El Real Madrid aplastó al APOEL, en un partido plagado de goles, y ahora buscará llegar a la definición de la Champions League, la cual se le niega desde el 2002, cuando se llevó la Orejona con el épico gol de Zidane, pero primero tendrá que vencer al cuco Bayern Munich..
Con la ventaja de la amplia diferencia que consiguieron en el partido de ida, los conducidos por José Mourinho salieron a jugar el choque de vuelta disputado en el Santiago Bernabéu con una tranquilidad apabullante, obviamente era de esperar, porque desde que se determinó esta llave el conjunto blanco era favorito a pasar de ronda.
El
APOEL es y será la cenicienta de esta edición de la Champions League
y queda claro que para sus hinchas llegar a los cuartos de final de dicha competición
ya es más que suficiente, aunque los amantes de las utopías (todos soñamos con
que alguna vez el más débil deje afuera al más fuerte) mantenían las ilusiones
de que los chipriotas se inspiraran y dieran pelea.
Los primeros
20 minutos de la primera parte fueron tuvieron a un solo dominador: Real
Madrid, aunque, a diferencia del Barcelona, su control sobre el balón no era
absoluto y le costaba penetrar la última línea de su rival, que, como era de
esperar, se agrupaba en bloque, con lo cual hacía los avances del Real no
fueran del todo fluidos.
Sin embargo
y después de mucho insistir, el cerrojo cedió y Cristiano Ronaldo marcó el
primer gol, producto de un centro que increíblemente ningún jugador de los
chipriotas pudo despejar. Para ese entonces, el global era de 4-0 y a simple
vista se podía apreciar la diferencia entre un equipo y otro.
En esa
sintonía y luego de varios embates, Kaká hizo lo que se veía venir: un golazo. El
brasileño, que poco a poco recupera su nivel, desenfundó el guante que tiene en
el pie y la clavó en un ángulo. Poema de gol y para mostrarles a los más
chavales como se le debe pegar a la pelota.
No destacamos ataques del APOEL, no porque seamos malos, sino porque, en los primeros 45 minutos, no los hubo y la ilusión de algunos soñadores era que Ivan Jovanovic les inyectara una reacción anímica a sus players, cosa que no sucedió. En la segunda parte los madrileños siguieron mostrando su supremacía.
En este período, Mou se dio el gusto de poner a Ángel Di María, quien necesita entrar en ritmo, luego de una larga inactividad producto de una lesión. El ex Rosario Central ingresó por Gonzalito Higuaín, uno que la viene rompiendo, pero que en este encuentro no tuvo influencia.
El tiempo transcurrió y los comandados por Mourinho se calzaron la camiseta de equipo apático, en ese momento, porque el choque no tenía jugadas de peligro y lo más importante pasó a ser que el defensor portugués, Paulo Jorge, perdió tres dientes tras chocar con un compañero. Las imágenes lo dicen todo..
Quizás por la diferencia conseguida hasta el momento, Real Madrid comenzó a ser displicente y de esa manera llegó, algo que parecía lejano, el descuento de los de Chipre. Manduca fue el encargado de romper la resistencia de Iker Casillas y luego de mandar el balón al fondo de la red, el caradura lo grito, algo que generó sentimientos encontrados (?) en la redacción de CR (unos los defienden, otros los mataron).
Al parecer, el tanto de los chipriotas hizo despertar a los madrileños que en cinco minutos clavaron dos, el primero de la mano de un soberbio tiro libre de Ronaldo y el segundo desde los timbos de un jugador que siempre rinde, José Callejón. No obstante, la cuestión no terminaría ahí y el árbitro, Gianluca Rocchi, le dio otra alegría a los hinchas del APOEL que viajaron hasta Madrid, porque cobró penal y estos volvieron a descontar.
El encargado de la ejecutarlo fue Esteban Solari, hermano del Indiecito, y al igual que Manduco, lo festejó, aunque con menos ímpetu. Cabe destacar que para un equipo de la talla del APOEL hacer dos goles en el Bernabéu no es cosa de todos los días, eso queda claro y por eso cierta euforia la post conversión.
Para cerrar quedó la genialidad del Fideo Di María, quien le picó el esférico al portero y decretó el 5-2 final. Ahora, los Merengues tendrán que verse las caras con el Bayern Munich, que en base a buenos resultados se ganó el mote de "cuco" de la Champions League.
La otra llave, la completan el Barcelona (que se deshizo del Milan con un 3-1), y el Chelsea que superó al Benfica portugués, no sin algún susto. Parecía todo muy fácil cuando Frankie Lampard, de penal, adelantó a los Blues que habían ganado en Lisboa. Más aún, cuando se fue expulsado el uruguayo Maxi Pereira. Sin embargo, a cinco del final descontó el español Javi García.
Los londinenses comenzaron a rezar, estaban a un tanto de quedarse afuera de la manera más deshonrosa. Aunque, en eltiempo recuperado descuento, Raul Meireles selló el pasaporte del Chelsea para las semis, donde volverá a medirse con el equipo de Josep Guardiola como en el 2009. En esa ocasión, Iniesta le dio el pase a la final a los culés en un polémico match..
En este período, Mou se dio el gusto de poner a Ángel Di María, quien necesita entrar en ritmo, luego de una larga inactividad producto de una lesión. El ex Rosario Central ingresó por Gonzalito Higuaín, uno que la viene rompiendo, pero que en este encuentro no tuvo influencia.
El tiempo transcurrió y los comandados por Mourinho se calzaron la camiseta de equipo apático, en ese momento, porque el choque no tenía jugadas de peligro y lo más importante pasó a ser que el defensor portugués, Paulo Jorge, perdió tres dientes tras chocar con un compañero. Las imágenes lo dicen todo..
Duele hasta verlo: Paulo Jorge perdió tres dientes en el partido |
Al parecer, el tanto de los chipriotas hizo despertar a los madrileños que en cinco minutos clavaron dos, el primero de la mano de un soberbio tiro libre de Ronaldo y el segundo desde los timbos de un jugador que siempre rinde, José Callejón. No obstante, la cuestión no terminaría ahí y el árbitro, Gianluca Rocchi, le dio otra alegría a los hinchas del APOEL que viajaron hasta Madrid, porque cobró penal y estos volvieron a descontar.
Manduca y un festejo desmedido (?) |
Para cerrar quedó la genialidad del Fideo Di María, quien le picó el esférico al portero y decretó el 5-2 final. Ahora, los Merengues tendrán que verse las caras con el Bayern Munich, que en base a buenos resultados se ganó el mote de "cuco" de la Champions League.
La otra llave, la completan el Barcelona (que se deshizo del Milan con un 3-1), y el Chelsea que superó al Benfica portugués, no sin algún susto. Parecía todo muy fácil cuando Frankie Lampard, de penal, adelantó a los Blues que habían ganado en Lisboa. Más aún, cuando se fue expulsado el uruguayo Maxi Pereira. Sin embargo, a cinco del final descontó el español Javi García.
Los londinenses comenzaron a rezar, estaban a un tanto de quedarse afuera de la manera más deshonrosa. Aunque, en el
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