El BVB no logra mantener el nivel que tiene en las competiciones europeas y volvió a caer en el certamen domestico. Jurgen Kloop tendrá que buscar soluciones.
Por la jornada 9 de la Bundesliga, y como local, el Borussia Dortmund volvió a perder, esta vez fue 1 a 0 ante el modesto Hannover 96. El equipo que dirige el carismático Klopp sumó así su cuarta derrota consecutiva en el torneo, y no logra superar su trastorno ciclotímico, ya que los fines de semana es un equipo completamente distinto al que juega por Champions League, competición en la cual tiene puntaje perfecto y aún no recibió goles en contra.
La novedad en el partido de hoy era la vuelta a la titularidad de Ilkay Gundogan luego de 430 días, algo que esperanzaba a toda la ciudad, además de las siempre optimistas expectativas que generan las presencias de jugadores de la calidad de Reus y Mkhitaryan dentro del clásico 1-4-2-3-1 que tanto le gusta a Klopp. El Hannover, por su parte, formaba con un 1-4-4-2, con la intención de aguantar las ansías del rival y golpearlo de contra.
Para asombro de propios y extraños, el visitante, lejos de refugiarse en campo propio y ceder la iniciativa, se paró de entrada bien arriba y dispuesto a manejar los tiempos del partido. Tal es así que a los cinco minutos, tras un largo lateral desde la derecha, Joselu cabeceó insólitamente en el centro del área y la pelota se fue apenas desviada.
El local no encontraba espacios por el centro debido al enorme caudal de jugadores que habitaban esa zona, por lo que debía intentar romper por afuera. A partir de los 15 minutos, gracias a las subidas de Piszcek por derecha, quien se ofrecía como descarga exterior, el Borussia comenzó a crecer. Tras una serie de jugadas de peligro, en las que se destacaron los remates de Reus desde afuera del área y un clarísimo cabezazo de Subotic que el arquero alcanzó a detener justo a tiempo, parecía que el gol del Dortmund estaba al caer. Sin embargo, la embestida furiosa del local bajó en intensidad, el Hannover volvió a presionar en el centro del campo y a achicar espacios entre líneas, y el primer tiempo se fue sin gritos de gol.
El segundo período aparentó, de arranque, lo mismo; el Borussia entendió que por el carril izquierdo estaba la parte endeble de los visitantes, porque allí se desempeñaba Schulz, esencialmente defensor central. Desde ese sector conseguía combinar y encontrar espacios, para lanzar pases cruzados hacia el otro sector a espaldas de la defensa, donde llegaba siempre Reus sólo para definir. Pero la mala puntería del mediapunta alemán, sumada a la falta de determinación de los atacantes, provocaron que el partido no se vuelque a favor de los locales. Y para colmo a los 60 minutos, tras un tiro libre ejecutado de manera formidable, el japonés Kiyotake rompió con el marcador y puso en ventaja a la visita.
Murmullo, ansiedad, desesperación; eso fue lo que provocó el gol del nipón. Con poco fútbol, el local fue en busca del empate ante un rival que, con lo que había conseguido, se replegó totalmente atrás, en busca de aguantar el resultado y aprovechar los espacios para contraatacar. Ni la expulsión de Gulselam pudo aprovechar el dueño de casa, que buscaba desesperado con envíos aéreos que poco inquietaron a los jugadores del Hannover, y mucho menos a su arquero.
Con este resultado, el Hannover llegó a los 13 puntos, y se encuentra en zona de Europa League. Los de Klopp, en cambio, se mantienen con siete puntos y quedaron muy lejos de la pelea por el título; es más, aunque parezca una utopía solo pensarlo, deberá comenzar a mirar de reojo el fondo de la tabla, ya que se encuentra en la 15° posición. Y, por sobre todas las cosas, el Dortmund tiene que trabajar duro para poder mantener una sola cara como equipo; tiene que superar su ciclotimia.
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