se hubieran quedado con la victoria, hubieran disputado el mundial de clubes en Japón este año.

El margen de crecimiento para Tahití es alto, y quizás, este certamen disputado la última semana haya sido su techo. Eso es imposible saberlo, pero es para destacar como un equipo ubicado en el puesto 179 del Ranking FIFA ha ido dando pequeños pasos y se permitió este fin de semana tener una alegría impensada poco tiempo atrás, obteniendo como logro, el pasaje para jugar porqué no en el mítico Maracaná, o en el Mineirao, teniendo que enfrentarse a Iniesta, Neymar, Luis Suárez, Casillas, Kagawa o Chicharito Hernández. Todo un sueño.

Locura tahitiana

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