Pese a las diferencias de juego y resultados que ha exhibido el equipo argentino entre uno y otro proceso, la base del actual conjunto comenzó a gestarse bajo mando del anterior entrenador.
Más allá de las diferencias de calidad entre los últimos dos procesos de la
selección (Batista y Sabella), se observan algunas líneas de continuidad. Según
la modesta opinión del que escribe, a priori pocas cosas se pueden destacar del
año en que Sergio Batista fue
entrenador de la selección: un técnico sin ningún pergamino destacable y con
ideas generales muy endebles, el discurso acartonado de querer “jugar como el Barcelona” sin poder
hacerlo, más allá de buenas intenciones de juego asociativo, pero poco logradas
en partidos importantes. Por su parte, el de Sabella es un ciclo que, más allá
de algunas dificultades, ha sabido salir airoso de diversas situaciones y
adaptarse a los jugadores con los que cuenta. Fue el técnico que mejor ha hecho
jugar a Messi en la Selección, lo que no es poca cosa y ha mostrado una mezcla
de ideas, conceptos y también de pragmatismo que hacen creer en una selección
nacional seria, cosa que no se veía claramente desde José Pekerman. Claramente
se dejó de lado esa intención de juego de posesión de Batista por un estilo más
directo, de transiciones y de golpeo.
Sin embargo, pensamos que algo de Batista hay en Sabella. Para empezar, el
llamar a “los mejores”, con la consabida excepción de Tevez, sobre la que no
ahondaremos aquí. Para comparar los ciclos hemos analizado la lista que envío
Sergio Batista para la Copa América 2011
y la comparamos con la potencial lista que armaría Sabella para 2014. Vamos
puesto por puesto.
Arqueros: Siguen Romero y Andújar. Sale Juan Pablo Carrizo para
que entre Orión. No parece haber habido mucho cambio en Sabella y son los
mismos dos arqueros que venían del Mundial 2010. Repetirían mundial titular y
suplente, algo que sólo ocurrió una vez en la historia de la selección
argentina (Fillol y Baley 1978 y 1982).
Defensores: Siguen Zabaleta, Garay y Rojo. Sólo Rojo arrancó
de titular y Zabaleta terminó de titular. Garay fue suplente todo el torneo.
Los titulares eran Nicolás Burdisso y Gabriel Milito, este ya retirado hace un
par de años. Burdisso se lesionó jugando para la selección de Sabella y no ha
vuelto a ser convocado. Los otros dos defensores de la lista eran el sempiterno
Javier Zanetti, que pese a su lesión grave nunca había sido parte del ciclo
Sabella y Nicolás Pareja, que tampoco fue parte del ciclo. Los otros cuatro
convocados por Sabella saldrían de Federico Fernández, Hugo Campagnaro, José
María Basanta, Fabricio Coloccini y los nuevos convocados Facundo Roncaglia,
Lucas Orban y Nicolás Otamendi, curiosamente el autor del primer gol del ciclo
Sabella.
Volantes: Repiten Mascherano, Gago, Banega, Biglia y Di
María. Si bien Biglia estaría en discusión (Braña y Somoza parecerían ser otras
alternativas potenciales), lo dejamos a estos efectos porque parece lo más
plausible, dado que fue titular en los dos últimos partidos oficiales de la
selección. Salen Cambiasso y Pastore para que entren, en principio, Maxi
Rodríguez y uno o dos entre Augusto Fernández, Erik Lamela, Ricky Álvarez y
José Sosa.
Delanteros: Siguen Messi, Agüero, Higuaín y Lavezzi. Salen
Tevez y Milito. Entra Palacio y quizás alguno más que podría ser Mauro Icardi o
bien un volante extra.
En síntesis, 14 de 23 jugadores
repetirían. Es decir, casi un 61%. Es un número bastante respetable. De
hecho, hay más diferencias en la lista de Maradona con la de Batista, con un
año de diferencia (11 coincidencias).
