Los blancos vencieron 5-1 al Basilea de Suiza entre semana y el estado de ánimo parecía estar alto. Ahora tenían un nuevo reto, ganar en el campeonato local para no perder pisada a los de arriba. Real Madrid dispuso el esquema táctico 4-3-3. Varane volvía a ser titular por Pepe y era la única modificación respecto al último partido por Liga ante Atleti.
Los madrileños tomaron tempranamente control de la pelota y así del partido. Dominaban el ritmo y escogían los tiempos en que se jugaba el 'match'. Kroos, Modriç y James tenían esa labor. Toni como mediocentro daba equilibrio, junto a Varane y Ramos, que firmaron una primera mitad fantástica; anticipando en todo momento a medio equipo del Depor. Modriç conducía y James conectaba el circuito con los de arriba -BBC-.
Luka y James metían pases entre líneas que rompían defensivamente y creaban desorden en el equipo de Riazor. Pero había alguien sumamente inspirado en la tarde de La Coruña, ese era Karim Benzema, quién dio cátedra de movilidad. Sus desplazamientos fueron indetectables para los defensas del Deportivo, que solían verle de espalda. Siempre se escapaba. El francés tuvo una primera mitad perfecta.
A la media hora de partido se daba inicio al show de goles que estaba preparado. Cristiano, protagonista principal de esta performance, anotó el primer gol del partido con un soberbio y perfecto cabezazo tras un centro de Arbeloa. Ronaldo puso 'pause' en el aire, giró su cabeza y acomodó la pelota a un lugar imposible para el portero.
Al portugués, le siguió el colombiano James. Luego de una asistencia de Benzema, Rodríguez colgó la pelota en un ángulo del arco. Un golazo que hizo recordar aquél tanto que dibujó en el mundial ante Uruguay.
La primera mitad acabaría 3-0 gracias a otro gol de Cristiano. El segundo tiempo empezó con un penal que el árbitro decidió sancionar luego de una mano de Ramos. Descontaba Deportivo de La Coruña y soñaba con achicar aún más el marcador.
El nerviosismo de Iker después de recibir el gol contagió a sus compañeros que no pudieron seguir dominando el partido con la claridad del primer tiempo. Se acabó la comodidad tras encajar el gol pero ese bache solo demoró 10 minutos. Ancelotti, ante el cambio de ánimo del partido y aún más notorio de su equipo, decidió buscar el equilibrio perdido con el ingreso de Illarramendi por Benzema. Los blancos formaron un 4-4-2 con Modric por la izquierda, James por derecha, y Toni con Illarra como pivotes. Real Madrid volvió a extender la ventaja con dos goles de Bale y el partido estaba liquidado. El Dépor se entregó. Mientras, el Madrid se aprovechaba y extendía aún más la ventaja con un doblete de Chicharito. El mexicano marcó un gol literario, bellísimo. Ahí acabaría el partido. Final feliz para los madridistas, 2-8 reflejó el marcador.
El equipo dirigido por Ancelotti mostró una mejor imagen esta semana -siguen las falencias en defensa- y el míster continua buscando la forma que el conjunto tuvo la temporada pasada. Eso sí, ahora tiene diferentes figuras.
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