Brasil lo dio vuelta y venció a Perú por 2-1 con goles de Neymar y Douglas Costa, Cueva había adelantado a los incaicos. El crack del Barcelona fue la figura de un encuentro en el que el ritmo de juego fue descendiendo de forma drástica.
Neymar es la única salvación para que Brasil no siga viendo manchado un escudo con tantos títulos y tantos recuerdos de jogo bonito. Neymar es tan grande como el Cristo Redentor. Brasil respira aliviado sólo cuando él tiene la pelota; si el balón lo lleva él, todo puede pasar. Dunga mantiene el estilo de Scolari, comienzo trepidantes y emotivos con segundas partes aburridas y con la esperanza de que el 10 entre en juego. Cuando Ney se retiró lesionado ante Colombia en el Mundial, Brasil arrancó perdiendo 0-2 ante Alemania (Thiago Silva aparte). Es muy evidente lo del jugador del Barcelona.
Perú se adelantó en el inicio tras un fallo de David Luiz quien no controló ni cedió a Jefferson, ante la presencia de Guerrero, y decidió cerrarse solo. El guardameta no levantó la cabeza para jugar con Alves quien se vio anticipado por un atento Cueva (podría no presionar allí, abandonando la jugada tras pensar en un más que factible y normal balón largo despejado por el arquero) que firmó el 1-0.
Neymar no se puso nervioso e inicio y finalizó la jugada del empate. Apertura para un sorprendente titular Dani Alves quien centró de forma excelsa, Tardelli arrastró la marca y Neymar marcó de cabeza, sin oposición. Empate y reacción rápida.
Brasil era dos equipos en uno. Uno nervioso con el ancla Fernandinho perdiendo la marca (Elías no era constante a la hora de regresar), David Luiz en su estado natural y un Miranda que ha bajado su nivel siendo superado en el Atlético por el uruguayo Giménez a base de rendimiento puro. El otro Brasil era el de los movimientos en ataque, Tardelli caía al sector izquierdo y el carril interior era aprovechado por Elías y Neymar. Willian y Fred se cambiaban de banda y en reiteradas ocasiones iniciaban la ruptura hacia adentro para beneficiar las proyecciones constantes y peligrosas de Alves y Filipe Luis.
Perú se fue ordenando gradualmente. Controló el partido lentamente pero de forma convincente, con un trabajo incesante de la dupla en la mitad de la cancha. Un gran Lobatón que llevó el termómetro del partido (destacada segunda mitad) y un Ballón que lo acompaño siempre. Cuando se logró posicionar con firmeza por primera vez tras el empate -Zambrano salvó debajo del arco ante Neymar-, comenzó el juego de Guerrero maniatando a Miranda, Farfan que se movió perfectamente entre líneas y Cueva que no se cansó de ofrecerse y de generarle problemas a la defensa brasileña y a Jefferson con un disparo muy bien dirigido. La defensa peruana ya no estaba tan descoordinada, comenzó a fijar marcas y Brasil dejó de hallar espacios, sobre todo por los costados con los laterales. Neymar no consumaba pero dejaba jugadas para el recuerdo al más estilo Ronaldinho contra el Athletic en el Camp Nou.
Perú aumentó el juego físico y la intensidad y por momentos, sólo por momentos, lograron que el 10 estuviese menos participativo. Cuando esto acaecía, Willian se ofrecía para la iniciación pero Brasil ya había entrado en el estado llamado: DavidLuizismo. Intentos de anticipo a ninguna parte y balones largos sin sentido. Los pupilos de Gareca se replegaban sin balón en un 4-4-1-1 con Farfan de enlace. Los peruanos ya no sufrieron y combinaban en ataque de forma precisa aunque la finalización no llegó. Neymar, mientras tanto, disparaba al travesaño una jugada que inventó él sólo sin la ayuda de nadie. Con el equipo al hombro y el carácter de un capitán.
El ritmo de juego era cada vez más lento y soporífero y esto le convenía claramente a Perú. Lobatón siguió controlando el cotejo y salvo algún fallo puntual como el de Advíncula, todo estaba destinado al 1-1 final hasta que Neymar decidió que lo mejor era ganar y no jugarse el todo o nada ante Colombia. Desde el flanco izquierdo con una vista periférica y una precisión exquisita, habilitó con un pase filtrado a Douglas Costa para que éste le "diera" (entre comillas porque 3/4 de gol es de Ney) la victoria a la canarinha sobre el pitido final. La línea defensiva peruana íntegra, incluso Advíncula (lateral izquierdo y más lejano a la jugada), se olvidó de Douglas; el terror de tener a Neymar de frente tan cerca del área les paralizó el cerebro y por consiguiente cualquier tipo de orden a unos cuerpos que quedaron paralizados ante semejante obra de arte.
Neymar ganó 2-1 y Brasil suma tres puntos muy importantes de cara al duelo ante una necesitada Colombia que tendrá que llevar el peso del juego. Algo que a Dunga no le disgusta para nada, todo lo contrario, como quedó en evidencia en el segundo tiempo ante los peruanos. El Cristo Redentor lleva 44 goles y 26 asistencias en 64 encuentros. Neymar como la mencionada estatua, se encuentra varios metros por encima de los mortales y con los brazos abiertos para abrazarnos con su fútbol.
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