Como se ve, la línea de mediocampistas y delanteros permanece prácticamente
inalterada entre Sabella y Batista. Sólo cambian los jugadores actualmente
suplentes. En cierta medida, Sabella consolida
la idea de juego del 4-3-3. La principal diferencia está en la defensa, no
casualmente la zona que aún genera dudas por el menor nivel de los futbolistas
en comparación. Curiosamente el arco, otra zona de debates, permanecen las dos
principales opciones en los últimos tres ciclos de la selección.
Sin embargo, para hacer un análisis más completo hay que analizar cómo
jugaba el equipo de Batista y cómo juega el de Sabella. A tales efectos, es
interesante observar cómo arrancó Batista la Copa América. En sus primeros dos
partidos, los dos empates, comenzó con un 4-3-3, basado en la posesión del
balón, donde los tres mediocampistas centrales eran Mascherano, Banega y
Cambiasso, con una delantera con Lavezzi por derecha, Tevez por izquierda y
Messi en una posición similar a la que estaba jugando en el Barcelona que en
ese momento dirigía Guardiola. De
hecho, varias veces Batista comentó que quería jugar “como el Barcelona”. Sin
embargo, los intérpretes claramente poseían otras cualidades. Ni Banega es
Iniesta, ni Cambiasso Xavi ni siquiera Mascherano es Busquets. Adicionalmente,
Tevez es un jugador cuyas virtudes no incluyen la asociatividad, como ya fue
analizado aquí.
Sin embargo,
algo cambió Batista en el partido contra Costa Rica y lo mantuvo en el partido
con Uruguay de cuartos de final. Ingresaron Gago por Banega, Di María por
Cambiasso, Agüero por Lavezzi e Higuaín por Tevez. Todos jugadores que fueron centrales en el esquema de Sabella desde
el partido con Colombia en Barranquilla donde empezó a surgir el estilo de
juego que lleva a cabo la selección actualmente. En total, ocho jugadores que fueron titulares en la eliminación con Uruguay,
también lo son en el equipo con el que Sabella terminó dirigiendo: Romero, Zabaleta, Mascherano, Gago, Di
María, Messi, Agüero e Higuaín. Es decir, todos los jugadores menos los
centrales y el lateral izquierdo (aunque Rojo empezó jugando). Uno podría
inferir que el “gen Sabella” empezó a gestarse donde terminó el “gen Batista”.
Pero la pregunta es: ¿eran tan parecidos?
En principio,
dos jugadores tenían posiciones distintas: Messi y Di María. Ángel jugaba de wing izquierdo, como lo
había hecho en el comienzo de su carrera europea en Benfica, mientras que Messi terminó jugando de enganche, como
en el equipo de Maradona. En ese sentido, Batista terminó sacrificando a Messi
a jugar con tres jugadores por delante sin todo el campo a disposición,
contradiciendo lo que había buscado originalmente en los primeros dos partidos.
Pero, punto a favor, descubrió la facilidad de Gago para entenderse con Messi.
No obstante, el juego siguió siendo claramente de intento de posesión de la
pelota.
¿Y cómo juega el equipo de Sabella? Es un equipo que no hace un culto a la posesión sino que su fuerte
es la pegada. Es un equipo de transiciones rápidas y que trata de aprovechar al
máximo el poder de gol de sus tres delanteros y también de Di María. Cuatro
jugadores que, sólo en sus clubes anotaron 108 goles en la temporada 2012/13.
En conclusión, Sabella aprovechó la base de Batista,
pero los equipos son muy distintos en funcionamiento e idea de juego. Mientras
que el equipo del Checho partía como premisa de un juego extremo de posesión,
un salieri del Barça, pero con resultados no positivos. El equipo de
Sabella es más pragmático. Al igual que el de Batista, trata de aprovechar la
ventaja de contar con Messi. Sólo que no trata de imitar al Barcelona, sino que
adopta un estilo propio aprovechando la posibilidad de contar con esos otros “tres
fantásticos”, sacrificando al que más podía sacrificar: a Di María.
Me gusto mucho el análisis entre ambos ciclos de DTs
ResponderEliminarMuy bueno, Pablin.
ResponderEliminarErnest
Genial el análisis!! Nos permite comprender la actualidad de la Selección, y su pasado más reciente en la Copa América.
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