Recordamos a dos delanteros que la rompieron durante mucho tiempo y que juntos fueron mortíferos. La Selección de Chile los disfrutó y más de uno los sufrió. Pasen y rememoren al dúo "Za-Sa".
Cuando uno habla de grandes duplas del fútbol, inmediatamente la mente recuerda varias. La mayoría, que tengan que ver con dos delanteros letales. Y en este caso hablaremos precisamente de esto, de dos futbolistas que solo les importaba hacer goles y tener el arco entre ceja y ceja. Y, además, el dúo formó parte de un seleccionado muy cercano a nuestras latitudes.
Iván Zamorano (1967, Maipú, Chile) y Marcelo Salas (1974,
Temuco, Chile) nunca compartieron equipo, pero fue tal la trascendencia de los
dos jugando para su país que compusieron una pareja tremendamente goleadora en
la década del 90 con La Roja, siendo los dos los máximos anotadores del
seleccionado. El Matador convirtió 37 tantos en 70 partidos, mientras
que Bam bam 34 en 69 encuentros.
Pero primero, repasemos un poco sus carreras.
Zamorano comenzó su trayectoria en 1985; formaba parte del Cobresal, pero fue
cedido al Trasandino de la Segunda División y anotó 27 goles en 29 partidos. Debido
a las buenas actuaciones en este equipo, pudo quedarse en el Cobresal y ganar
una Copa de Chile. Luego de un paso por el St. Gallen suizo, llegó al Sevilla
en 1990 donde jugó dos años, hasta que lo compró, nada más
ni nada menos, que el Real Madrid. Y convertir 101 goles en 173 partidos con el
merengue no lo hacen todos –fue el Pichichi del título ganado en La Liga de 1995
con 28 conquistas–. Ya con un declive en su carrera aún tuvo la chance de
compartir partidos con Ronaldo en el Inter y, finalmente, se retiró en 2003 con
el Colo Colo.
El Matador debutó profesionalmente en 1993 con la
Universidad de Chile y en tres años convirtió 76 goles. Esto hizo que clubes argentinos
se interesaran en él y terminó en el River de Ramón Díaz, ganando tres
campeonatos locales consecutivos. En 1998, Lazio pagó un dinero gigantesco
para la época por Salas y formó un plantel histórico con jugadores como Alessandro Nesta, Pavel Nedved o Christian Vieri –entre otros–. Luego partió rumbo a Turín, para jugar con la
Vecchia Signora. Aunque el paso por la Juventus no fue muy bueno, debido a una
rotura de ligamentos cruzados. Finalmente, regresó a River en 2003 y a la U de
Chile en 2005, retirándose en el equipo chileno en 2008.
Dos delanteros brillantes, sin embargo con
características diferentes. Zamorano era el 9 de área y fue conocido como uno
de los mejores cabeceadores que existieron, aunque también le gustaba picar al
espacio. Salas era más técnico que Bam bam y se tiraba atrás, pero su
estadística goleadora no tiene nada que envidiarle a la de Zamorano. Juntos conformaron en Chile la dupla “Sa-Za” –quisieron
llamarse así ya que en esa misma época Brasil formaba el dúo “Ro-Ro” con
Ronaldo y Romario–, y sus mejores momentos fueron en las Eliminatorias para el
Mundial de Francia 1998, en la que ambos marcaron 23 goles de los 32 que convirtió Chile. Y, claro
está, fueron los goleadores de las mismas –12 de Zamorano, 11 de Salas–
incluyendo un partido en el que Iván le hizo cinco goles a Venezuela y
tripletes del Matador frente a Colombia y Perú.
Chile llegó al Mundial del 98 con mucha ilusión y,
aunque lograron clasificarse a octavos de final empatando los tres partidos de
la Fase de Grupos, los eliminó Brasil ganándoles por 4-1. El torneo de Salas
fue muy bueno, convirtiendo cuatro goles. Sin embargo, Zamorano no pudo rendir como
le hubiese gustado, ya que no pudo meter ningún tanto en Francia.
Iván Zamorano se retiró de La Roja en 2001, pero
antes de eso, aún les quedó un partido para demostrar de lo que esta dupla era
capaz. Chile tomó como revancha luego de la eliminación del Mundial un
encuentro contra Brasil en las Eliminatorias para Corea-Japón 2002, y le ganó a
la verdeamarelha por 3-0 en el que los dos pudieron anotar. Salas asistió a
Fabián Estay para el primero, siguió Zamorano con el segundo y finiquitó el
resultado el Matador para así lograr una victoria histórica.
Como si de una casualidad se tratara, Marcelo Salas
tuvo una sequía con el seleccionado que comenzó en el año que Zamorano dio un
paso al costado de Chile y pudo cortarla en 2005. Juntos llenaron al pueblo
chileno de ilusión y no solo a ellos sino al público en general, que veía los
partidos del país exclusivamente por esta dupla letal y goleadora. Actualmente, Marcelo Salas es el presidente de
Deportes Temuco desde 2013 –equipo de la ciudad de su nacimiento–, mientras que
Iván Zamorano está metido en el ambiente de negocios, ya que es el dueño de La
Ciudad deportiva Iván Zamorano, un predio que se utiliza para la práctica de
fútbol, tenis, natación, entre otros; invirtió en empresas como Pass Ball o IT
Training y también, desde su creación en 1999, forma parte de la Fundación Iván
Zamorano.
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