Bristol City regresó a Championship dándole una nueva vuelta de tuerca a una campaña
brillante que suma el título de Football League trophy y el ascenso. Además podría
coronarse con la doble corona si se alza con el título de campeón de League One
que tiene al alcance de la mano.
Todos los sueños, ilusiones y esperanzas de los
simpatizantes de los Robins llegaron a buen puerto tras recorrer los poco más
de 266 kilómetros que separan Bristol de Bradford. Un categórico 6-0, producto
de dos tantos de James Tavernier y una conquista de Joe Bryan, Luke Ayling y
Aden Flint, antes del cierre goleador de Aaron Wilbraham, el máximo artillero
del equipo, significó la consumación del regreso a la segunda categoría del
fútbol inglés tras dos años de ausencia.
Bristol City, el club más importante de la ciudad homónima enclavada
en suroeste inglés, de origen portuario y gran actividad comercial y cultural,
donde el aroma a bohemia y la cultura pop se entremezclan haciendo de cada fin
de semana un momento digno de ser vivido. El club, cuyo germen inicial fue
Bristol South End Football Club, se consolidó como una compañía limitada con la
llegada del profesionalismo y se convirtió en el actual Bristol City Football
Club en 1897.
Los Robins han marcado su historia con un segundo puesto en
la máxima categoría en la temporada 1906-07. Con 20 victorias, ocho empates y diez derrotas, Bristol City sumó 48 puntos, tres menos que el campeón Newcastle United,
quedando al borde de la gloria eterna. Del mismo modo, en 1909 se adjudicó el
subcampeonato en F.A. Cup tras dejar en el camino a Southampton, Bury, Norwich
City, Glossop North End y Derby County, antes de caer en la final por la mínima diferencia ante
Manchester United en el estadio de Crystal Palace.
Entre los protagonistas importantes de su rica historia, el
defensor central Louis Carey (1995-2004 y 2005-14) fue el jugador que acumuló
mayor cantidad de presencias con la camiseta roja con 646 partidos. John Atyeo,
por su parte, sumó 351 goles en 645 encuentros entre 1951 y 1966. Y en el
banquillo, que desde diciembre de 2013 ocupa Steve Cotterill, se sentaron
entrenadores del calibre de Russell Osman, Joe Jordan, Tony Pulis y el mismísimo
Roy Hodgson, actual entrenador de la selección de los Tres Leones.
Un recorrido prestigioso, con nueve temporadas en la máxima
categoría distribuidas en dos períodos (1906-1911 y 1976-1980), se entrelaza
con un presente para resaltar. El ascenso conseguido, dominando la liga de
principio a fin, se suma la consagración en el Johnstone’s Paint Trophy, certamen
reservado para los equipos de tercera y cuarta categoría, tras vencer el mes
pasado a Walsall por 2-0 en Wembley, ante más de 72 mil espectadores.
Una sola victoria, le entregaría a Bristol City el título de
campeón y así se convertiría en el segundo equipo en la historia en ganar la
liga y el trofeo de la Football League en la misma temporada. Sólo Milton
Keynes Dons en 2007-08, ganando la League Two y el Jonhstone´s Paint Trophy
marca un antecedente similar. La doble corona sería un broche de oro perfecto para el
equipo de Cotterill. Hasta la fecha,
Bristol lidera la liga con comodidad y acumula un record de 27 victorias, 11
empates y sólo cinco derrotas. Además, el City ha marcado 86 goles (dos por partido
de promedio), recibiendo apenas 36, a falta de tres jornadas para la
finalización del certamen.
La alegría de los coloridos y ruidosos fines de semana de
Bristol se vestirá de rojo para festejar el ascenso merecido de su hijo
pródigo. Bristol City, el primer promovido de la temporada en el concierto
futbolístico inglés, está de nuevo en Championship.
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