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Ganar sin convencer

Perú derrotó 1-0 a Venezuela y dejó a todos con chances de clasificar a cuartos. Al conjunto peruano le costó mucho crear ocasiones y se vio beneficiado pronto por una expulsión de Amorebieta que cambió el partido.



El conjunto dirigido por Ricardo Gareca tenía la obligación de ganar para seguir en la competencia. Frente a Brasil, los peruanos habían demostrado un poderío ofensivo basado principalmente en sus delanteros, pero una floja actuación a la hora de defender.

Del otro lado, la Vinotinto venía de dejar una brillante actuación frente a Colombia al ganarle por 1-0. El orden, la presión constante y la claridad en ataque habían sido los ejes de un equipo que iba por la victoria para ser el único con puntaje ideal en la Copa. Poco tiempo tuvo que esperar Venezuela para tener el control del partido.

En la salida, tanto Andrés Tuñez como Oswaldo Vizcarrondo ponían pases largos para que los delanteros reciban y descarguen a las bandas. La calidad asociativa de Juan Arango o la facilidad de Salomón Rondón a la hora de bajar pelotas resultaba muy fácil para la Vinotinto instalarse en campo contario.

En Perú, Carlos Lobaton ejercía de lanzador para que Paolo Guerrero o Claudio Pizarro hagan avanzar líneas. Pero el trabajo de los centrales venezolanos fue impecable. Salvo contadas ocasiones, los delanteros incas no pudieron ganar en el juego aéreo y así les costaba intimidar a Alain Baroja. Quizás en el mejor momento futbolístico de Venezuela, una roja a Fernando Amorebieta por un pisotón a Guerrero cambió por completo el desarrollo del partido.

A partir de la expulsión, Noel Sanvicente decide sacrificar a Ronald Vargas para meter a Gabriel Cichero como lateral. De un 4-2-3-1 pasó a un 4-4-1 con Rondón como única referencia en ataque. A priori, el cambio realizado parecía ser una invitación al repliegue por parte del técnico venezolano, pero no fue así. Cichero ejerció como lateral largo, llegando casi a posiciones de volante para desbordar. La presión siguió siendo agresiva, aunque unos metros más atrás.

Ya en la segunda etapa del encuentro, Sanvicente decidió entregar la pelota a Perú y aprovechar las contras con Juan Arango, Rondón y Guerra en ataque. Los dirigidos por Gareca evidenciaron las falencias que tienen para tomar las riendas del partido. Todos los ataques peruanos se morían en un pelotazo al área sin peligro o incursiones individuales de Vargas o Guerrero. De poco sirvió la entrada de Yordy Reyna por Lobatón.

Mientras tanto, cada ataque mal creado por los peruanos era una alarma en el fondo. Allí, Rondón con espacios se movió por todo el frente de ataque y recibió a placer para montar contras que estuvieron muy cerca de concretarse. Cuando el partido parecía encaminado al empate, un rebote desafortunado de Rincón le dejó servido el gol a Pizarro, quien batió a Baroja con un fuerte zapatazo arriba.

El partido se moría y en Perú decidieron tener la pelota el mayor tiempo posible sin tomar muchos peligros. La Vinotinto había agotado todos sus recursos y los Incas terminaron llevándose el triunfo. Con esta victoria, todos los equipos del Grupo C quedaron con tres puntos. Se presagia una última fecha infartarte. Venezuela deberá enfrentarse a Brasil, que no podrá contar con su máxima figura, Neymar. Mientras que Perú se la jugará con Colombia, que viene entonado después de un gran partido frente a la Verde-Amarela. En la zona C todo es suspenso.

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