De los
últimos cinco juegos disputados, Juventus ha empatado cuatro y sólo ha logrado
vencer en una oportunidad. Si bien aún conserva el invicto y no ha perdido el
liderazgo, arrastra un bajón en su rendimiento sin precedentes en el último año.
Entre esos partidos, se cuenta la posterior derrota en la Supercopa italiana cuando
estuvo arriba en dos ocasiones, y una igualdad ante el Inter después de actuar
a un nivel muy alto en la primera etapa.
Tan solo
dos minutos de juego habían transcurrido cuando Vidal controló de forma
excepcional el balón dentro del área, aprovechando el vacío que dejó Llorente
al caer a banda. El chileno generó la ventaja en un espacio reducido y Tevez
marcó la apertura del marcador. Significó el comienzo de un período en el que
Juventus dominó por completo el desarrollo del juego, aún sin crear demasiadas
ocasiones.
En los
albores del encuentro, Pirlo supo escapar al hombre que Mancini le ubicó encima
para no dejarle recibir con comodidad el balón. Cayendo sobre la posición del
lateral derecho, tomaba el balón y liberaba un espacio al atraer la marca de
Kovacic o Hernanes. Sobre el círculo central, Marchisio aparecía e inmediatamente
contaba con las ayudas de los interiores para comenzar a asociarse. Por la
banda, Lichsteiner se desdoblaba asiduamente y generaba superioridad. Allí caía
Tevez y también Vidal, aunque Llorente no estaba del todo fino en su juego de
espaldas.
Mientras
tanto, Inter no tenía cómo asentarse en territorio contrario, y los envíos
directos a Icardi constituían la vía principal de ataque. El Neroazzurro salió
al campo en 4-4-1-1, con una línea media compuesta por cuatro volantes de
funciones internas. Mancini utilizó un esquema similar en su visita a la Roma
hace algunas jornadas, y en esta ocasión buscó repetir los movimientos hacia
dentro de los centrocampistas para la subida de los laterales. Solo D’Ambrosio
se proyectó en la primera parte, aunque usualmente decidió mal de qué manera
continuar la jugada.
La
incapacidad del conjunto visitante para sacar el balón se evidenció con la presión alta llevada a cabo por los de Allegri. Handanovic salía hacia uno de sus
centrales, que rápidamente soltaban el balón ante la asfixiante ambición de
robo del local. Así, el arquero volvía a ser el destinatario de la pelota, o
ésta terminaba en un envío sin rumbo. En otras ocasiones, la presión con
superioridad numérica se transformaba en quite y Juventus llevaba peligro con
ataques cortos. De hecho, fue Pogba quién más cerca estuvo de ampliar el
resultado, posteriormente a sacarse dos hombres de encima en una gran acción.
Al inicio
del complemento, Juventus disminuyó la presión. Con la intención de dejar salir
a su adversario y aprovechar espacios, cedió territorio aunque no el balón. La
figura de Arturo Vidal, tan importante apareciendo en campo rival pero también
ayudando en el propio durante el primer tiempo, ya no tendría la misma
importancia. Juventus tuvo menos calidad en combinaciones y se le hizo muy
difícil acumular hombres delante de la línea meridional del terreno. Llorente,
quién no estuvo acertado al descargar hacia los llegadores, fue sustituido por
Morata.
Medel
creció en la segunda mitad, recuperando varios balones, quitando profundidad a
los Bianconeros. El entrenador de la visita decidió el ingreso de Podolski, que
hizo su debut con el equipo de Milán y se ubicó en la mediapunta por banda
izquierda. A partir de la falta de fluidez en ataque organizado del líder del
Calcio, el partido entró en una meseta que, con los minutos, desniveló Inter.
Pocas veces
pudieron Guarín y Kuzmanovic activar a Hernanes y Kovacic en tres cuartos de
campo, aunque un desmarque de Icardi sería el factor decisivo. El delantero
argentino realizó una diagonal hacia afuera, recibió un pase filtrado y definió
cruzado ante Buffon. Era la igualdad que finalmente resultó definitiva en Turín.
Convencido
de poder lograr una victoria, Mancini hizo ingresar a Osvaldo, pero el ex Roma
no tuvo ocasiones en el tiempo que actuó. Icardi sí contó con dos oportunidades más
luego de recuperaciones altas; definió mal la primera en el área chica a
pase de Podolski, y luego ralentizó su intervención y acabó desperdiciando la
situación. Juventus dispuso de la última chance, tras la expulsión de Kovacic y ya con Pereyra en la mediapunta, aunque sin claridad para finalizar y encontrándose con Handanovic.
El rendimiento de la Juve mutó considerablemente de un tiempo a otro, deberá
volver a hallar un equilibrio.
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