Memphis Depay, el "nuevo Ronaldo", que arrancó para ser una gran estrella en el Manchester United, bajó su rendimiento de manera notable. La fama, el dinero y la pelea con su padre estarían distrayendo del propósito al jugador.
Con tan solo nueve años, dejó el equipo de su ciudad (VV Moordrecht) para formar parte de las divisiones menores del Sparta Rotterdam de Holanda y tres años más tarde fichó para el PSV Eindhoven. Lo que también dejó fue su apellido, ya que su historia de niño fue muy dolorosa. Tomó la decisión de no usar en su camiseta el apellido "Depay", algo que se agravó por el odio hacia su padre quien lo abandonó junto a su familia cuando era muy pequeño. El crack de los Países Bajos encontró en el fútbol una manera de descargar su bronca y comenzó de la mejor manera: regates, mucha habilidad y goles.
Su debut como profesional fue en el año 2012, esa temporada jugó ocho partidos y anotó tres goles. En la temporada siguiente, Memphis se convirtió en el jugador más importante del PSV. Para el período 2013/14 se puso bajo las órdenes del entrenador Phillip Cocu, quien terminó por potenciarlo y logró que fuera citado para la selección de su país. A raíz de sus buenas actuaciones también fue convocado al Mundial de Brasil 2014, tras anotar doce goles en 32 partidos en la Eredivisie.
En dicha copa jugó cuatro partidos y anotó dos goles. Tras este Mundial, Louis Van Gaal, quien lo había llevado a vestir la Naranja, asumió como director técnico en el Manchester United de Inglaterra y fue ahí cuando comenzó a sonar fuerte como refuerzo para los Diablos Rojos. De esta forma, en junio del 2015 se concretó el pase de Memphis a la Premier League para disputar la temporada 2015/16. El equipo inglés pagó 30 millones de Euros por el delantero.
Las expectativas eran altas cuando el apodado por Frank de Boer como el "nuevo Ronaldo" llegó al club, ya que su regate y habilidad eran dignas de un futbolista que en principio podría tener mucho futuro. En sus primeras apariciones demostró lo que todos creían e hizo un gran aporte en el equipo. Es por eso que se perfilaba para ser uno de los jugadores claves del equipo rojo y con el agregado que en su debut jugó con la camiseta número 7, esa que utilizaron varias glorias como Eric Cantona, David Beckham y Cristiano Ronaldo.
Si sumamos la Champions League, Copa de la Liga y la Premier, el holandés jugó 21 partidos y anotó tan solo cuatro goles, a lo cual hay que sumarle una asistencia. Mientras que de sus 62 disparos, solo 26 fueron directo al arco y recibió 65 faltas. En las últimas fechas Depay, quien no quiere ser nunca más Depay, bajó de manera notable su rendimiento. Por tal motivo muchos atribuyen este bajón futbolístico a que la fama y el dinero lo desviaron del camino correcto, aunque otros hacen hincapié en los problemas con su padre.
Si sumamos la Champions League, Copa de la Liga y la Premier, el holandés jugó 21 partidos y anotó tan solo cuatro goles, a lo cual hay que sumarle una asistencia. Mientras que de sus 62 disparos, solo 26 fueron directo al arco y recibió 65 faltas. En las últimas fechas Depay, quien no quiere ser nunca más Depay, bajó de manera notable su rendimiento. Por tal motivo muchos atribuyen este bajón futbolístico a que la fama y el dinero lo desviaron del camino correcto, aunque otros hacen hincapié en los problemas con su padre.
Hoy el más lastimado de todo este asunto es el balón, que extraña aquellas caricias que el holandés supo darle en sus mejores momentos en PSV. La estrella parece estar desfalleciendo con tan solo 21 años de edad, sin embargo toda historia puede tener un final feliz.
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