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Una amenaza escondida en Inglaterra

El Watford es una de las revelaciones de la Premier League. Su estilo de juego claro y perfectamente ejecutado demuestra la buena simbiosis entre el entrenador y su plantilla. Orden, equilibrio y mucho sacrificio para un equipo que incomoda a todos sus rivales.

Ante las sorpresas de Leicester, West Ham y Crystal Palace ocupando puestos de copas europeas en la Premier League, los dirigidos por Quique Sánchez Flores se contentan con un bien merecido noveno puesto que, terminada la primera mitad de la temporada, los tiene mirando de lejos el maldito descenso. Lo más significante no es quizás el lugar que ocupen en la tabla, sino cómo llegaron a alejarse de los puestos de abajo teniendo en sus filas a jugadores de menor valor que muchos otros equipos que hoy están luchando contra fantasmas propios y ajenos.

Como ya es sabido, en el fútbol las cosas no suceden porque sí. No es casualidad que el Leicester marche segundo, ni que el Chelsea esté a seis puntos del descenso. Que el Watford esté cerca, pero en este caso de ingresar a puestos de Europa League, tampoco. Para comprender cómo a lo largo de 20 jornadas este equipo ganó ocho partidos, empató cinco y perdió siete, es necesario abarcar varias cuestiones ligadas a la institución y sus manejos; al entrenador y sus maneras de jugar y también a los principales artífices de esta obra: los jugadores.

Watford FC es uno de los clubes pertenecientes al imperio del italiano Giampaolo Pozzo, un empresario millonario que también es dueño del Granada de España y del Udinese de Italia. Este último es considerado para la familia Pozzo el equipo “principal”, siendo el Watford y el Granada equipos “satélites”, en donde explotan las cualidades de los jugadores para luego ser trasladados a Italia. Tiene en su poder decenas de futbolistas, muchos de ellos transferidos entre estos tres equipos, como el caso del nigeriano Odion Jude Ighalo, goleador de las Abejas con 13 goles en 20 partidos (a dos de Jamie Vardy y Romelu Lukaku), quien formó parte de la plantilla del Udinese en 2008, y en Granada es considerado ídolo por haber sido clave en el ascenso en el 2011 y luego en la permanencia en Primera División la temporada siguiente. 

A pesar de que su pase siempre perteneció al Udinese, Ighalo se desempeñó en el equipo nazarí, hasta que en 2014 recaló en el Watford, lugar donde también se perfila para ídolo por sus espectaculares apariciones. A la lista del goleador nigeriano se suman otros que provienen del Granada o Udinese, como el caso de los volantes Daniel Pudil (checo) e Ikechi Anya (escocés) cedidos del equipo español; o bien el sueco Joel Ekstrand y el suizo Almen Abdi, provenientes del bianconeri.


Gran inicio de campaña de Quique y los suyos
El encargado de mover los hilos del equipo es el español Quique Sánchez Flores, en quien Pozzo depositó su confianza para dirigir por primera vez en el fútbol inglés luego de haberlo estado siguiendo a lo largo de su vasta carrera en España y Emiratos Árabes. Sánchez no dudó un segundo a la hora de diagramar el esquema táctico, sabía perfectamente que ponerse el traje de revolucionario en Inglaterra no iba a ser lo mejor. Por ello se definió por un 4-4-2, con un juego basado en pelotazos a las espaldas de los defensores rivales en busca de los delanteros Ighalo y Deeney

Una de las mejores virtudes que tienen ambos es la capacidad de control de la pelota, clave para descargar con rapidez y buscar espacios con más fluidez. Otro punto a favor es la viveza para ganar los balones divididos, ya que al no tener en sus primeras planas a la posesión, buscan quebrar al rival ganando metros en las segundas jugadas, adelantando así la línea de cuatro volantes con el francés Ettiene Capoué y Ben Watson a la cabeza. Ahora bien, cuando se tiene que recuperar la pelota, la asfixia al rival, es sobresaliente. Inmediatamente alguno de camiseta amarilla y negra intenta robar el esférico. Para lo que se ofrece hoy en día en la Premier, el planteo de Quique Sánchez no está nada mal, y los números de algún modo lo reflejan.

Esta temporada, el Watford se ha reforzado con nombres de gran nivel, aunque es cierto que Sánchez aún no les ha dado la continuidad suficiente como para demostrar lo que valen. Mucho tiene que ver que el buen funcionamiento lo encontró con jugadores que ya habían compartido cancha en temporadas anteriores. Por ejemplo, los defensores Sebastian Prodl y José Holebas llegaron en el mercado de pases de verano europeo y han alternado entre titularidad y suplencia, al igual que el delantero colombiano Víctor Ibarbo, quien hasta el momento solo ha ingresado en el segundo tiempo en tres partidos, jugando no más de 20 minutos. En el mediocampo es donde mejor se reforzó este equipo, ya que han llegado jugadores como José Manuel Jurado, ex Atlético Madrid y Schalke 04 (entre otros); el suizo Valon Behrami, ex Nápoli y Fiorentina; y el destacado y bastión del equipo Ettiene Capoué, francés ex jugador del Toulouse y Tottenham.

Para la segunda mitad de temporada, los pupilos de Sánchez deberán cuidar lo que han conseguido en la primera, sin perder de vista la posibilidad de conseguir una histórica clasificación a una copa europea. Hay datos que a pesar de todo lo bueno hay que destacar: el Watford perdió con los seis equipos que lideran la tabla (Arsenal, Leicester, Manchester City, Tottenham, Crystal Palace y Manchester United), por lo cual deberá rescatar puntos con algunos de ellos si quiere lograr la hazaña, y obviamente no perder con equipos que hasta ahora están por debajo. Será difícil, no imposible, porque en el fútbol los imposibles al igual que las casualidades, no existen.

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