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Fuera las dudas

Barcelona visitó Manchester y se trajo tres puntos. Suárez con dos goles adelantó a los catalanes en el primer tiempo, Agüero descontó en el complemento. La vuelta se jugará el 18 de Marzo en el Camp Nou.


Mientras los ingleses llegaban al partido con una holgada victoria por 5 a 0, Barcelona sufrió una derrota de local que encendía los interrogantes en la afición. Málaga marcó el camino de como complicar al equipo de Luis Enrique. Pellegrini pareció tomar nota de lo ocurrido el sábado y paró al equipo en un 4-4-2 buscando explotar las bandas en velocidad con Nasri y Silva, Dzeko y el Kun como los jugadores más adelantados. Los españoles plantearon un 4-3-3 en el que resaltaban Iniesta y Rakitic de interiores.

Los primeros minutos fueron de estudio, ambos equipos parados en 3/4 de cancha sin arriesgar demasiado. Esperaban ver los movimientos de los rivales. El partido se partió cuando Messi encontró en una jugada de las que solo él puede ver a un Suárez, quien le ganó la posición a Kompany y tras un rebote en el defensor definió cruzado poniendo el 1 a 0.

La tendencia del partido cambió después del gol, el Barça comenzó a manejar el partido a su gusto. En ataque no necesitaba mucha gestación de juego para entrar al área de Hart. En fase defensiva el equipo presionaba ni bien los locales cruzaban los 3/4 del campo, si lograban sortear la primera línea de presión el equipo se replegaba en campo propio y todos los jugadores, a excepción de Suárez, cruzaban la línea de la pelota, de esta forma salía en velocidad cada vez que la recuperación de la pelota se lo permitía, en caso de no poder correr, Barcelona se defendía con la pelota en los pies, algo que hacía muchos partidos no se venía viendo, al menos con la calidad de posesión que mostró en este primer tiempo.

Luego de una posesión larga, Rakitic encontró a Messi en la puerta del área, quien con un par de regates se liberó de dos marcas y asistió a Jordi Alba, el lateral centró al área chica y Suárez demostró su olfato de gol punteando la pelota a la red. Barcelona dominaba todas las facetas del juego, no sufría en defensa, realizaba transiciones cuándo el partido lo permitía y se defendía con la pelota cuando era necesario. El primer tiempo finalizaba 2 a 0 a favor de los visitantes, la diferencia pudiera haberse estirado después de una gran corrida de Dani Alvés que luego de un rebote fortuito definió por arriba del arquero, la pelota pegó en el travesaño y salió.

En la segunda parte se esperaba el vendaval de los ingleses, el resultado y el desarrollo les era totalmente adverso y necesitaba acortar distancias para mantener la serie abierta. Y así fue como sucedió, desde los pimeros minutos los locales demostraron otra movilidad en la cancha y el asedio incomodaba a los culés. Los cambios de su director técnico favorecieron a los de Manchester, Milner dejó el eje central y se desplazó a una banda en donde permitía utilizar su velocidad a espalda de los laterales. Fernandinho, quien ingresó por un deslucido Nasri, le aportó otra postura al mediocampo de su equipo, Barcelona perdió el control de la pelota y Piqué salvó al equipo en un par de oportunidades.

Fue a los 24 minutos cuando Agüero pudo capitalizar lo que su equipo había cambiado en la cancha, aprovechó un exquisito pase de Silva, quien participó poco en el desarrollo del partido, y cruzó la pelota por encima de Ter Stegen. Con el descuento, Manchester City volvió tanto al partido como a la serie. Cuando el partido parecía equilibrarse tanto en el marcador como en el juego, Clichy cometió una torpe falta sobre Alves y fue expulsado por doble amarilla. Los locales sintieron el golpe y el partido nuevamente volvió al control catalán. En los últimos minutos nada cambió, Messi tuvo en sus manos la posibilidad de aumentar el marcador a segundos del final por medio de un penal, pero el arquero evitó lo que probablemente hubiese sido liquidar la serie.

Barcelona dejó de lado los interrogantes que se planteaban antes del partido y demostró que lo sucedido en la última fecha de liga fue un traspié. Hoy jugó un primer tiempo de lujo, alternando entre posesiones largas y transiciones veloces, Iniesta para controlar la pelota y Rakitic para trasladar. Busquets fue el medio centro que este modelo requiere, leyendo cuando presionar en campo rival y cuando retroceder para no descompensar. Messi fue un todo terreno y el penal fallado sobre la hora no empaña el soberbio partido que disputó. Los Citizens demostraron su dependencia de Touré Yaya, el marfileño cumplió su partido de sanción y podrá estar para la vuelta, sin dudas, el equipo es otro con su presencia en la cancha.

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