Ads 468x60px

.

Poca creatividad

Sin profundidad en juego posicional, el Barcelona igualó 0-0 ante el Málaga como visitante. No tuvo un juego fluido entre líneas ni rupturas al espacio frente al esquema defensivo rival.






La primera sensación que brinda el Barcelona de Luis Enrique se relaciona con un método similar al de los últimos años, aunque muy matizado y con otros aportes. Después de atravesar una temporada de idas y vueltas, el entrenador le ha aportado otra seguridad, aunque ha vuelto a exhibir algunas dificultades en la velocidad de su juego posicional. Así como pasó ante el APOEL chipriota en el debut de Champions League, o en menor medida ante el Levante hasta que se abrió el marcador, frente a Málaga no pudo establecer su juego.

Una circulación lenta, sin hallar espacios interiores ni generar líneas de pase por detrás de los volantes rivales. El conjunto catalán se atascó mientras fueron pasando los minutos, ante un rival que cerró los espacios y jamás se desordenó en el desarrollo del encuentro. Más allá de tener libertad en las bandas, la finalización por el centro ha sido pocas veces con ventaja.

Pese a la correcta salida de balón, el Barcelona no ha podido generar superioridades con la incorporación de futbolistas a zonas próximas. De esta manera, le costó generar juego por dentro ante la acumulación de jugadores contrarios. En los laterales, con el debutante Douglas (fue siempre opción de descarga, aunque no decidió bien y arriesgó poco) y Jordi Alba, los interiores culés encontraban un hombre libre, pero estos no han logrado asociarse ni cambiar el ritmo para desestabilizar el entramado defensivo rival.

La idea que lleva ya seis partidos oficiales en Barcelona tiene otra intensidad, y de allí derivan las principales diferencias con respecto a campañas anteriores. Los marcadores de punta actúan como extremos cuando el equipo ataca, con la intención de ensanchar el campo y que los delanteros ataquen espacios internos. No obstante, en la Rosaleda el Barça ha carecido de rupturas al vacío, así como tampoco ha tenido un cambio de ritmo individual en tres cuartos de cancha.

Ante un adversario que escalonó frecuentemente bien las marcas y no dejó nada librado al azar, los de Luis Enrique se ahogaron y produjeron poco. El local dominó el juego sin balón y, en aspectos defensivos, no sufrieron sobresaltos. De hecho, los blaugranas han generado pocas chances claras, dado que Pedro y Neymar rara vez se han desmarcado para ocasionar un pase que aporte profundidad.

Con la finalidad de dividir al contrincante y encontrar un espacio por detrás de los volantes y de cara a los zagueros, Messi volvió a ubicarse de mediapunta. La función de enlace es a la que se adapta en las intenciones del técnico. De hecho, Barcelona hoy parece ser un equipo más clásico. Desde esa posición, el ‘10’ suele recibir, pero en Málaga no ha tenido como filtrar un pase vertical –sí lo hizo muy bien en la jornada anterior- ante la escasa movilidad de los puntas. En ese lugar, tiene un mayor protagonismo en la gestación, en un equipo que intenta ser más directo que la temporada pasada.

En tanto, otra particularidad que caracteriza al Barcelona es su orden para hacerse de la pelota. Sin realizar una presión colectiva que asfixie al rival cerca de la zona de pérdida, en la actualidad es una escuadra en la que los jugadores conservan de forma adecuada su área de intervención para volver a controlar la posición original. Cuenta con una mayor solidez y aún no ha recibido goles en contra. Además, ante los malaguistas, Piqué y Bartra han estado muy bien para achicar espacios y salir a cortar sobre bandas cuando el rival intentaba salir en una transición rápida. Pese a que Amrabat, único delantero del dueño de casa, caía a los costados para generar el espacio y las llegadas desde segunda línea, el Barça lograba quitar e iniciar de nuevo.

Se impone la necesidad de una variante para conjuntos que puedan desarrollar una idea similar. La iniciativa ha sido del equipo catalán, pero no han generado con asiduidad y las mejores chances en el segundo tiempo llegaron solo por pelotas paradas. Una mejor creación colectiva en ataque estático es la deuda, a partir de que no es la primera vez que al Barcelona le faltan espacios para decidir.

0 Comentarios..:

Publicar un comentario