Se le fueron jugadores importantes, llegó tarde de sus
vacaciones, volvió a Francia y empezó a foguear a su equipo. Ahora apreció una
oferta para dirigir la Selección de México, pero él mismo negó que lo llamaran. Sin embargo su pasado deja la puerta abierta.
“Es difícil aceptar las injusticias muchachos […] noreclamen nada, traguen veneno y fortalézcanse”, les dijo Bielsa a sus jugadores tras
una injusta derrota el campeonato pasado. Hoy él tendrá que decidir. Tendrá que poner en su balanza
pros y contras, para ver si puede seguir tripulando el barco del Marsella. A
este navío se le fueron tripulantes importantes como André-Pierre Gignac, Andre
Ayew, Dimitri Payet, Gianni Imbula. Jugadores fundamentales que ayudaron a
mantener en la primera posición al Olympique durante la primera mitad del
torneo, por encima de rivales “superiores” en apellidos y presupuestos como lo
eran el PSG, el Olympique de Lyon y el Mónaco.
La lógica suponía que la pretemporada en Marsella sería
tranquila y con aspiraciones a más. Había terminado el Olympique en la tabla 2014-2015
de la Ligue 1 en el cuarto puesto. Eso también le daba una correspondiente participación
en Europa League. Pero el rosarino se demoró un poco más de lo debido y la
prensa francesa se preocupó por su continuidad. Quizás un poco demorado y no
mucho más, Bielsa se haría cargo del Olympique.
Llegaron Javier Manquillo, para reforzar el lateral, Abou
Diaby y Lass Diarra. Se compró el pase de Lucas Ocampos y se convirtió en
refuerzo el defensor ex Manchester City, Karim Rekik. Bielsa veía como más allá
de no ser los mismos apellidos, se rearmaba su escuadra. Se mantuvo al arquero Steve
Mandanda y al lateral Benjamin Mendy (quién el Loco anunció como "uno de los mejores marcadores de punta del mundo"). Y para colmo,
el 1 de agosto, se impuso claro a la Juventus por 2 a 0. Cerca del inicio
de la temporada, moral alta y objetivos claros: clasificar a Champions.
Pero la selección mexicana de fútbol se transformó en un
visitante inesperado. Tras la salida de Miguel Herrera de su cargo, los rumores decían que se le acercó
una oferta al rosarino para ponerse el traje de seleccionador y ser quién
comande a México de cara a las Eliminatorias para el Mundial 2018, pero él mismo se encargó de desmentirlo. Igualmente no sería una "locura" verlo como seleccionador mexicano y más aún si tenemos en cuenta su pasado, donde dejó su cargo en el Espanyol de Barcelona para tomar la posta de la Selección Argentina.
Con esta nueva oferta en términos de análisis y un campeonato
en puerta, las incógnitas son moneda corriente en la cabeza de Bielsa, probablemente mucho más que la formación que pondrá frente al Caen, equipo con el que debutará. Ahora habrá que esperar para
decidir si el rosarino sigue haciendo "folies" o vuelve a decir locuras en su idioma.
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