Choque de titanes..

El partido más atrayente de los octavos de la Champions nos dejó un empate sin goles, aunque no sin emociones. Milan y Barcelona mostraron sus cartas y dejaron en claro que quieren seguir en esta competencia. Una crónica de un partido interesante..

Se enfrentaban dos de los equipos más poderosos del mundo, uno contaba con Lionel Messi y el otro con Zlatan Ibrahimovic. Milan-Barcelona prometía, pero como toda serie habrá que esperar al encuentro de vuelta para definir al ganador, porque en Italia empataron sin goles, aunque no aburrieron.

Tan sólo iban tres minutos de juego cuando el Milan tuvo la primera chance clara de gol, pero extrañamente Robinho sacó la volea desviada cuando estaba solo frente a Víctor Valdés, sin ningún jugador del Barcelona cerca para marcarlo. Una definición inusual en el brasileño que nos tiene acostumbrados a rematar con categoría cada vez que queda mano a mano ante un arquero.

Luego de ese primer susto, el equipo de Pep  se hizo dueño del balón, como ya es su costumbre, y basó su juego en lo que vemos todos los fines de semana: control, pases cortos y triangulaciones deliciosas. Del otro lado, los italianos defendían cada pelota agrupados atrás y en bloque, lo que impidió, en más de una ocasión, que su adversario haga su juego.

Los años pasan y Seedorf mantiene la magia

A la hora de atacar, el Rossonero logró dejar paralizado el corazón de algún catalán gracias a los cortes a tiempo de su mediocampo, que luego de recuperar lanzaba inmediatamente la pelota hacía sus delanteros, más precisamente hacía su goleador y figura, Ibrahimovic. No vamos a mentir, el sueco sacó a pasear en varias oportunidades a los defensores cules, principalmente a Piqué, quien se mostró algo errático a la hora de distribuir. Obvio no es su función, pero suele hacerlo con criterio.

De todas formas, los dominadores del encuentro eran los culés y su única crítica, hasta los 30 minutos de la primera parte, podría haber sido que el esférico no termine adentro del arco de Christian Abbiati. De esta forma se fueron los primeros 45 minutos de juego, con un Barça lanzado en ataque, dominador, pero sin suerte para abrir el marcador, mientras que del otro lado se podía ver a un Milan haciendo escuela del Catenaccio.

En la segunda parte, los tanos movieron rápido el banco, aunque no por una cuestión táctica, sino por necesidad, ya que Robinho recibió un golpe y tuvo que ser reemplazado por Stephan El Shaarawy, jugador del que ya hablamos en CR y al cual le ponemos nuestras fichas. Aquí la nota sobre estedelantero. 

Pep intentó dar vuelta la situación, pero no lo pudo lograr

A su vez, la actitud de ambos equipos pareció cambiar en este periodo, porque el Barcelona, en los primeros 15 minutos, no tenía la misma profundidad y los milaneses posicionaron más arriba en el campo de juego, lo cual no terminó siendo contraproducente en primera instancia puesto que no remataban con puntería a la portería.

Al igual que en la primera parte, Ibrahimovic se hizo eje del conjunto comandado por Massimiliano Allegri. El atacante aguantó cada pelota con el alma y, muchas veces de espaldas al arco, habilitó a uno de sus compañeros, quienes no lograban definir con precisión. Del otro lado, los azulgrana mantenían su filosofía, aunque en más de una ocasión perdieron la memoria y hasta tiraron pelotazos sin sentido, sí sí, sin sentido, increíble, pero cierto. 

Los minutos pasaron y todo siguió de la misma manera, aunque a tres minutos del final, la institución catalana pudo llevarse la victoria, después de una buena jugada de Messi que terminó despejada por Abbiati cuando parecía que iba dentro de la red. En el rebote, la pelota le quedó a Tello, pero no llegó a definir a tiempo y por eso el choque terminó empatado sin goles.

Ahora habrá que esperar hasta el próximo martes para saber quién pasará a la siguiente ronda, aunque con este primer encuentro nos queda claro que es la llave más complicada y más atractiva sin lugar a dudas.



Los resultados de los partidos de ida de los octavos de la Champions:

• Apoel Nicosia  0 - Real Madrid  3 (Karim Benzema x2 y Kaká) 
• Benfica 0 - Chelsea 1 (Solomon Kalou)
• Milan 0 - Barcelona 0
• Marsella  0-Bayern Munich 2 (Mario Gómez y Arjen Robben)